Edmundo Paguaga
Negros y tenebrosos nubarrones pretenden de nuevo oscurecer los cielos de Nicaragua, con el anuncio que en días pasados hiciera el señor Daniel Ortega para encabezar la nómina del Frente Sandinista como candidato a la Presidencia en la futura contienda electoral.
Olvida el Sr. Ortega los sufrimientos que ocasionó al pueblo de Nicaragua como Presidente, dejando tras de sí, una estela de desastres administrativos llenos de errores y horrores que por múltiples que son, se cuentan entre otros: expropiaciones injustas, enriquecimientos ilícitos, saqueos, muertes, destrucción, lágrimas y ruinas, implantando un sistema de gobierno ateo, marxista-leninista, totalmente ajeno al quehacer y acontecer político, social y económico de nuestra patria de tradición cristiana y democrática.
Como causa de estos desafueros que provocaron la diáspora de mas de 500,000 compatriotas de todos los estratos sociales; y lo más doloroso aún, que por causa de la guerra, la muerte de miles de jóvenes cuyas madres continúan llorando sus lamentables pérdidas, y niños huérfanos que sufren la ausencia del pan bueno de sus padres.
La América Latina, que siempre llega tarde a las clases de historia de la cual Nicaragua no es la excepción, que aún tiene fresca en su memoria las tristes horas que le tocó vivir en la década de los 80; por ello con el voto castigo sancionó al Frente Sandinista en los años 90 y 96 con su derrota. Sin pretender ser agorero, creo que este heroico pueblo repetirá el castigo en el año 2001.
El péndulo de la historia que se mueve del centro a la derecha, y de la derecha al centro mas no a la izquierda, trinchera reservada al hoy trasnochado marxismo-leninismo, ya se llame socialismo real o socialismo faviano que para el caso es lo mismo, son dos etiquetas de distinto nombre de un solo contenido.
No me cabe la menor duda, que la cúpula sandinista está ubicada en ese mismo lugar por mucho que quieran demostrar lo contrario; porque cuando veo un animal que camina como pato, vuela como pato, come como pato, y grazna como pato, no me cabe la menor duda que es pato.
Parafraseando a Jean Francoise Revel en su libro La Gran Mascarada, digo: La utopía socialista es hermosa como utopía, pero llevada a la práctica es decepcionante, porque lo único que practica es la igualdad de la pobreza, haciendo a los ricos pobres y a los pobres más pobres.
Así las cosas y ante la realidad de los próximos comicios electorales, tengo para mí, que el Partido Conservador, de profundas raíces populares en su tradición histórica junto a los demás partidos democráticos y progresistas, como instituciones de derecho público, organizaciones gremiales y sindicales, empresa privada, y grupos de presión, deben desde ahora nuclear una alianza de salvación nacional, que con desprendimiento de ambiciones personales se presenten unidos para el triunfo de la jornada electoral.
Para lograr tan sanos y patrióticos propósitos, juzgo fundamental la formación de seminarios a nivel nacional, departamental, municipal y cantonal que prepare a los líderes políticos que ante el pueblo sean los portadores de los beneficios de la democracia social, política, económica y agraria que en forma integral ofrezca con títulos de propiedad: brazos a las tierras sin brazo; y tierras a los brazos sin tierra.
Eduquemos cívicamente al pueblo hoy, para no sufrir tiranías mañana. Nuestro lema debe ser: “Juntos valemos mucho, separados valemos poco”.
* El autor fue miembro del Triunvirato de Gobierno (1973-74). * Ex Presidente del Partido Conservador de Nicaragua.