Moisés Martínez
La inversión estimada para la compra del satélite es de 300 millones de dólares, que supuestamente serán financiados por bancos chinos.
La empresa denominada Gran Muralla China es la que se encargaría de construir el satélite y ponerlo en órbita para el 2015.
El artefacto de acuerdo con la propaganda oficial brindaría su servicio de comunicación a toda la región centroamericana.
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Por la vía de un decreto, el presidente inconstitucional Daniel Ortega reformó el reglamento de la Ley Orgánica de Telcor, ente regulador de las telecomunicaciones, para que esta entidad organice las operaciones del satélite que pretende poner en órbita con el respaldo de empresarios chinos.
El decreto presidencial 32-2012 publicado el 3 de octubre en La Gaceta, diario oficial del Estado, reforma los puntos siete y ocho del artículo dos referido a las atribuciones del ente regulador.
“Telcor podrá planificar, administrar y controlar el uso del espectro radioeléctrico y órbitas satelitales, facultándolo para poder suscribir los contratos necesarios para esos fines. El derecho de uso, aprovechamiento y explotación de órbitas satelitales y el espectro de frecuencia radioeléctrica, atribuido y o adjudicado a los servicios de radiocomunicaciones por satélite, se otorgará a través de contrato de concesión”, cita un artículo modificado.
La reforma al artículo ocho cita que Telcor ahora tendrá la facultad de realizar las gestiones y coordinaciones de órbitas satelitales y su espectro de frecuencias radioeléctricas.
Esta reforma es una actualización de una ley similar vigente durante la década de los años ochenta, cuando Telcor no era el ente regulador de las telecomunicaciones, sino el operador estatal del sector.
Dado el carácter regulador que pasó a tener Telcor con la apertura de las telecomunicaciones, se reformó en 2004 estos artículos para adecuarlos al nuevo rol. Sin embargo, el presidente Ortega ahora “revive” y concede estas facultades especiales a Telcor, y las adecua con el proyecto referido a la puesta en órbita para 2015 del satélite denominado Nicasat-1.
El proyecto de telecomunicación es promovido principalmente por uno de los hijos del presidente, Laureano Ortega, desde su cargo en la agencia Procompetencia.
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