En medio de las amenazas externas que sigue sorteando el tráfico de personas que promueve el régimen Ortega Murillo para agudizar la crisis migratoria de Estados Unidos, pero a la vez lucrarse económicamente, el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) registra a los migrantes como turistas, para vender una falsa recuperación del sector y a la vez promocionar al país como un destino atractivo que incluso supera a otros con reconocimiento mundial, porque ofrece el mismo sol, arena y playas, pero sin las aglomeraciones y el agobiante ambiente que caracteriza a los más populares.
Una reciente publicación del influyente periódico estadounidense USA Today, además de resaltar que Nicaragua recibió el año pasado 1.20 millones de turistas, cifra que incluye a los migrantes que pasan por el país en su travesía hacia Estados Unidos, lo compara con exclusivos destinos de Costa Rica y México.
La publicación asegura que “Nicaragua es una alternativa para los viajeros que aman el encanto y la autenticidad de México, ya que ofrece el mismo sol, arena y surf sin el agobiante ambiente turístico”. La nota que describe a San Juan del Sur como un paraíso, añade que si San Juan del Sur estuviera en Costa Rica, sería Santa Teresa, y si estuviera en México sería Tulum.
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Turistas famosos
Santa Teresa, un pueblo ubicado en Puntarenas, es uno de los destinos de playa más caros de Costa Rica. Constantemente lo visitan celebridades de la talla de Leonardo DiCaprio, Gisele Bündchen, Beyoncé, Jay Z, Hugh Jackman, Zac Efron, Mel Gibson, y las bandas Red Hot Chili Peppers y The Strokes. Incluso algunos de estos personajes son visitantes recurrentes porque allí tienen sus casas de playa.
Mientras tanto, Tulum es un destino turístico que pertenece al estado de Quintana Roo. Lo consideran muy exclusivo y uno de los más caros de México, porque ofrece atractivos naturales, entre ellos ruinas y cenotes cuyos accesos y mantenimiento son muy caros.
Este tipo de publicaciones y la contratación de personalidades que promuevan a Nicaragua como un destino atractivo son parte de una campaña que desde el año pasado impulsa el Intur a nivel internacional; y en la que según el Presupuesto General de la República, durante el 2024 invertirá unos 20 millones de córdobas (un poco más de medio millón de dólares).
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Inversión para promover turismo
Dicha inversión es mínima, en relación con los 161 millones de córdobas (4.40 millones de dólares), que solo durante los primeros tres meses de 2024 obtuvo en ganancias el Aeropuerto Internacional de Managua.
En 2023 con un presupuesto similar, según el informe de liquidación del Presupuesto, el Intur financió la publicación de 215 reportajes escritos y cápsulas audiovisuales para promover a Nicaragua como destino turístico.
Lo que ninguna de esas cápsulas ni publirreportajes menciona es que a diferencia de la exclusividad y tranquilidad que ofrecen a sus visitantes los destinos de Costa Rica y México con los que comparan a Nicaragua, San Juan del Sur no los ofrece, especialmente durante la Semana Santa y otras festividades cuando el mismo régimen promueve la afluencia masiva de la población a la que incluso les pone a disposición buses del transporte colectivo para que se trasladen.
En más de una ocasión esta práctica provocó el reclamo de los empresarios turísticos de la zona que alegaban que la presencia masiva de visitantes que incluso dormían al aire libre en la playa, alejaba a los turistas extranjeros, que prefieren más privacidad, especialmente cuando se trata de celebridades como las que visitan Santa Teresa en Costa Rica.
Son migrantes no turistas
Hasta ahora los personajes de ese nivel que han visitado Nicaragua lo hacen atraídos por la exclusividad que ofrece Mukul, el proyecto que desarrolló el empresario Carlos Pellas en Guacalito de la Isla, en Tola, Rivas; Rancho Santa Ana, Rancho Santa María y otros resorts ubicados en playas cercanas a San Juan del Sur donde las tarifas oscilan entre los 400 y 800 dólares por día, y están alejadas de la ciudad.
Otro dato que no mencionan las publicaciones que promueven a Nicaragua como un destino exclusivo es que en los últimos tres años el Aeropuerto Internacional de Managua se convirtió en un puente aéreo que le acorta la travesía a miles de migrantes que buscan entrar de manera irregular a Estado Unidos.
Ese tráfico de migrantes se ve reflejado en las estadísticas de entrada y salida del aeropuerto de Managua, que según la diferencia entre los pasajeros que entran al país por esa terminal y los que salen en 2022, lo utilizaron al menos 322,400 personas que siguieron el viaje por tierra para llegar a Estados Unidos. El año pasado la tendencia se mantuvo y al menos 306,300 personas usaron esa terminal aérea para acortar su travesía en busca del llamado sueño americano; y entre enero y abril de este año 20,500 personas hicieron la misma ruta.
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Intur retrasa publicación de estadísticas
Todas estas personas entran por el Aeropuerto Internacional de Managua y las contabilizan como turistas, es así que el año pasado de los 1.20 millones de turistas que según el Banco Central de Nicaragua (BCN), llegaron al país y generaron 739.2 millones de dólares en ingresos al sector turístico. Eso provocó que el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés) dijera que en 2023 la actividad turística de Nicaragua tuvo una recuperación del 142 por ciento, la segunda más alta de la región.
Sin embargo, de ese total 306,300 salieron del país por tierra, muchos el mismo día que llegaron, ya que la estrategia que promueve el régimen Ortega Murillo no solo incluye la llegada de vuelos chárter llenos de migrantes sino también una cadena logística que los trae desde América del Sur, Europa, Asia y África, y en Managua los reciben y trasladan a la frontera con Honduras para que sigan su travesía hacia el norte.
Conocer el origen de estos viajeros facilitaría determinar si son migrantes, sin embargo, el Intur ha optado por retrasar por más de un año la publicación de sus anuarios estadísticos que incluyen esta información. A la fecha todavía no publica el de 2023, sin embargo, la publicación del anuario de 2022 reveló un incremento considerable en el ingreso de cubanos y ecuatorianos.
Este incremento coincidió con el incremento de la llegada de ciudadanos de estas nacionalidades a la frontera sur de Estados Unidos, donde existe una crisis que no ha mermado pese a la restricción de visas y otras amenazas que le ha hecho Estados Unidos a las empresas vinculadas en el tráfico de migrantes.