Lucía Navas
El Gobierno de Nicaragua garantiza el pago de la cuota anual como miembro del Banco del Alba (Balba), asignando una partida de 118.6 millones de córdobas en el Presupuesto General de la República (PGR) 2013. Esa partida significa 6.6 millones de córdobas más de la cuota pagada en 2012, que fue por 112 millones de córdobas.
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El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, explicó a LA PRENSA que el monto destinado para el próximo año se ajusta al compromiso adquirido del país como socio del Balba. “Eso tiene que ver con el acuerdo constitutivo del país con el Alba, está conforme al aporte anual que se debe hacer”, refirió brevemente Acosta.
Nicaragua reconoció oficialmente ser socio del Balba en julio del 2009. Esta entidad bancaria fue fundada por los presidentes de Nicaragua, Cuba, Bolivia y Venezuela, el 26 de enero del 2008.
El capital semilla a disponer es de 2,000 millones de dólares, de los cuales Nicaragua debe aportar 28 millones de dólares en cinco años.
Con la cuota del próximo año Nicaragua estaría pagando nueve millones de dólares del aporte que le toca para capitalizar al Banco del Alba, esto a pesar que hasta ahora el país sigue sin obtener un beneficio claro de ser parte de este banco creado con la intención de funcionar como un organismo regional de financiamiento, similar a otros organismos multilaterales como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
SE SIGUE ESPERANDO
Desde hace tres años el Gobierno gestiona porque se abra en el país una sucursal del Balba, prometiendo que se ofrecería a los productores créditos con tasas de interés bajas, pero sigue sin concretarse.
Según el sitio oficial en internet del banco sus miembros son Nicaragua, Cuba, Venezuela, Bolivia y San Vicente y las Granadinas, pero solo tiene sucursal en Cuba, aunque tiene operaciones también con Venezuela.
La única información financiera que refiere es del Programa de Financiamiento al Intercambio Comercial Intra-Alba, que dispone de un fondo de crédito rotatorio para importadores venezolanos para que adquieran productos manufacturados bolivianos en los rubros: textil, madera, cuero y joyería, entre otros.
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