Mientras la crisis administrativa interna que vive la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) crece, pobladores de los barrios Riguero Norte y La Habana sufren desde hace cinco días por la falta de agua potable.
Varios de estos pobladores expresaron este miércoles que la situación es desesperante porque en cada casa hay niños y se teme el brote de enfermedades.
Carmen Canales, habitante del lugar, dijo que el problema se ha extendido por varios días y la única solución que Enacal les ofrece es mandar día de por medio cisternas para abastecer con agua la zona.
- Representantes del Instituto Nicaragüense de Defensa de los Consumidores (Indec) y la Organización para la Defensa de los Consumidores (ODC) revelaron recientemente que los problemas por la falta de agua potable se manifiestan en 40 barrios de la capital.
Hace unas semanas Enacal confirmó que 44 barrios capitalinos presentan problemas por falta de agua y explicó que se debía a la incidencia de la temporada seca (verano) en el país, donde se disminuye el flujo de agua de los pozos abastecedores. Además anunció un plan que incluye inversión en proyectos para ampliar la distribución.
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“Es un problema que debe ser resuelto. Ya los chavalos entrarán a clases y tendrán que bañarse por la mañana. En las casas necesitamos agua para realizar las labores cotidianas del hogar y así poder realizar el aseo diario que incluye lavar la ropa, limpiar y bañarse”, expresó Canales.
Maritza Tellería, directora de Relaciones Públicas en Enacal, explicó que la empresa trabaja en la reparación de una tubería de las redes de distribución que presenta problemas por fugas y es la que abastece los barrios afectados.
“Estamos tratando de solucionar el problema lo más pronto posible”, añadió la vocera.
DESESPERACIÓN
La desesperación se notaba ayer en los moradores de cada vivienda ubicada en La Habana y parte del barrio Riguero.
A eso de las 2:30 minutos de la tarde, una cisterna de Enacal apareció y los pobladores salían de sus casas con todo tipo de recipientes, esperanzados en recoger un “poquito de agua”.
Algunos lograron llenar barriles de gran tamaño. Mientras que otros llenaban varios de los más pequeños.
Rosario Menicuchi, habitante del barrio La Habana, dijo que, aunque siempre en su comunidad tuvo problemas con el abastecimiento de agua, había aunque fuera unas pocas horas. La situación empeoró esta semana.
“Antes por lo menos el agua la teníamos en la mañana, pero ahora la comenzaron a quitar todo el día. Para medio resolver el problema tenemos que comprarla. Llenar cada barril nos cuesta hasta 30 córdobas”, agregó Menicuchi.
Otros pobladores afirmaron que la pobreza no les permite comprar agua a diario y que tienen que conformarse con la poca que logran agarrar de las pipas que manda Enacal.
“Todos aprovechamos cuando llegan las pipas para llenar hasta el último barril para poder resistir. No podemos darnos el lujo de estar comprando agua todos los días. A veces vamos donde vecinos solidarios de barrios cercanos a que nos regalen agua, pero eso no se puede hacer todos los días”, intervino Canales.
Otro problema que enfrentan los pobladores es que el agua que lleva Enacal no es la más apropiada para cocinar.
NO PUEDEN COCINAR
“Con el agua de las pipas no podemos cocinar. Primero hay que hervirla para luego lavar las frutas, cocinar el arroz, incluso para poder beberla”, insistió Menicuchi.
Carlos Estrada, otro poblador de la zona, agregó que hasta ayer fue que Enacal envió en cuatro ocasiones las cisternas con agua potable.
“Toda la semana hemos llamado a la empresa denunciando la situación, porque es importante que Enacal se ponga las pilas y resuelva este problema. Todos sabemos que el agua es de suma importancia en cada casa, donde hay que bañar y alimentar a los niños, se necesita lavar la ropa que usamos y limpiar las viviendas. Es complicado estar sin el servicio”, lamentó Estrada.
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