Leonel Henández
La actual problemática del sector farmacéutico debería de ser un tema prioritario para las autoridades de salud. Es plausible la disposición del Minsa en cuanto a retirar del mercado nacional productos farmacéuticos que contienen el controversial principio activo fenilpropanolamina, pero quiero llamar a la reflexión en cuanto a la problemática del sector farmacéutico ya que los medicamentos con potenciales riesgos a la salud que circulan libremente, son apenas una parte del problema.
Existe una tendencia cada vez más creciente del mercado ilegal de los medicamentos que hacen una competencia desleal a los establecimientos farmacéuticos, llámense estos laboratorios, distribuidoras o farmacias, que por cierto se les exige permanentemente el cumplimiento de la Ley de Medicamentos y Farmacia (Ley No. 292), pero se hace poco o nada por combatir el mercado ilegal.
Se continúan abriendo establecimientos farmacéuticos, lo que acentúa la crisis ya que no se logra que todos contraten un profesional farmacéutico a como mandata la ley y siguen operando con personal no calificado para brindar este servicio a la población, lo que constituye también un peligro potencial a la salud.
Las máximas autoridades del Minsa han mostrado una evidente falta de interés al no brindar un despacho solicitado mediante el cual los farmacéuticos de Nicaragua quieren exponer su criterio calificado en muchos temas de interés nacional, referentes, a los medicamentos, su comercialización y el ejercicio de la profesión en donde el mayor componente lo constituye hacer propuestas de solución y ponernos a la disposición como farmacéuticos y colaborar con las autoridades de salud.
Resulta preocupante el hecho de no querer escuchar a los profesionales capacitados en la materia.
Hago un llamado a las autoridades del Minsa para que actúen apegadas a la Ley de Medicamentos y Farmacia y les insto a crear y hacer funcionar la “Comisión Nacional de Evaluación y Registro de Productos Farmacéuticos”, en la cual el Colegio Farmacéutico, las asociaciones médicas, la Facultad de Farmacia de la UNAN y la Facultad de Medicina, tienen una participación directa y así lo establece la ley.
No logro entender cuál ha sido el procedimiento que se ha utilizado para evaluar y registrar medicamentos si estoy enterado que esta comisión nacional no funciona a como dispone la ley. Son funciones de la comisión actuar como un órgano asesor, técnico-científico que supervisa, establece criterios y revisa todo lo concerniente a la aceptación o rechazo sobre el tema de los medicamentos.
Por el bien de la salud de la población, trabajemos unidos y apegados a un Estado de Derecho.
* El autor es licenciado. Químico-Farmacéutico.
Miembro del Colegio Farmacéutico de Nicaragua, filial León.