PANAMÁ/ACAN-EFE
Las protestas, que desde hace nueve días protagonizan trabajadores del sector bananero en Changuinola, en el occidente de Panamá, se cobraron ayer el segundo muerto, mientras en la capital las autoridades arrestaron a más de un centenar de líderes sindicales.
En una nueva jornada de enfrentamientos, que han dejado 32 heridos, el ministro panameño de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, confirmó la muerte de un trabajador por perdigones disparados por la Policía en Changuinola, capital de la provincia occidental de Bocas del Toro, que desde el jueves está aislada.
Papadimitriu indicó, además, que fueron liberados tres policías que se encontraban retenidos desde el pasado jueves.
El subteniente J.Pimentel, jefe de turno de la Policía Nacional de Changuinola, indicó que ayer hubo 32 heridos, entre ellos un capitán de la institución que fue herido de bala en una pierna, y que se registraron choques en Puente Torres, donde manifestantes y policías disputan el control del único acceso por carretera a la ciudad.
Los líderes sindicales del sector bananero de Changuinola exigieron ayer la presencia del presidente Ricardo Martinelli, y la derogación de la Ley 30 o “Ley chorizo” para poner punto final a las protestas. “El pueblo bocatoreño le dio el ciento por ciento de los votos a Martinelli y por ello queremos verlo aquí”, manifestó el líder sindical de la bananera Bocas Fruit Company, Omar Becker. Esa controvertida ley permite, en el plano laboral, suspender los contratos de los empleados en huelga, contratar trabajadores en esos casos y utilizar la Policía para garantizar la “protección” de la empresa, cuya “operatividad” queda garantizada, así como la eliminación de la obligatoriedad de la cuota sindical.
Becker celebró, por otra parte, la convocatoria ayer en la capital panameña de una huelga general para el próximo martes, en apoyo a las protestas. Colectivos sindicales, estudiantiles y sociales convocaron a esa huelga general y a una protesta para mañana en una reunión celebrada en un hotel de la capital.
Tras la reunión, la Policía llevó a cabo una redada en la que detuvo a más de un centenar de personas que habían participado en ella bajo la acusación de tener órdenes de conducción.
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