14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Replantear los escenarios políticos

Freddy [email protected]

El Partido Liberal Constitucionalista (PLC), se esmeró en hacer las cosas “perfectamente mal” para que su principal adversario el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), lo sacudiera en las elecciones municipales.

Vamos al escenario de las posibilidades de replanteamientos en base a cuatro elementos fundamentales: Que el PLC retenga la silla presidencial en el 2001, rediseñarse una estrategia política en el pacto libero-sandinista, impulsar la “venerada” Constituyente para hacer una Constitución Política con nuevas reglas bajo las que se comportará el ejercicio de un nuevo poder en Nicaragua y los réditos económicos que pueda obtener un bipartidismo.

Lo primero sólo es posible si el presidente Arnoldo Alemán y su grupo de aduladores dejan a un lado la soberbia y dan paso a un nuevo liderazgo que no despilfarre los bienes del Estado. El PLC tiene que limpiarse de muchos corruptos, pues está en una carrera contra el tiempo. El PLC debe mirar la montaña de indeseables que hay en las esferas del partido rojo.

El segundo elemento es un replanteamiento respecto al pacto libero-sadinista que quizás ha sido la válvula por donde se le ha escapado el poder a los liberales. En el pacto la diferencia es que el PLC actúa bajo la perspectiva de lo superficial y el FSLN tiene gente con mucha experiencia conspirativa, militante, disciplinada, extenuante que toma las cosas a pecho y trabaja sin límites venciendo cualquier intangibilidad para alcanzar lo tangible. Los sandinistas tienen 10 años de estar trabajando por alcanzar otra vez el poder. Y los liberales ¿qué hacen por retenerlo?

El tercer elemento es la Constituyente, fenómeno que personalmente creo que será el “mete miedo” entre el PLC y el FSLN, según les convenga o les perjudique, pero que de allí podrían salir situaciones que todavía no imaginamos, tal es el caso de la restricción de los espacios y derechos fundamentales de los nicaragüenses. Podríamos entrar a un sistema político que menospreciaría cada vez más al ciudadano, es decir, que sin percibirlo experimentaríamos una democracia “formal” y no una democracia social.

Y el cuarto elemento, está sobre la base de lo que sería el robustecimiento del “bastardo” bipartidismo económico entre el FSLN y el PLC. Lucro y corrupción hasta más no poder.

Debemos tener cuidado a quiénes elegiremos en el 2001. Hay que analizar a profundidad sus programas de gobierno y la viabilidad de los mismos. Al final de cuentas, los políticos se arreglan entre ellos, si el capital nacional o extranjero se siente perjudicado por un sistema político, se va; Estados Unidos nos ve como el traspatio de una casa de pobre y quienes pagamos las consecuencias somos los nicaragüenses.

Veamos qué pasa con el sprint que han iniciado los sandinistas por alcanzar el poder total. Ojalá el poder no los embrutezca nuevamente y que el ala troglodita del FSLN no impida el desarrollo del país.  

Editorial
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí