CORRESPONSAL / COSTA RICA
La Cancillería costarricense no está satisfecha con la explicación brindada por la Embajada de Nicaragua en Costa Rica, sobre el aparente uso indebido de vehículos con placa diplomática de parte de la familia del jefe de misión, Harold Rivas Reyes.
En entrevista con LA PRENSA, el Director de Protocolo de la Cancillería costarricense, Javier Sancho, respondió con un tajante “No” a la pregunta si la explicación brindada por la Embajada nicaragüense había satisfecho a las autoridades de su país.
“No está en los parámetros satisfactorios”, añadió Sancho.
El miércoles pasado, la Embajada de Nicaragua en Costa Rica envió la explicación oficial sobre el uso de un Mercedes Benz S500, modelo 2009 y un Porsche, inscritos a nombre del embajador Harold Rivas, y un BMW M3, inscrito a nombre del vicecónsul Guillermo Matus, todos exentos de impuestos y usados —de acuerdo con una investigación del Diario La Nación— por la esposa e hijos del magistrado del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes, lo que ha molestado al diplomático nicaragüense.
En la explicación, la Embajada de Nicaragua plantea que las exoneraciones de estos vehículos de lujo se realizaron amparadas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, la cual concede reciprocidad, y que son propiedad exclusiva, así como su uso, del embajador Rivas y del vicecónsul Matus.
PRESTADOS
También la Embajada argumentó que al ser Nicaragua un país de bajos recursos, estos vehículos son facilitados a funcionarios del Estado nicaragüense y sus familiares cuando llegan a Costa Rica, pero siempre están bajo el dominio del embajador Rivas Reyes y Matus, y son manejados por conductores de esa sede diplomática.
No obstante, esos argumentos no son suficientes para las autoridades costarricenses.
- El diario La Nación, ante la actitud del embajador Harold Rivas Reyes de solicitar intervención de las autoridades ticas para detener la persecución de la que dice ser objeto junto con su familia, estimó que es una demostración del autoritarismo del Gobierno nica.
Para la Embajada nica también eran preocupantes las investigaciones que La Nación de Costa Rica efectuó sobre la estadía de los hijos del mandatario Daniel Ortega en ese país.
Poniéndose con ello en peligro su integridad física, violando su derecho a la privacidad, exponiéndoles al peligro, y dañando sin escrúpulo alguno su dignidad, reputación y otros derechos inherentes a la dignidad de la persona humana, señalaba el escrito de la misión nicaragüense..
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“Esta explicación no es satisfactoria porque el tema está en investigación. La investigación ya está avanzada, casi terminada y así lo hemos comunicado (a la Embajada), ya enviamos la respuesta”, subrayó Sancho.
El diplomático dijo que pronto la Cancillería de Costa Rica informará sobre la investigación.
SE PRONUNCIARÁN EN SU MOMENTO
La viceministra de Hacienda, Loretta Rodríguez Muñoz, por medio del despacho de prensa, informó que no se iba a referir al caso de los vehículos de lujo exonerados a Rivas porque la investigación está en curso.
En declaraciones publicadas por el Diario La Nación, el canciller Bruno Stagno aseguró que el ministerio que dirige tiene “potestad de declarar ‘non grato’ al agente diplomático que incumpla la normativa que regula los privilegios y beneficios otorgados por el país”.
REPUDIO DE NICARAGÜENSES
Aunque el conflicto entre la Embajada de Nicaragua en San José y la Cancillería costarricense —por el uso indebido de vehículos diplomáticos—, sólo ha sido abordado por el Diario La Nación y el tema para la gente común y corriente ha pasado inadvertido, hay nicaragüenses que repudian el actuar de los funcionarios de la sede diplomática nicaragüense.
“Creo que es una mala acción. Deberían de corregir ese error para no dejar mal parado a los nicaragüenses que venimos a trabajar”, opinó Carlos Centeno, quien labora como dependiente en una tienda de San José.
Otro reportaje de La Nación expuso que los hijos del presidente Daniel Ortega (Maurice y Laureano Ortega Murillo) viven en el lujoso complejo de viviendas del presidente del Poder Electoral, Roberto Rivas Reyes, ubicada al oeste de San José.
“Dicen que los hijos de Ortega viven en la casa de Roberto Rivas. Eso demuestra por qué en Nicaragua estos señores hacen y deshacen con las elecciones”, recalcó Juan Cano, originario de Carazo.
“No sabía de las noticias, pero como dicen aquí, tenía que ser un nica y por eso a veces caemos mal. Deberían pagar los impuestos y disculparnos con Costa Rica”, comentó Eugenio Mora, un operario de construcción, quien considera que el embajador Rivas no lo representa.
ASAMBLEA NADA PUEDE HACER
La diputada Jamileth Bonilla, miembro de la Comisión del Exterior de la Asamblea Nacional, explicó que desde ese Poder del Estado poco o nada se puede hacer en el caso del embajador Rivas Reyes, más que deplorar su actitud y emitir, en todo caso cuando regresen de las vacaciones legislativas, una declaración en la que se ratifique que los funcionarios públicos no pueden cometer abuso de la investidura que ostentan.
Según Bonilla, llama la atención el silencio de las autoridades nicaragüenses sobre el actuar de un funcionario público que está siendo investigado en otro país por el posible abuso de beneficios concedidos en tratados internacionales como la Convención de Viena.
“Es raro que no salga a la defensa de un funcionario suyo (ni el Gobierno, ni Cancillería), algo habrá, no sabemos si es que están de vacaciones, aunque es muy raro que salgan en su defensa porque saben que en la mayoría de los casos, que se han presentado anteriormente en otros países, no tienen argumentos para revertir los cuestionamientos que se les imputan”, opinó Bonilla.
Insistió en que todo funcionario público está en la obligación de ser transparente en el ejercicio de su función, y “no tratar de esconder lo que tiene, ni molestarse si la población se entera de lo que tiene”.
Para Bonilla es ilógico que el embajador Rivas Reyes cuestione el trabajo investigativo que realizó el Diario La Nación, si la adquisición y tramitación de los vehículos de lujo en cuestión cumplen con los requerimientos establecidos en la ley, y en verdad son del uso de la sede diplomática y no de la familia del magistrado electoral, que permanece la mayor parte de su tiempo en el país vecino.
Carlos Fernando Chamorro no quiso precisar si la actitud de Harold Rivas Reyes, de pedir censurar a La Nación, es una línea orientada por el canciller Samuel Santos, pero sí que esto pone en dificultades a Nicaragua. “Lo que están haciendo es exhibiendo el peor rostro de Nicaragua, como en efecto dice La Nación de Costa Rica, que ahora la frontera ya no es la línea divisoria jurídica entre los dos países, sino que ese rostro autoritario que transmiten las autoridades nicaragüenses”.
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