El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), a través de medios oficialistas, indicó que están atentos a posibles derrumbes que podrían ocurrir en el Complejo Volcán Masaya, exactamente en el cráter Santiago.
Detallaron que han observado “en el piso del mirador 2 al sur del cráter Santiago grietas con dirección preferencial este-oeste, y otras menores de norte-sur, con gran profundidad y extensión, las cuales en corto y mediano plazo pueden generar derrumbes”.
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Los derrumbes, según el Ineter, podrían “obstruir más el cráter interno aumentando la presión interna del sistema volcánico”.
Explicaron que, “hasta el momento, la fumarola dos —fractura oeste del cráter Santiago— es la más activa, por donde se está emitiendo desgasificación continua e incandescensia”.
Microsismos en el volcán Masaya
El vulcanólogo Eduardo Mayorga indicó que desde el 3 de septiembre pasado el volcán Masaya “comenzó a presentar microsismos”, aunque rescató que “estos ya se han presentado en otras ocasiones y con mayor intensidad, y no ha pasado a más”.
Dichos microsismos, especificó, fueron captados solo por la estación dos del Complejo Volcán Masaya.
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Además, explicó que las grietas mencionadas por el Ineter podrían indicar que “el magma está circulando más cerca de la superficie del suelo, eso se llama deformación, y en ese caso estaríamos ante la posibilidad de que el material que quedó sepultado con el lago de lava colapse, se hunda, producto de que está siendo fundido por el material caliente debajo, que es la lava que está circulando debajo, o haya una explosión”.
Además, refirió que “el cráter Santiago tiene dos miradores, el uno que está al norte y otro al sur, y hasta hace algunos meses había acceso al cráter uno y a las cuevas, pero ahora está restringido en cierto radio. El mirador 2 está restringido desde hace varios años porque se desarrollaron una serie de fracturas con dirección noroeste-sureste y algunas norte-sur, entonces, se asumió que esto representaba mucho riesgo, especialmente cuando llegaban muchos estudiantes”.
Detalló que en el cráter Santiago “hay una serie de fisuras” que ya han sido documentadas y desde entonces “hay una zona propensa a colapsar que está ubicada al oeste, detrás del cráter Santiago”, resaltando que las fisuras que ahora menciona el Ineter, por la ubicación indicada, estarían vinculadas a las anteriores.
Las fisuras en los cráteres de colosos, explicó el especialista, responden a actividades de origen “tectónico y otro por circulación de fluidos, cuando hablamos de esto, es de magma, agua o gases disueltos”.
Además, aclaró que por ahora no hay evidencia de un “evento mayor” o erupción, asegurando que para saber esto se debe hacer un monitoreo continuo de la actividad volcánica del coloso, las fracturas nuevas y existentes, deformación del cráter, temperatura, componente de las aguas dentro de la caldera y en los alrededores.
“La única evidencia, por ahora, es un aumento de mayor desgasificación, de mayor incandescencia, es decir, que se ve el color rojizo dentro de algunas fracturas y eso hace que los gases salgan muy calientes”, agregó.