Rosario Hernández de López*
Se hace evidente un nuevo estilo de liderazgo. Las empresas nicaragüenses han venido en un desarrollo que implica un verdadero cambio en todos los niveles jerárquicos; lo desean y lo han venido experimentando, puedo decirlo con toda propiedad lo he vivido y he visto resultados.
A través de nuestros seminarios de liderazgo tanto con personas del gobierno, como del sector privado se nota una necesidad personal que tienen de querer hacer mejor las cosas, de estar mejor entrenados y entrenar a todo el personal. Desde interactuar con un cliente, o un proveedor y muchas otras cosas más como emprender un nuevo negocio para aumentar sus utilidades.
Dentro de los ejercicios vivenciales que hacemos en los seminarios de liderazgo, en donde cada uno experimenta y narra sus propias vivencias, nos hemos encontrado dificultades de toda índole, no obstante queremos dejarles una pequeña muestra con el siguiente ejemplo: dificultades para saludar, presentarse, es decir, iniciar una comunicación; comenzamos por conocer y vencer esas barreras que nos impiden lograr esas destrezas como un medio para alcanzar los objetivos que nos trazamos, pensemos entonces qué muchísimas otras cosas podemos enfrentar y emprender de manera diferente en nuestra empresa.
Queremos compartir con ustedes una experiencia específica; narraba un participante: “para saludar a una persona me armé de valor, ya que tenía temor para hablarle y no sabía cómo entrarle”. Cada uno de los participantes le dio retroalimentación entre risas y reflexiones, ya que la mayoría de una forma u otra experimentaba algo similar.
Sin embargo, nos fuimos un poco más atrás, ya que analizamos la razón que lo movía a hacer la actividad; como estaba participando en un seminario, lo realizó como una “tarea” que tenía que cumplir de alguna manera. En primer lugar para no quedar mal ante los demás asistentes y segundo, para salir del paso.
Esta misma persona, un par de meses después continuó su capacitación y en la segunda parte del curso pidió la palabra y se refirió al hecho que les comentábamos anteriormente. Inició dando las gracias a todos, a él mismo y a muchas personas que lo rodeaban, que le apoyaron en su crecimiento personal y mencionó varias situaciones semejantes que se les presentaron en el transcurso de un seminario y otro: A pesar de que al principio sintió algo tonto, lo menospreció en el momento y no le tomó importancia, sin embargo, se vino dando cuenta de lo mucho que le ayudó para alcanzar objetivos pequeños para alcanzar un objetivo mayor. Queremos compartir con ustedes muchos testimonios como éstos.
Situaciones como éstas, nos hace validar que muchos nicaragüenses si están interesados en un viraje al liderazgo actual, sino revisemos: ¿Cómo estamos? ¿Por qué estamos así? ¿Cuál es nuestro aporte? ¿Cómo queremos que nos recuerden? ¿Qué consecuencias trae lo que hacemos? ¿A cuántos afectamos con nuestras decisiones, ya que pueden estar guardando facturas para cobrárselas en el momento oportuno?
*Directora del Instituto de Gerencia y Liderazgo.