14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Dictadura y represión

En Ciudad Darío se está reprimiendo, como en cualquier dictadura, a personas opositoras que participaron en las protestas contra el fraude electoral del 6 de noviembre pasado.

A los representantes del régimen actual no les gusta que se le llame dictadura, pero actúan cada vez más de manera dictatorial. La represión es característica de toda dictadura, cualquiera que sea su índole política, ideológica, económica y social, o su modalidad personal o familiar. De modo que si el gobierno de Ortega reprime a sus opositores, es sin lugar a dudas una dictadura.

La diferencia que hay entre algunas dictaduras, es que unas practican la represión en forma directa y brutal desde que se instalan en el poder, mientras que otras lo van haciendo de modo gradual, pero en ambos casos son dictaduras. Un caso típico de régimen dictatorial que desde el comienzo reprime en forma masiva y sangrienta, ha sido la dictadura del general Augusto Pinochet, en Chile. Y como ejemplo de dictadura que comienza moderadamente y luego va ejerciendo la represión de manera gradual, se puede mencionar a la dictadura somocista, que comenzó “al suave” cuando el general Anastasio Somoza García subió a la presidencia en enero de 1937, pero se fue endureciendo al crecer la oposición y terminó en una orgía de violencia represiva porque Anastasio Somoza Debayle no quiso permitir elecciones libres ni entregar el poder de manera pacífica.

La represión, pues, es inherente a la dictadura de cualquier clase o tipo que sea. La dictadura no puede existir sin reprimir, porque representa la negación de la libertad y la democracia y para permanecer en el poder necesita aplastar a quienes rechazan el autoritarismo y quieren ser gobernados democráticamente.

El actual período de Daniel Ortega nació con el estigma de la ilegitimidad, porque su reelección estaba y está prohibida expresamente por la Constitución Política de la República. También es ilegítimo porque los comicios del 6 de noviembre del año pasado fueron denunciados por la oposición como fraudulentos, y la observación electoral europea los descalificó por falta de transparencia y abundancia de irregularidades. Y como consecuencia, del mismo modo que actuó el somocismo en su comienzo el orteguismo va reprimiendo poco a poco a sus adversarios, utilizando los instrumentos legales y los cuerpos coercitivos del Estado, apretando el cuello de la oposición, estrechando los espacios de participación cívica democrática y cerrando la posibilidad de lograr el cambio de gobierno por medios institucionales, electorales y pacíficos.

Ya desde su período anterior, que sin duda fue legítimo, el gobierno de Daniel Ortega comenzó a reprimir con agresiones de turbas a los activistas de la sociedad civil y las protestas opositoras. Y ahora que es ilegítimo el régimen orteguista ha venido escalando la represión hasta situaciones extremas, como el asesinato múltiple de opositores en El Carrizo y la persecución política y judicial en Ciudad Darío. Por eso decimos que el orteguismo va por el mismo camino del somocismo.

Editorial Opinión

COMENTARIOS

  1. Dennys Sarria
    Hace 12 años

    Vivimos en una lenta pero ascendente dictadura. Lo único que se necesita para desinstalar este esqueleto, es algo que no ha logrado ninguna organizacion social o partido, unir al mismo tiempo y en el mismo sitio a la poblacion indignada. Los indignados son la mayoria. Recuerden, hay sandinistas y sandinistizados, los últimos se corren al ruido de los caites. Cual es el problema a resolver? los indignados estan divididos por razones sociales anteriores! Quien una-vence

  2. Silvio
    Hace 12 años

    Todo irá convergiendo hacia un solo punto de poder que es Ortega y su familia. Igual que Somoza. Ya el desarrollo municipal debe pasar por la aprobación del CPC. Una a una las leyes, que no tienen oposición en la asamblea, irán concentrando la dictadura y la represión ante las protestas no se hará esperar. El resultado es el mismo de hace 30 años, empobrecimiento del pueblo y salida de capitales, confiscaciones tipo rapiña y asesinatos por todos lados

  3. Juan Pueblo BKCC
    Hace 12 años

    Gracias a LAPRENSA y su valioso equipo de hombres y mujeres, unos dedicados a las nobles y profesionales tareas del periodismo y otros al no menos valioso e importante soporte de la administración ejecutiva, han logrado un DIARIO DE PRESTIGIO CONTINENTAL POR SU EXCELENCIA Y SU DEDICACIÓN A PROMOVER Y DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS POR EL BIÉN COMÚN. En ocasión de cumplir sus 86 años de fundación, el pasado 2 de marzo, recordamos a su fundador Mártir, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal

  4. guillermo ayerdis berrios
    Hace 12 años

    Me va a diculpar el senor sanchez sancho, pero pienso que esta en una grave equivocacion, en primer lugar: el periodo anterior de Ortega no ha sido legitimo, porque, y en segundo lugar, para alcanzar la presidencia recurrio a metodos tramposos, chantajeando a A. Aleman, comprando diputados, y amenazando a todo aquel que se le oponia, sin mencionar que el 8% del conteo de votos de las elecciones del 2006 nunca se publico. Asi que, por favor senor comentarista, redacte bien sus articulos, no confu

  5. fernando
    Hace 12 años

    Señor Sánchez, usted acusa a DOS de dictador porque él está contribuyendo a que todo cambie en el entorno político nacional; con DOS en el poder, todos sus patrones están fuera de circulación, y por supuesto, sin posibilidades de vivir de parásitos del pueblo, y esquilmar el erario público como han hecho siempre. DOS quiere reescribir las reglas del juego para adecentar el changarro, y que usted y sus patrones conozcan, por primera vez, la verguenza del papelón que han jugado siempre.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí