14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El día que le salió la Virgen a Valeriano

Valeriano madrugó un día más levantándose a las tres y media de la mañana, a como lo venía haciendo desde que tenía 6 anos, cuando empezó a acompañar a su papá en las salidas a pescar. Las madrugadas en Casares eran el único momento del día que hacía fresco, ya que las brisas del revoltoso mar del Pacífico llegaban hasta el caserío donde Valeriano y la Manuela vivían con sus 3 hijas, cuatro chanchos, tres gallos, ocho gallinas, una vaca, y tres perros que parecían quirinas andando.

Donald McGregor Raskosky

Valeriano madrugó un día más levantándose a las tres y media de la mañana, a como lo venía haciendo desde que tenía 6 anos, cuando empezó a acompañar a su papá en las salidas a pescar. Las madrugadas en Casares eran el único momento del día que hacía fresco, ya que las brisas del revoltoso mar del Pacífico llegaban hasta el caserío donde Valeriano y la Manuela vivían con sus 3 hijas, cuatro chanchos, tres gallos, ocho gallinas, una vaca, y tres perros que parecían quirinas andando. Las eternas bebederas de Valeriano, junto con el sol, el viento y la sal le habían proporcionado un rostro de viejo, mientras su constante actividad física le mantenía su cuerpo en condiciones atléticas congruentes con sus 35 anos de edad.

Mientras la Manuela preparaba el termo de café y juntaba suficientes sobras de la noche anterior para hacerle el bocadito a su marido, Valeriano alistaba el trasmayo que ya había tendido la tarde anterior, y cortaba la carnada del día. Al meterle el café y la comida en su mochila, la Manuela grito: “Jodido Valeriano, nosotros viviendo coyol quebrado coyol comido, y vos con este maldito guaro —Cuando jodido vas a aprender? No ves que ya ni ropa le puedo comprar a las muchachas y para el guaro sí tenés. Sos un desgraciado —Ojalá te llevara ese jodido mar”. La Manuela había encontrado la eterna botella de Chila que Valeriano religiosamente llevaba en sus salidas a pescar. Con su machismo latente Valeriano le contestó: “ Y vos creés que con tus lavadas de ropa en el río le vas a dar de hartarse a esta familia?, Ay regreso en la tarde con un gran mero para venderlo y suficiente pescado para que se harten vos y tus hijas, Adiós”. Camino a la playa, Valeriano pasó recogiendo a su hermano Chente y a sus tres sobrinos, quienes vivían en una casa que de pared tenía un enorme rótulo de Milca Roja.

Cuando ya los cinco estaban en alta mar, empezó a nublarse, y un vendaval de Padre y Señor nuestro cubrió el cielo. Los vientos estremecieron la lancha y le arrancó un remo a uno de los chavalos, por lo que quedaron como un manco desesperado, y ahí fue cuando el miedo se tomó el alma de los cinco.En Casares la Manuela se aferraba a su rosario para que no le pasara nada a Valeriano, y le pedía a la Virgen del Socorro que le cuidara a su borrachito querido. La pobre mujer le pedía mil perdones a la Virgen por haberle deseado el mal a su marido antes de irse. En ese mismo instante, Valeriano, abatido por el miedo, el viento y la Chila, volteó la mirada hacia arriba y vio en la punta de la lancha a la Virgen del Socorro, igualita a la efigie que a diario veía en su casa. Valeriano cayó de rodillas, y con un llanto incontrolable le gritaba a la Virgen una retahíla de promesas: “Te juro Virgencita que jamás vuelvo a beber guaro, solo salvame la vida. Te juro que no le vuelvo a gritar a la Manuela. Te juro que no le vuelvo a pegar a las muchachas. Te prometo que todos los 8 de septiembre me voy a ir arrodillado desde la Cruz hasta el casino……” , y de repente se abrió el cielo y la Virgen subió hasta perderse en el infinito celeste.

Al regresar a Casares, todo el pueblo estaba esperando a Valeriano, Chente y los tres chavalos. La Manuela lloraba descontrolada mientras veía la lancha acercarse a la costa, y al apearse Valeriano, la Manuela se le guindó pidiéndole perdón y besando a su borrachito querido.

Cultura literatura archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí