Nicaragua presentó ayer en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya (Países Bajos), pruebas que evidencian que la construcción de la carretera costarricense Juan Rafael Mora Porras, de 160 km de largo al margen Sur del río San Juan de Nicaragua, ha causado graves daños en el mismo.
Durante estas audiencias primerizas intervinieron el Dr. Carlos Argüello Gómez, representante de Nicaragua, y algunos de sus abogados. Posteriormente, expertos contratados por Nicaragua fueron interrogados por abogados de Costa Rica y por jueces de la CIJ.
Los alegatos de Nicaragua se presentaron bajo 8 proposiciones, y se apuntó que dichos acápites cuentan con el previo aval de expertos por parte de los dos países en litigio.
LOS PUNTOS PRESENTADOS FUERON:
1. La construcción de la carretera costarricense ha creado cantidades masivas de sedimento —materia que, habiendo estado suspensa en un líquido, se posa en el fondo por su mayor gravedad— que terminan en el río San Juan debido a la bifurcación entre el río Colorado (de Costa Rica) y la parte baja del límite natural entre ambos países, perteneciente a Nicaragua.
Costa Rica calcula que la carretera deposita un total de 75 mil toneladas de sedimento por año en el río San Juan, mientras que expertos consultados por Nicaragua aseguran que la cantidad oscila entre 190,000 y 250,000 toneladas.
2. Los sedimentos son transportados río abajo por el Colorado, pero tanto Costa Rica como Nicaragua concuerdan que un 10% ingresan al río San Juan.
3. De estos sedimentos, expertos afirman que el 20% se transfiere a la parte baja del río San Juan.
4. Los sedimentos se acumulan y aumentan en bajíos y bancos de arena, que son los principales problemas de navegación del río San Juan.
5. La acumulación de sedimentos disminuye la profundidad del río San Juan así como su capacidad para transportar dichos sedimentos río abajo, y esto crea un proceso perpetuo que modifica la geografía del río.
6. La acumulación de sedimento en bajíos y bancos de arena, hacen del dragado del río San Juan una absoluta necesidad para mantener su navegabilidad, incluso para embarcaciones que únicamente requieren de un metro de profundidad. El dragado es también necesario para permitir que el agua arrastre los sedimentos río abajo.
7. Con este fin, Nicaragua ha realizado actividades de dragado en el río San Juan desde 2011, pero la cantidad de sedimentos acumulándose crece con mayor velocidad de lo que se ha podido dragar.
Lo que el dragado ha logrado no es mejorar la navegabilidad del río sino disminuir el ritmo en que crecen los daños.
8. El sedimento dragado no impide que la navegación del río esté fuertemente amenazada ni que la profundidad del mismo decrezca.
SIN ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL
Además, se señaló que Costa Rica no elaboró un estudio de impacto ambiental previo a comenzar el trabajo de construcción de la carretera, como era obligatorio según leyes internacionales.
“Daños ambientales no fueron evaluados y aún no han sido evaluados, incluyendo daños potenciales al río San Juan por desarrollo humano, comercial y de agricultura”, declaró un delegado de la CIJ.
En tanto, Argüello Gómez recordó que la carretera pretendió ser justificada por Costa Rica bajo un “decreto de emergencia” previo a la lectura de la providencia de la CIJ sobre medidas provisionales solicitadas por Costa Rica.
El caso data de diciembre de 2011, cuando Nicaragua lo presentó alegando daño ambiental significativo al río San Juan como resultado de la construcción de la carretera, que fue parte del gobierno de la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
En mayo de 2014, el actual presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, visitó la zona fronteriza y catalogó la carretera como “un desastre”.
Las audiencias orales de Nicaragua continuarán el próximo viernes 24 de abril.