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Memorias de la lucha sandinista

Una obra monumental, Memorias de la lucha sandinista, de mil setecientas páginas, en tres tomos, que abarca desde la gestación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) hasta el derrumbe de la dictadura somocista, será presentada el próximo 10 de noviembre en el Instituto Histórico de Nicaragua y Centroamérica (UCA), por su autora, la Comandante Guerrillera Mónica Baltodano.

Guillermo Cortéz Domínguez

Una obra monumental, Memorias de la lucha sandinista, de mil setecientas páginas, en tres tomos, que abarca desde la gestación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) hasta el derrumbe de la dictadura somocista, será presentada el próximo 10 de noviembre en el Instituto Histórico de Nicaragua y Centroamérica (UCA), por su autora, la Comandante Guerrillera Mónica Baltodano.

En los tres volúmenes titulados: De la forja de la vanguardia a la montaña; El crisol de las insurrecciones , y El camino de la unidad y el triunfo , se presentan doscientas entrevistas a ciento cincuenta guerrilleros y colaboradores del FSLN, realizadas por la autora en su programa radial sabatino Entre Todos, en Radio La Primerísima, entre abril de 1999 y mediados del 2002.

Una tesis central desarrolla la autora en el primer tomo: “La única manera de realizar cambios duraderos y positivos, es con la participación organizada y consciente del pueblo”.

Se ofrecen múltiples datos sobre siete movimientos armados que precedieron al FSLN: la guerrilla del General Ramón Raudales, en 1958; la guerrilla de El Chaparral, en junio de 1959; la Columna 15 de Septiembre, entre octubre de 1959 y 1960; la Columna A.C. Sandino, que dirige el periodista Manuel Díaz y Sotelo, en 1959; la guerrilla de Heriberto Reyes, en Boca de Yamales, en 1959; el Frente Revolucionario Sandino (FRS), que daría lugar al Frente de Liberación Nacional (FLN) que después sería el FSLN.

Mucha información sobre la no muy conocida sublevación de los barrios occidentales de Managua; y acerca de las tres insurrecciones de Estelí y dos en León y Matagalpa, encontramos en el segundo tomo, El crisol de las insurrecciones , que ofrece además dramáticos detalles sobre las masacres cometidas por la Guardia Nacional en Veracruz y El Calvario, en León; y las Palmas y Batahola, en Managua. Los propios protagonistas rememoran la toma del Palacio Nacional, la insurrección de los jóvenes en Matagalpa, y dan detalles inéditos sobre la caída de Germán Pomares en Jinotega.

El camino de la unidad y el triunfo , el tercer volumen, aborda con amplitud la división del Frente Sandinista y su proceso unitario. También acerca del Frente Sur y su estratégico rol de empantanar a la GN en la fase final de la guerra; ofrece una recopilación sin precedentes de nombres y datos de mujeres caídas en diferentes circunstancias; y reseña las acciones armadas más relevantes en Chinandega y Masaya. La trilogía concluye con relatos acerca de la entrada triunfante de los diferentes frentes a Managua.

La Historia oficial que no pudo ser

A inicios de los años ochenta, la dirección del diario Barricada, el órgano oficial del Frente Sandinista, donde yo laboraba, decidió publicar una serie de reportajes sobre los fundadores del FSLN, y los nombres de éstos se barajaron entre los periodistas, tocándome nada menos que Carlos Fonseca. Pero el proyecto fue abortado con sólo la primera publicación, sobre el Coronel Santos López, que le correspondió al colega Juan José Lacayo. Algunos detalles hirieron de tal forma las extremas sensibilidades de esos días de los miembros de la Dirección Nacional del Frente, que los Comandantes ordenaron suspender las investigaciones y publicación de los reportajes.

Como consecuencia de la molestia por aquella publicación, y supuestamente para velar por la correcta interpretación de los hechos, los dirigentes crearon una comisión encabezada por el Comandante de la Revolución Jaime Wheelock Román, para que escribiera “la verdadera historia”. Menos mal que este intento fracasó, porque algunas cosas hubieran sido acomodadas, como algunos textos de la época, mutilados para ocultar “ciertos inconvenientes”. Al contrario, en la obra de Mónica Baltodano no hay consignas oficiales.

No es casualidad que los personajes dominantes de esta extraordinaria trilogía, sean Sandino y Fonseca, en una historia sin las tramposas y adulteradoras limitantes que devienen del ejercicio del poder. “(…). Ambos con una vida personal y política, y una mística de compromiso, que no tienen paralelo, y que sin duda el vacío del presente agiganta y evoca a gritos. Sandino es la bandera, Carlos, el Jefe de la Revolución Popular Sandinista que aún espera, para este nuevo tiempo, nuevos relanzamientos”, clama abiertamente, Mónica Baltodano.

La Prensa Literaria

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