En octubre de 2012, cuando comenzó el juicio, la pregunta que se planteó fue si un niño de 10 años expuesto a un violento racismo podía comprender la diferencia entre el bien y el mal. La respuesta, según el fallo de la juez en California, es sí: el menor —ahora de 12 años— que mató a su padre neonazi de un disparo mientras dormía es criminalmente responsable del delito de homicidio en segundo grado. La decisión significa que el niño será enviado a un centro de detención juvenil hasta que cumpla los 23 años . Los fiscales argumentaron que el menor mató a su padre, Jeff Hall , de 32 años , para evitar que lo separara de su madrastra. La defensa declaró que el niño, quien había crecido en un ambiente violento, era demasiado joven para entender la diferencia entre el bien y el mal cuando disparó el gatillo, hace dos años. Contrabando de ajo
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