Por Josué Bravo
CORRESPONSAL / COSTA RICA
La disidente del FSLN, Dora María Téllez, considera que el conflicto entre Nicaragua y Costa Rica ha sido sobredimensionado por ambos gobiernos para obtener réditos políticos. Dijo estar segura de que el Ejército de Nicaragua está en territorio nicaragüense y que cinco soldados dentro de un pantano no constituye una invasión, asimismo consideró que no existe posibilidad alguna de un conflicto bélico y que sólo se trata de “una guerra de ladridos” entre los gobiernos de los dos países para sacar los mejores réditos políticos.
“En realidad creo que hay un sobredimensionamiento entra las diferencias entre Nicaragua y Costa Rica y creo que ese sobredimensionamiento ha sido desde el gobierno de Nicaragua y desde el gobierno de Costa Rica”, declaró la ex guerrillera sandinista a una emisora local.
“Francamente cinco soldados en un pantano no es una invasión, pero tampoco es un gesto amigable ni es una manera correcta de resolver los problemas. Por eso yo he estado planteando aquí en Nicaragua la necesidad de que el Presidente Ortega y la Presidenta Chinchilla se sienten a dialogar, pero yo francamente siento de que en ambos gobiernos hay un intento de prolongar artificialmente y darle un mayor nivel de conflictividad al tema porque esto está sirviendo para pulir las imágenes políticas tanto del gobierno del gobierno de doña Laura Chinchilla como del presidente Ortega”, añadió.
Para la dirigente del Movimiento Renovador Sandinista, los dos gobiernos deben tener la capacidad para resolver diferencias técnicas o de otra índole sobre la mesa de negociación, “en la que el ruido, la alharaca y la politiquería en torno a este problema cesen, porque hay gente que quiere hacer candidaturas sobre este tema, otros que quieren posicionarse en las políticas locales y otros que saben que estimular el patrioterismo, es la manera más ventajosa de llamar la atención”.
“Yo creo que lo que debemos de construir es una relación de cooperación entre Nicaragua y Costa Rica que sea permanente. La resolución de la OEA es bastante sana porque estimula a los países a dialogar y que eso es una buena manera de resolver los problemas”, valoró.
EJÉRCITO ESTÁ EN TERRITORIO NICARAGÜENSE
Para Téllez, las tropas del Ejército “están en territorio nicaragüense”, pero al margen de ellos, dijo, “creo que están en un pantano cuya nacionalidad y definición de quien es, está en disputa entre Nicaragua y Costa Rica”.
Consideró que la solución al problema es sentarse a negociar y con métodos satelitales de posicionamiento global que definan bien la frontera, con delineamientos técnicos apegados a laudos y tratados.
“Tanto el gobierno del presidente Ortega como el de la presidenta Chinchilla están claros, de que después de que den una gran vuelta de escalamiento de epítetos, acciones y amenaza, van a llegar a sentarse para resolver el problema por la vía en que hay que resolverlo: hay que amojonar la frontera, hay que hacer los delineamientos técnicos correspondientes y hay que establecer de manera permanente cuales son las maneras en las cuales cada país va ejercer su derecho”, indicó.
“Yo creo no debe haber más dilación ni los pueblos de Costa Rica y Nicaragua deben ser prisioneros de los intereses de politiquería de nuestros gobiernos, eso es la verdad”, añadió.
DISPARATE
Consideró como “una disparatada” que este conflicto pretenda resolverse militarmente, como se ha especulado en Costa Rica, y que no debe haber más “dilación” para sentarse a negociar. “Los pueblos de Costa Rica y Nicaragua no deben ser prisioneros de los intereses de politiquería de nuestros gobiernos, eso es la verdad”, insistió.
“Obviamente le corresponde a los gobiernos deslindar ese tema, nosotros decimos que ese es territorio nicaragüense, los ticos creen que es territorio costarricense. Eso a mi francamente no me causa ningún susto. ¿Como se resuelve? Se resuelve con una comisión técnica, con los laudos, con los documentos y con un amojonamiento correcto de la frontera. Eso no es objeto de ninguna conflictividad”, propuso.
Una vez más insistió en que los dos mandatarios saben que la solución es el diálogo y cree es un disparate pensar en una guerra entre los dos países.
GUERRA DE LADRIDOS
“Yo no veo a nadie queriendo hacer una guerra, simplemente (veo) gobiernos ladrando. Aquí es una guerra de ladridos y no una guerra de verdad. Entonces si nadie va ir a una guerra de verdad, lo que queda es diálogo pero si vamos a dialogar dentro de un mes ¿porqué no dialogar antes? No se dialoga antes porque se está obteniendo réditos políticos. Cada gobierno valora sus debilidades en cada sociedad y quiere compensar esas fragilidades políticas de ambos gobiernos a costa de cohesionar la sociedad sobre la base de armar una alharaca gigantesca”, insistió.
En el plano ambiental, considera que si el gobierno costarricense demanda por daños ambientales a Nicaragua, éste puede hacer lo mismo por la minería Crucitas, que de realizarse podría contaminar el San Juan.
“Ya no es cosa de traer topógrafos con una cuerda. Ahora hay una cosa que se llama GPS, se pone un técnico de cada país y vas deslindando la frontera y poniendo los mojones y se resolvió de por vida. Se resuelve de por vida de quien es el suampo y los intereses ambientales son fundamentales. Preocupaciones ambientales hay en los dos lados”, dijo.
“Me preocupa que de Nicaragua y de Costa Rica (surjan) las voces que demandan partámonos la vida, eso es un disparate total francamente. Además yo no veo a ninguno de estos partiéndose la vida. Los que buscan soluciones duras es porque jamás han disparado un tiro”, concluyó la ex guerrillera.