Feligreses de la parroquia Santo Tomás Apóstol de Corinto, municipio del departamento de Chinandega, informaron a través de la página de Facebook “Corinto Unidos”, que el viernes 16 de agosto dos personas desconocidas, se robaron las ofrendas de la imagen de Jesús de la Buena Esperanza que se encuentra dentro del templo.
La página señaló que las personas que se llevaron las ofrendas pensaron que la corona que tiene la imagen es de oro “pero al percatarse que no era, solo hicieron el daño a la corona y no se la llevaron”.
Fuentes cercanas de la parroquia indicaron a LA PRENSA que es la segunda ocasión en que se registra este tipo de robos en esta parroquia. Además, señalaron que oficiales de la Policía llegaron a la parroquia para investigar el hecho.
“La primera vez saquearon una alcancía del Santísimo”, reveló el feligrés que prefirió omitir su nombre por temor a represalias.
Silencio sobre el robo en la parroquia
LA PRENSA intentó obtener la versión del sacerdote Rommel Padilla, administrador de la Parroquia Santo Tomás Apóstol, pero al cierre de esta nota no respondió a los mensajes. En las redes sociales de la parroquia tampoco se informó nada relacionado al robo.
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El sacerdote Rommel Padilla llegó a esa parroquia en sustitución del sacerdote Marcos Francisco Díaz Prado, detenido el 28 de diciembre de 2023 y expulsado del país el 13 de enero de 2024, junto otros 14 sacerdotes, dos seminaristas y los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, de las diócesis de Matagalpa y Siuna, respectivamente.
Hasta ese momento, Padilla era el encargado del Tribunal Diocesano de la Diócesis de León, nombrado en este cargo por el obispo Sócrates René Sándigo, cuestionado por ser afín al régimen Ortega Murillo.
Entre abril de 2018 y julio de 2024, se registraron 870 agresiones contra la Iglesia católica, 92 de estas en los primeros siete meses de 2024, según la quinta entrega del informe Nicaragua, ¿una iglesia perseguida? de la abogada Martha Patricia Molina Montenegro.