Después de 23 años de presencia oficial en Nicaragua, la cooperación noruega decide retirarse, debido a una decisión política de aumentar su presencia diplomática en naciones emergentes como India, Brasil, Indonesia, China y Rusia.
El embajador Tom Tyrihjell aclaró que en la decisión de su Gobierno, de salir de Nicaragua, no existen elementos relacionados a la crisis de gobernabilidad que enfrenta el país, pero reiteró la preocupación que prima en el ámbito político, que va desde los acontecimientos surgidos con el fraude electoral durante los comicios del 2008 hasta la permanencia de funcionarios de facto.
El embajador confirmó que la sede diplomática noruega en Nicaragua cerrará operaciones en julio del próximo año, y que los programas pendientes, ya que algunos concluyen hasta en el 2013, serán atendidos por una sede regional o directamente en Oslo, capital de Noruega.
Algunos de los actuales funcionarios serán reubicados en otras oficinas.
El diplomático explicó que la reorientación obedece a una estrategia de atender de manera más eficiente sus intereses nacionales, relacionados a aspectos comerciales, así como globales, en los que cita a modo de ejemplo temas como el cambio climático o la lucha contra la pobreza, los cuales, estiman, no se resuelven a nivel de relaciones bilaterales.
Otro elemento es que, siendo un país de 4.8 millones de habitantes, Noruega tiene más de cien representaciones en todo el mundo, por lo que, además del cierre de cinco sedes, va a reducirse personal en otras oficinas.
COOPERACIÓN NO ES ESENCIAL
El embajador Tyrihjell es del criterio que la salida de Noruega no afectará en gran medida la cooperación en Nicaragua, debido a que “no somos los únicos”, ni “esenciales”, y por lo tanto, quieren aprovechar sus recursos en países donde puedan desarrollar los programas establecidos para alcanzar las metas propuestas por su Gobierno.
La observación se basa en las “dudas” que persisten sobre la ayuda venezolana, ya que no entienden por qué no se transparenta y se incluye en el Presupuesto de la República, a pesar de ser una solicitud que han planteado desde hace tiempo.
“Nada ha cambiado en ese sentido, no conocemos el cuadro completo de toda este financiamiento, eso es un asunto que queremos saber, no sólo yo, sino también la comunidad cooperante tradicional de Europa, de América del Norte y de Asia también; nosotros queremos saber de dónde vienen los recursos para saber cómo podemos contribuir a la reducción de la pobreza”.
Estiman que, además de Venezuela, Nicaragua recibe cooperación de otros países, cuya fuente de financiamiento se desconoce.
Menciona a Irán, Rusia, Libia, entre otros.
“Si hay muchos interrogantes sobre la situación en un país, eso influye en las decisiones de los políticos, y tal vez hay algunas interrogantes sobre Nicaragua”, observó el diplomático.
Noruega había reducido los niveles de cooperación bilateral con Nicaragua desde tiempo atrás.
Tyrihjell dijo que aún no valoran la totalidad de la cooperación entre ambos países, ya que la decisión de Noruega fue transmitida la mañana del pasado lunes, y fue comunicada de inmediato a las autoridades de Cancillería.
PREOCUPACIÓN ESTÁ VIGENTE
El diplomático noruego, quien a la vez preside la Mesa de Cooperantes, la que sostenía un diálogo con el Gobierno de Nicaragua, reiteró que mantienen su preocupación ante la situación política del país, y espera que los nicaragüenses logren mantener el camino de la democracia.
“Observamos la situación del orden democrático en el país, que es un poco preocupante desde el punto de vista de nosotros, pero no podemos influir mucho en el quehacer de las instituciones nicaragüenses, porque eso es un asunto de los mismos nicaragüenses; esperamos que eso se resuelva, porque eso va a facilitar una mayor estabilidad en el país, y la estabilidad es importante para la cooperación”, precisó Tyrihjell.
En lo que respecta a la crisis surgida en el Poder Judicial, el diplomático noruego indicó que es una crisis que “estamos tratando de entenderla”, debido a la explicación que brindan, tanto sus defensores, como quienes cuestionan la ilegalidad de todo lo actuado en ese poder del Estado.
“Observamos que hay unas irregularidades en ese sentido, eso nos preocupa como países cooperantes, porque nosotros queremos que haya algunas reglas del juego”, subrayó Tyrihjell.
No obstante, insistió en que es “difícil” entender la política criolla.
CONFÍA EN QUE HABRÁ OBSERVACIÓN
Un punto importante para los cooperantes es el electoral, donde confían en que haya observación electoral tanto internacional como nacional, para brindar mayor credibilidad al proceso, tomando en cuenta que las actuales autoridades son ilegítimas.
Asimismo, esperan que las elecciones nacionales sean confiables, ya que existe el precedente del fraude en las municipales del 2008 y las irregularidades de las regionales en marzo del presente año.
“Es importante que la organización y la conducción de las elecciones sean abiertas, limpias, transparentes, pero lo más importante es que el resultado sea legítimo, que la gente piense que (su) voto contó, que sienta que el resultado refleja su opinión”, reiteró el diplomático.
Para Tyrihjell, el que las elecciones sean ilegítimas, al ser organizadas por funcionarios de facto, es una situación que deberán resolver los nicaragüenses, pero sí estima que hay un aspecto más de fondo.
“Hay un candidato fuerte que ahora está en el Gobierno (Daniel Ortega), y la oposición, los independientes, lo que sea, son muy dispersos, es un reto para la clase política en Nicaragua, que haya una alternativa creíble al Gobierno actual”, opinó el embajador de Noruega.
Al consultarle al canciller Samuel Santos sobre la salida de Noruega y la preocupación externada por la situación de Nicaragua, precedida por las denuncias de fraude, el representante de la diplomacia nicaragüense respondió que no existían problemas en el país, y que todo era producto de “politiquería barata”.
Ante ese criterio, el embajador Tom Tyrihjell no descartó que prime un poco de ambos elementos, tanto de politiquería barata como de una crisis política, a la que, insiste, son los nicaragüenses quienes deben buscar una salida.
Uno de los componentes en los que invertía la cooperación noruega es la lucha contra la corrupción, lucha que a juicio de Tyrihjell avanza muy lentamente.
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