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Una decisión en la dirección correcta 

El régimen Ortega Murillo tiene un afán desmedido por presentar a Nicaragua como un país de absoluta normalidad.

El régimen Ortega Murillo tiene un afán desmedido por presentar a Nicaragua como un país de absoluta normalidad. Para ello destina una enorme cantidad de recursos para comprar todo lo que pueda, a pesar de lo que la dictadura representa. 

Esto incluye contratar artistas para dar conciertos, con una frecuencia nunca antes vista, e incluso hacer que algunos de ellos hagan propaganda a su favor. En una práctica conocida como sportswashing, promueve un sinfín de eventos deportivos internacionales sin importar si se practican o no en el país. Con el mismo propósito, paga publirreportajes en medios de comunicación internacionales y envía delegaciones a cuanta feria se realiza en el exterior. Incluso, contratan firmas evaluadoras para tratar de conseguir calificaciones positivas en varios temas. 

También, en los diferentes espacios internacionales de orden político y de derechos humanos sigue intentando mostrarse como respetuoso de los convenios, derechos y normas, y cuando es desenmascarado y/o considera que ya no puede obtener beneficios, opta por desvincularse, como lo hizo con la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Pero con el Sistema de Naciones Unidas todavía tiene vinculación, porque sigue recibiendo beneficios de órganos dependientes de la Asamblea General, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros. Aprovecha la falta de congruencia del Sistema ante este tipo de regímenes, a los que les permite oxigenarse con programas como los del PMA, sin tomar en cuenta que violan convenios y compromisos con otras agencias, como sucede con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). 

PMA en Nicaragua. Foto: Cortesía

La OIT es la única agencia tripartita de la ONU 

Dentro de la estructura de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la OIT “está consagrada a la promoción de la justicia social, de los derechos humanos y laborales reconocidos internacionalmente”, y se encarga de promover y vigilar el cumplimiento de los convenios en material laboral suscritos por los Estados. 

La OIT es la única agencia tripartita de la ONU, reúne a Gobiernos, trabajadores y empleadores de 187 Estados miembros, aunque en la realidad son menos los respetuosos del tripartismo. Entre los que irrespetan este esquema está el régimen Ortega Murillo y otros similares, donde ya no existe, porque eliminaron a las organizaciones de trabajadores y empleadores independientes.   

Por haber eliminado este esquema, en 2023 la Organización Internacional de Empleadores (OIE), conforme los estatutos y normativas de la OIT, presentó una queja alegando el incumplimiento por parte de Nicaragua de los Convenios 87, 98, 111 y 144 vinculados a: la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación; el derecho de sindicación y de negociación colectiva; la discriminación del empleo y la ocupación; y sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo).  

Es la segunda vez que la OIE presenta queja contra Nicaragua, la primera fue en 1987 contra el régimen sandinista de aquel entonces, encabezado también por Daniel Ortega. 

En la queja actual, la OIE expuso que en el ámbito laboral Nicaragua vive un momento crítico para la defensa de los derechos fundamentales, particularmente de la libertad de asociación; y para finales de noviembre de 2023 informó de la clausura de más de dos mil Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Sólo un año después, ya son más de 5,500 las asociaciones de la sociedad civil canceladas. La cifra incluye el desmantelamiento total de las cámaras gremiales independientes, desde el nivel nacional hasta el más pequeño municipio del país.  

Oacnudh presenta informe sobre Nicaragua. Foto: Cortesía

En la queja demandan el restablecimiento de libertades 

En la queja se demanda el restablecimiento urgente de la libertad de asociación y el pleno respeto de los derechos humanos de sus miembros.  

Irónicamente durante la reunión de seguimiento del caso, la dictadura de Nicaragua sólo contó con la defensa de Cuba, China, Irán y Rusia que con total desfachatez argumentaron que Nicaragua tiene un Gobierno electo democráticamente que cumple con los convenios internacionales y respeta los derechos humanos; y calificaron la queja como una acción injerencista para desestabilizarlo. 

En respuesta, el 5 de noviembre el Consejo de Administración de la OIT reiteró la profunda preocupación expresada por su Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR) y deploró la ausencia de compromisos del régimen Ortega Murillo que no responde consultas ni facilita información, aunque sí lo hace en el caso del PMA; y lo instó a tratar los temas planteados en la queja, a responder las comunicaciones y a facilitar la información solicitada. Además, decidió enviar una misión tripartita de alto nivel para que evalúe las cuestiones planteadas en la queja.  

Para la Concertación Democrática Nicaragüense (CDN), la decisión tomada por el Consejo de Administración de la OIT es un paso en la dirección correcta, ya que servirá para quitarle la máscara al régimen en este espacio y mostrar que lo menos que Nicaragua tiene es normalidad.  

*Este artículo se publicó originalmente en: www.cdnicaraguense.com 
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Política Daniel Ortega Monteverde Nicaragua

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