Para este miércoles 30 de octubre ha sido programado un debate virtual de la campaña “Déjenlos en libertad”, del Movimiento Mundial por la Democracia, auspiciado por Freedom House, organismo defensor de la libertad y los derechos humanos.
Además, esta institución auspicia una iniciativa en la que participan numerosos organismos y asociaciones de distintos países de las Américas consagrados a defender los derechos humanos, asociado para pedir a personalidades y organismos internacionales que instituyan oficialmente el Día Interamericano Contra la Prisión Política.
Con ese fin han creado la plataforma en línea llamada Está pasando de nuevo, así nombrada porque según se dice en la presentación “para algunas personas la persecución, la represión, el encarcelamiento sin juicio y la tortura a quienes piensan diferente son solo amargos recuerdos de las dictaduras del siglo pasado en América Latina y el Caribe. Sin embargo, esta es la realidad de miles de personas en Cuba, Nicaragua y Venezuela”. Y señalan que en Cuba, Venezuela y Nicaragua hay unos 2,800 presos políticos hasta ahora.
La campaña está colectando firmas de todas las personas que la quieran apoyar, cuya identidad se puede proteger si tal es su deseo. Y precisa que el objetivo es “Visibilizar, concientizar y exigir el cese de las prácticas represivas, crueles e inhumanas”.
“La instauración y conmemoración del Día Internacional en Contra de la Prisión Política —se dice en la petición— representará una demanda permanente de cambio para los regímenes autoritarios que priorizan el poder sobre los derechos de la población. Será un recordatorio constante para la comunidad internacional de no desfallecer en la lucha por la justicia y la libertad. Además, será un mensaje permanente de apoyo para todas las personas presas políticas, quienes han sido víctimas de persecución, torturas y encarcelamiento injustificado. No están solas y no serán olvidadas”.
En realidad es algo de primera importancia, visibilizar a los presos políticos y las condiciones infames en que los mantienen sus verdugos. Todos los presos políticos sufren la soledad, ante todo los que están en celdas de castigos. Pero también los que están encerrados en grupos y pueden hablar entre ellos, porque no hay peor soledad que la de estar separados por fuerza de los seres queridos y las amistades.
La soledad, además de ser la “carencia voluntaria o involuntaria de compañía”, dice el diccionario del español, es también el aislamiento, el abandono, la incomunicación, la separación, el desamparo, el encierro y el destierro. No es por casualidad que las dictaduras imponen esa cruel forma de castigo a los presos políticos, con el propósito malévolo de desmoralizarlos haciéndolos sufrir al máximo, a ellos y a sus familiares.
Sin duda que para una persona que está encerrada e incomunicada, sufriendo los vejámenes de sus verdugos, es un gran alivio emocional saber que afuera de la cárcel no se les olvida, que hay gente que piensa en ellos y demanda su libertad. De allí la importancia de la iniciativa pública de instituir el Día Interamericano contra la Prisión Política, y ojalá que sea atendida.
Inclusive ese día se deberá conmemorar cuando todos nuestros países sean democráticos y por lo tanto no haya más presos políticos. Para mantener vivo en la memoria el recuerdo de la aberrante maldad de la prisión política, que nunca más deberá ser permitida.