¿Realmente Nicaragua necesita aviones rusos para combatir el narcotráfico internacional? ¿Contribuye a la democracia del país y a la estabilidad de la región centroamericana el reabastecimiento militar de Nicaragua? ¿Cómo se ve en el vecindario que un vecino con quien se tienen diferencias limítrofes adquiera modernas naves de guerra? ¿Qué prioridades debería asumir el segundo país más pobre de América, el gasto social o el gasto militar? Las interrogantes son muchas después que el Ejército de Nicaragua admitió en febrero pasado que busca, con el apoyo de Rusia, adquirir naves “defensivas” para combatir el narcotráfico internacional en las aguas del Mar Caribe. El anuncio despertó las alarmas de preocupación fuera de nuestras fronteras y las críticas adentro.
Elvira Cuadra, directora del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), dijo que es debatible el argumento del Ejército para buscar las naves rusas y renovar su armamento para combatir el narcotráfico internacional.
“El argumento ahora es renovar y comprar armamento para la lucha contra el narcotráfico. Pero ese es un argumento debatible por varias preguntas que flotan en el aire: ¿Tiene Nicaragua una estrategia de país definida para la lucha el narcotráfico? ¿Cómo se articula o complementa esta estrategia respecto al resto de países centroamericanos? ¿Cómo se articula respecto a las políticas de seguridad de otros países como México, Colombia, Estados Unidos? ¿El armamento que se está comprando responde a esa estrategia? ¿Es apropiado para la lucha contra el narcotráfico? ¿Qué consideraciones se han tomado respecto al acuerdo de “balance razonable de fuerzas” y el Tratado Marco de Seguridad Democrática de Centroamérica? ¿Se han considerado las reacciones del resto de países centroamericanos, se ha considerado que esto puede dar pie a una escalada armamentista en la región?”
INVERSIÓN MILLONARIA
Si bien el general de Brigada Adolfo Zepeda, inspector general del Ejército de Nicaragua, negó que se busquen aviones ofensivos sino defensivos, la información internacional surgida de fuentes rusas y revistas especializada de seguridad y defensa, hablan de MiG-29.
Cada uno de estos aparatos de guerra se valoran en aproximadamente 29 millones de dólares y una flota de al menos seis de ellos le costaría al país 174 millones de dólares, más del doble del presupuesto anual de 82 millones de dólares asignados a Defensa en el presupuesto general de 2015.
1,795 millones de córdobas es el presupuesto que el Estado de Nicaragua asignó al Ejército en el año 2015. Un avión MiG-29, de los que se dice podría adquirir el país, cuesta aproximadamente 776 millones de córdobas, es decir, aproximadamente el 43.2 por ciento de su presupuesto.
A criterio de Cuadra, para un país con tanta pobreza como el nuestro, la prioridad debería ser el gasto social para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que Nicaragua suscribió en el año 2000 para superar ocho metas que buscan reducir la pobreza y la vulnerabilidad social: “La situación económica del país y especialmente la vulnerabilidad de ciertos grupos de población frente a la pobreza y extrema pobreza requiere que todos los recursos y esfuerzos estén dirigidos a resolver este tipo de retos”.
Según cifras del Banco Mundial, el 42.5 por ciento de 6.1 millones de nicaragüenses vivían en estado de pobreza general hasta 2009, último año que se conocieron datos oficiales en Nicaragua.
¿ES NECESARIO MILITARIZAR LA LUCHA CONTRA LOS NARCOS?
Para Ricardo de León Borge, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Humanidades de la Universidad American College, la experiencia en Centroamérica ha demostrado que militarizar la lucha contra el crimen común y el narcotráfico no ha dado sus resultados.
“Es un error creer que se va a luchar contra el narcotráfico con la compra de más armamento, ya El Salvador, demostró que las capacidades policiales y militares se ven desbordadas en la lucha contra el narco o el crimen transnacional, con los planes Mano Dura y Súper Mano Dura”, dijo.
“Honduras aún militarizando la seguridad ciudadana, sigue siendo el país con el más alto índice de homicidios a nivel mundial, igualmente vemos a México que no puede salir de la espiral criminal en la que está sumida desde hace ya varios años, por lo que considero, no es la mejor manera de indicar que Nicaragua luchará contra el narcotráfico, de hecho ya se nos considera como uno de los países más eficientes en esa lucha, sin necesidad de aviones militares de combate, pero si con ayuda técnica, estratégica y financiera”, señaló el catedrático y experto en relaciones internacionales.
“Volviendo al caso de la justificación por el narcotráfico, Honduras y El Salvador, que tienen más y mejor armamento defensivo y ofensivo, aéreo, terrestre y naval, siguen siendo presos de esa delincuencia transnacional, por lo que no se entendería gastar tantos millones de dólares (que además no se tienen) en aviones militares”, observó de León Borge.
En efecto, el informe Atlas Comparativo de la Defensa en América Latina y el Caribe 2014, autoría de la Red de Defensa y Seguridad de América Latina, indica que las fuerzas armadas de Nicaragua son las que menos presupuesto destinan en la región al Ejército, las que menos efectivos tienen y los que menos medios aéreos tienen en comparación con Guatemala, El Salvador y Honduras, ya que Costa Rica y Panamá no tienen ejércitos (Ver infografías adjuntas).
Para de León Borge, aunque el anuncio de Nicaragua proyecta al país no a una hegemonía militar aérea en la región, sino a un equilibrio militar, el proyecto generará tensiones con sus vecinos que, a su criterio, generará a su vez en una carrera armamentista en el istmo.
“Nicaragua planea esa compra, los países del Triángulo del Norte han realizado compras y recibido donaciones de aviones y helicópteros militares, así como armamento, en años anteriores de parte de Estados Unidos, Taiwán Costa Rica, ha recibido pertrechos militares de parte de China Continental”, observa.
“También se puede preguntar ¿qué interés tiene Rusia en la lucha contra el narcotráfico en una zona tan alejada de su territorio? Lo que yo veo en eso, es que ese interés es una fachada, el verdadero interés es posesionarse en América Latina y el Caribe de manera militar, y poco a poco comercial”.
Para él, esto es “una forma de desquitar las ‘donaciones’ hechas a Nicaragua con trigo y buses, hay que estar claros e indicarles a ciertos idealistas que en relaciones internacionales no se regala ni dona nada. Ya Rusia cooperó ahora Nicaragua tiene, no es que quiera o no quiera, que recompensar al ‘amigo y aliado’ comprando aviones de combate, que no necesitamos y lo que es peor no tenemos cómo comprarlos Esto se sumara al renglón de Deuda Externa que ya en los ochenta vimos que fue inmanejable, eso será un regalo para las futuras generaciones”, advierte.
Según su visión, a raíz de este anuncio, los gobiernos de la región van a gastar cada vez más en armamento, aun teniendo economías frágiles y altos índices de pobreza y desigualdad, sobre todo por las tensas relaciones en que viven los países del istmo.
“Las tensiones escalarán y una carrera armamentista está a la vista”, advierte el catedrático.
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