Que tal si un aula de clases a primera hora del día, antes de abrir el cuaderno y marcar el tema de la materia en la pizarra, alumnos y docente hacen un pacto: quedarse en silencio durante 15 minutos. En ese lapso, se sientan en una posición cómoda, cierran los ojos, no para dormir, sino para meditar. Sí, meditan. ¿Han oído hablar del yoga? Es parecido, pero no es lo mismo. Es más simple aún. Solo requiere concentrarse en el presente, estar ahí mentalmente, olvidarse del resto.
Este ejercicio fácil, que ha sido una práctica del budismo desde 2,500 años, y que no apela a preceptos religiosos sino al auto conocimiento de la mente, es lo que se conoce como mindfulness, o conciencia plena, como se traduciría en español, una práctica que se viene aplicando en muchos países en los últimos años para mejorar el conocimiento de los estudiantes, pero también ayuda a contrarrestar el estrés, la falta de concentración y dispersión, y mejorar la capacidad reflexiva, anulada, muchas veces por una educación mecánica, basada en método automático y repetitivo.
Esta práctica que se conoce como mindfulness propone romper ese esquema rígido, de recetas y fórmulas aprendidas que arrinconan la reflexión y la conciencia, según postulan distintos textos y expertos.
En Nicaragua no hay universidad ni escuela donde se practique el mindfullnes en sus programas de enseñanza.
El empresario Alfredo González, uno de los entusiastas con esta enseñanza, se ha convertido en promotor de la práctica de conciencia plena y ha aprendido a aplicarla en su vida cotidiana, en los últimos años.
González valora que el ejercicio de la conciencia plena trae beneficios para la salud y para la convivencia social.
El mindfulness “puede constituir una nueva manera de ver y concebir la vida”, postula el ensayo Educación consciente: mindfulness en el ámbito educativo .
A pesar de su origen milenario, la práctica de la conciencia plena se ha vuelto una moda en algunos países. En Estados Unidos se organizan congresos y ponencias para explicar las bondades de la “conciencia plena”. Incluso, los sicólogos del deporte están estudiando los resultados que deja este ejercicio de meditación para manejar el estrés y el rendimiento de los deportistas.
DOLENCIAS Y CAMBIO SOCIAL
“En un momento dado fui consciente de que la única forma de que haya un cambio social es que este modo de redescubrir la vida, siendo conscientes de esa propia construcción de la realidad, se lleve a los entornos básicos de nuestra sociedad, que son la educación, la política, la sanidad”, contesta Gustavo Diex, un español que desde hace seis años imparte cursos mindfulness en la Universidad Complutense de España, consultado por el sitio web yogaenred.com.
Diex asegura que el mindfulness ha cobrado popularidad en los últimos años porque es algo necesario. “Tenemos una forma de atender absolutamente condicionada que nos hace sentir vacíos. Estamos siempre estresados por lo que habitualmente se espera de nosotros, por los resultados de las acciones que llevamos a cabo, por los miles de proyectos en que nos hayamos involucrados ( ). Y sin embargo se nos ha pasado por alto algo muy esencial que es ser, simplemente. Las personas buscamos la felicidad en ese hacer y no en el ser”, explica en el mismo portal sobre yoga.
Observar y ser consciente de sus emociones y sensaciones, darle rienda suelta a esas emociones, sin bloqueos, pero sobre todo estar inmerso en el presente, son algunas de las reglas básicas a la hora de practicar la conciencia plena, según propone la neuropsicóloga, Sonia Mestre, en el sitio de europapress.
Algunos tienden a confundir esta práctica con técnicas de autoayuda, sin embargo, Mestre dice en el mismo artículo que el mindfulness “no es pensamiento positivo” y va más allá del “juicio de valores”. Tampoco es una propuesta para escapar del dolor ni para reprimir las emociones.
En algunos países como España y Estados Unidos, han hecho sondeos entre estudiantes para medir el impacto entre estudiantes con bajo rendimiento escolar que luego se entrenaron en conciencia plena y mejoraron enormemente en su rendimiento escolar.
González, quien se ha suscrito a páginas que ahondan en el mindfulness, ha hecho una presentación sobre este tema en la escuela de negocios internacionales, INCAE, pero también en su ámbito empresarial.
“Lo que han aprendido los científicos occidentales de los tibetanos son conocimientos de la mente que ignoraban. Una trascendental unión de conocimientos que esta revolucionado la educación occidental”, escribió González en un artículo de opinión que publicó en LA PRENSA.
Prestigiosas universidades de Estados Unidos como Harvard, Georgetown y Stanford están aplicando los ejercicios de meditación mindfulness o conciencia plena, en español, para acabar con el estrés de los alumnos.
Este ejercicio propone meditación, la concentración en el momento presente, la conciencia también de las emociones y de los dolores humanos. Esta práctica propone que ese reconocimiento de la “propia conciencia” puede ayudar mejorar el conocimiento individual, pero también mejora la concentración y la capacidad de reflexión de los seres humanos.
Una de sus ideas básicas es ayudar a las personas a vivir el momento presente, a no perderse en el pasado y en el futuro, sino concentrarse en el momento. Se prevé que eso le ayudará a tomar las decisiones más atinadas.
En Nicaragua no existen centros donde se practique el mindfulness, pero existen centros donde se práctica yoga, otra técnica oriental de meditación parecida.
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