El robo de medidores de agua potable es un problema que crece rápido en el departamento de Managua. Son más de 600 casos en los últimos tres meses, informaron autoridades de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).
El caso más crítico que registra la aguadora en los últimos tres meses es el de Mateare, donde se han perdido 300 medidores de agua.
La directora de Relaciones Públicas de Enacal, Maritza Tellería, señaló que al menos se han perdido 653 medidores en tres meses, lo que indica más de siete por día en promedio.
Eso significa pérdidas económicas elevadas para la empresa aguadora, que deja de facturar el consumo real y aplica una tarifa con cobro mínimo en las casas porque tiene problemas para reponer de inmediato los medidores.
Tellería reconoció que a Enacal se le dificulta resolver estos casos, por lo que coordina con la Policía Nacional un plan para remediar la situación y que detengan a las personas que se dedican a robar medidores para venderlos a compradores de chatarra.
La funcionaria dijo que Enacal también busca el apoyo de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), para frenar ese vandalismo.
“Estos son los registros que tiene la dirección del área comercial de la empresa en los últimos meses. (La situación) es muy crítica y nos preocupa, porque trae pérdidas en la facturación. Además, la empresa tiene que movilizar cuadrillas para atender todas estas emergencias y eso representa gastos. A como te decía, el caso más crítico es en Mateare. No descartamos que sea una banda la que se esté dedicando a robar los medidores de agua”, comentó.
CINCO ROBOS EN LA MISMA CASA
Pobladores de Managua denunciaron a LA PRENSA robos recientes de medidores de agua en la colonia Rubén Darío, Rubenia, Villa Progreso, Rafaela Herrera, Máximo Jerez y Bello Horizonte.
Una ciudadana afectada, que habita en la colonia Rubén Darío y prefirió mantenerse en el anonimato, afirmó que en su vivienda se han robado hasta cinco veces el medidor.
“Es un problema que se viene dando muy seguido. En mi caso se me han robado el medidor varias veces. Los ladrones se llevan también las tapas de la caja donde está el medidor, que es de hierro, y todo lo venden en las chatarreras, dejándonos a nosotros afectados”, afirmó.
La misma ciudadana señaló que reportó los casos a la Policía Nacional y Enacal, porque considera que es una situación de seguridad pública, pero el problema sigue.
“Los casos los denunciamos porque creo que la Policía Nacional debe vigilar con más propiedad los barrios. Aquí en la colonia (Rubén Darío) pagamos vigilancia privada, pero no es suficiente, porque los ladrones llegan y se te llevan lo que pueden. Creo que las autoridades que ejercen el orden público debieran de coordinar más planes de vigilancia pública”, sugirió.
LOS QUE ROBAN
Los afectados señalan como culpables a personas que se dedican a recoger todo tipo de chatarra en carretones o en sacos, que aprovechan ciertas horas de la noche y del día para hacer recorridos en los barrios.
José López es vigilante de la colonia Rubén Darío y calificó a los “robamedidores” como personas “pepenadoras” de chatarra, que se dedican a esto porque así consiguen algún ingreso económico.
“La mayor parte de los medidores que han sido robados en esta zona es en el día. En muchas de estas colonias falta el agua y llega por las noches. Entonces, como los ladrones lo hacen rápido, cuando uno se da cuenta es cuando ve la correntada de agua que sale de los huecos donde estaba el medidor ”, explicó.
LOS COMPRADORES
Víctor Romero es jefe de patio de la chatarrera La Subasta. Explicó que ellos tienen un convenio con las autoridades de la Policía Nacional y la Alcandía de Managua, en que se comprometieron a no comprar ningún metal que tenga procedencia sospechosa.
“Las personas se roban los medidores porque están compuestos de metal, que se puede reciclar, como el hierro, cobre o bronce. Entonces encuentran un negocio en ello al venderlo a chatarreras ilegales”, señaló.
Explicó que usualmente ellos compran el quintal de hierro en 200 córdobas, la libra de cobre en 48 córdobas, la libra de bronce en 30 córdobas y la libra de aluminio en 11 córdobas.
“En el caso del medidor de agua, puede pesar entre tres y cinco libras, dependiendo del material; por eso resulta atractivo. Pero como te digo, nosotros no compramos nada de eso, ni material bélico”, aseguró Romero.
¿POR QUÉ PAGAR?
La vocera de Enacal dijo que la reposición del medidor cuesta 30 dólares y los requisitos que exige la empresa es la factura cancelada y presentar la cédula de identidad.
Sin embargo, Ricardo Osejo, promotor de los derechos de los consumidores, considera que este cobro es ilegal y el usuario no debería pagar para que la empresa aguadora le reponga el medidor.
“La empresa debe ofrecerte el servicio completo y eso incluye reponer sin costo el medidor de agua si se lo roban. El usuario no está obligado a pagar nada, porque los medidores están en la vía pública y le pertenecen a Enacal. La obligación del poblador es pagar su factura de consumo a tiempo”, afirmó.
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