Rezaye Álvarez M.
Para cubrir este déficit, según los cálculos de hace cinco años, son necesarios 1,200 millones de dólares.
Ricardo Meléndez, presidente de Cadur, aseguró que si bien existen varias urbanizadoras en las zonas cercanas a los volcanes Momotombo y Apoyeque, esto “no significa que esa zona va a tener menos plusvalía”.
Meléndez afirmó que los 53 proyectos de Cadur se han venido construyendo “en base a un planeamiento urbano”.
Sobre las afectaciones en viviendas de las urbanizadoras, Meléndez dijo que desde el terremoto del 10 de abril hasta ahora, no tienen ningún informe de viviendas colapsadas en las más de 15,000 viviendas que han levantado.
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Que Managua siga en expansión y se siga construyendo, teniendo en cuenta la vulnerabilidad sísmica de la capital, es “el mayor error” que se ha cometido tras el terremoto del 23 de diciembre de 1972.
Para el geólogo William Martínez, de la Asociación de Geólogos de Nicaragua, “el mayor error que se hizo en Managua fue la reconstrucción, que prácticamente no se hizo”.
Según Martínez, “en toda ciudad que ha pasado por una situación como la de Managua, un año después usted no ve señales de que ahí pasó algo, en Managua ya pasaron 42 años y todavía se están quitando las reminiscencias, (por eso) es urgente la no expansión de Managua, reconstruir lo que era el centro y hacerlo de una manera planificada del uso del terreno”.
Lo dicho por Martínez se complementa con las cifras: según estudios de la Cámara Nicaragüense de la Construcción (CNC), el 80% de las construcciones de Managua son informales, no supervisadas y con materiales deficientes.
ALGUNOS MATERIALES NO OFRECEN CALIDAD REQUERIDA
Precisamente sobre los materiales de construcción se refirió el arquitecto Fernando Valle Castillo de la CNC, quien aseguró que ellos hicieron un muestreo de la calidad de los materiales y la participación de las empresas constructoras constituidas formalmente, encontrando que en el caso de las bloqueras, una participación del 45% de la producción no cumplía con la calidad requerida.
Asimismo encontraron que algunas de las varillas de hierro en el mercado no ofrecían los estándares indicados, igual descubrimiento hubo en cuanto a la composición de las mezclas. Según Valle Castillo, al construir con materiales deficientes, sumada a la ubicación de las viviendas colocadas en sectores como orillas de cauces, se agravan los efectos de un sismo.
Valle Castillo aseguró que si bien el Reglamento de la Construcción plantea la utilización de material normado, “si este material no cumple con las características, la construcción es más débil de lo que se recomienda para resistir sismos y efectos de la naturaleza”.
Las opiniones de estos expertos fueron vertidas durante el panel Riesgo sísmico de la ciudad de Managua y los retos para su manejo y prevención, realizado en la Universidad Iberoamericana de Ciencia y Tecnología.
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