“¿Usted cree que pidiendo perdón y diciéndome que lo sienten mucho me van a regresar a mis hijos, a mi hermana? No. Yo quiero justicia, yo quiero la pena máxima para ellos”, fue la petición directa que Yelka Ramírez, sobreviviente de la masacre policial del 11 de julio, en Las Jagüitas, dirigió a la juez Cuarto Local Penal, Alia Dominga Ampié.
“Dejaron a un niño que se levanta a medianoche llorando, dejaron a una niña trastornada, desgraciados, no tienen perdón, aquí no hay justicia, yo quiero justicia, yo quiero que se haga la justicia, que se les condene como a cualquier delincuente”, clamó Ramírez entre sollozos.
Lea: Fiscalía acomoda acusación
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Habían transcurridos unos minutos desde que la juez explicó a los acusados la repercusión que tenía para ellos haberse declarado culpables.
Ellos conforme a la estrategia de sus defensas, uno a uno admitieron la responsabilidad según la acusación de la Fiscalía y pidieron perdón. El primero en pedir perdón fue el capitán Zacarías Ignacio Salgado, señalado por la Fiscalía como el jefe del grupo que realizó la emboscada al carro blanco que conducía Milton Reyes, esposo de Ramírez.
PIDEN PERDÓN CON DISCURSO DE “LA POLICÍA DEL PUEBLO”
“Tengo 23 años de servicio en esta institución, le he servido a mi pueblo orgullosamente en esta prestigiosa institución, que es la Policía Nacional, que nació del pueblo para servirle al pueblo y no dañar al pueblo”, sostuvo Salgado, quien de frente a Ramírez se atrevió a calificar los hechos de ese fatídico 11 de julio como un “accidente”.

LA PRENSA/L. VILLAGRA
“No fue una intención de nosotros, de ninguno de mis compañeros de hacerles daño a las víctimas, le pido perdón por eso a las víctimas, los familiares de las víctimas, es una situación bastante dolorosa para ellos como también para nosotros”, sostuvo Salgado.
En su alocución Salgado insistió: “Esta Policía fue creada bajo el seno del pueblo para que cuidara al pueblo y velar por el pueblo, no dañarlo”. Luego, uno a uno se levantaron los otros ocho policías acusados y pidieron perdón frente a Ramírez, quien según relató a LA PRENSA, el miércoles 14 de julio, pese a que los niños se desangraban, se resistían a brindarles auxilio.
VÍCTIMA HIZO MEJORTRABAJO QUE LAS FISCALES
Enfrente y a unos metros distantes de ellos, Ramírez rompió el silencio que había mantenido durante la audiencia, donde pese a estar sentada en el recinto junto con las representantes fiscales, esta les espetó: “Que las señoras fiscales que están aquí, me ayuden, que no se pongan con ellos, no dejen esto así”.
“Me siento decepcionada, porque miro que las leyes y la justicia no las están haciendo a como en verdad tiene que ser”, dijo Ramírez al dirigirse en la audiencia en la que habían estado presentes durante todo el día el inspector general de la Fiscalía, Douglas Vargas, y el jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, comisionado general Juan Ramón Gámez.

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Callada, cabizbaja había permanecido Yelka Ramírez junto con su madre Miriam Delgadillo, mientras la Fiscalía acomodaba la acusación para solicitar a la judicial imputara a cuatro de los nueve acusados el delito de homicidio y lesiones imprudentes, daños y exposición de personas al peligro.
Estos son el capitán Zacarías Salgado, quien estaba a cargo del operativo antidrogas; Óscar José Vargas, Javier Saldaña y José Alejandro Fonseca. A los suboficiales Augusto César Medrano, Harrison Osmar Ramírez, Osman Ricardo García Hueck, Ernesto Alexander Urbina López y Miguel Ángel Ramos Cortés les acusó por los delitos de exposición de personas al peligro y daños.
FUERON 48 BALAZOS
Y les recordó que esa noche fueron 48 los proyectiles disparados por los policías, los que impactaron contra el carro blanco en que ella y su familia se movilizaban esa noche.
A causa de los disparos murieron Katherine Ramírez, de 22 años; los niños Efraín Ramírez, de 11 y Aura María Reyes Ramírez, de 12 años. Con heridas graves resultaron Miriam Natasha Guzmán Ramírez y Axel Reyes, de 5 y 13 años, respectivamente. Hasta ahora solo Axel salió del hospital, mientras que Miriam sigue internada en el Hospital “La Mascota”.
Entre sollozos recordó que además, a la niña de 5 años que sobrevivió, “una bala que le fregó su intestino, mi niño de 4 años que se levanta a medianoche gritando ‘¡ay! ¡me matan, me matan!’ No va solo ni al baño, porque le da miedo”.
Y les insistió: “No tienen conciencia, no pidan perdón, en esto no hay perdón. A ver si el Señor los perdona, ¿saben? Porque si aquí no hacen justicia, el Señor va a hacer justicia y uno a uno a ustedes les va a llegar la justicia divina”.
Ramírez encaró a todos los que allí participaron, ante un recinto que por unos minutos enmudeció.
“Y ustedes señores abogados ¿no tienen hijos? No defiendan la delincuencia, que paguen, que vayan al Sistema (Penitenciario Nacional), que paguen a como en verdad deben de pagar los delincuentes… ¿Quién me va a regresar a mis hijos?”

RECORDÓ QUE PATEARONA SU NIÑO MUERTO
También sacó a relucir lo que ha afirmado en otras declaraciones, de que en ese operativo los acusados patearon y tiraron a las víctimas, sin importarles que ya estaban muertas, al tiempo que preguntó a quién le interesa el dolor que ella siente. “No señora juez, yo quiero justicia. Yo pido justicia, este embarazo que ni sé cómo va a salir esta criatura, mis golpes, la arrastrada que me pegaron, ¿adonde queda eso? Me encañonaron, no lo dijeron”.
Miriam Delgadillo, su madre, solo se llevaba las manos a la cabeza y las fiscales bajaban la mirada.
Inconformidad con la Fiscalía
Las hermanas y tías de las víctimas, desde un inicio habían expresado su inconformidad con la acusación. En el recinto ellas estaban separadas tan solo por un cordón policial de los familiares de los policías presentes en el recinto, quienes apenas se atrevieron a decir que esa situación también las afectaba a ellas.
“No entiendo esto ¿imprudente, qué es eso? Esa no fue imprudencia. Ellos estaban ahí esperando, a quien pasara allí lo iban a matar”, manifestó Ilka Ramírez, tras preguntar: “Si vos vas en un carro y un agente de ellos no te dice con su uniforme ‘deténgase’ ¿vos te vas a detener? ¿Te vas a detener que te salga alguien encapuchado?”
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