La vocera de la dictadura y primera dama, Rosario Murillo, arremetió nuevamente contra los nicaragüenses a los que el régimen despojó de su nacionalidad, en medio de un discurso en el que aseguró que más personas participarán en el acto del 19 de julio para el 45 aniversario de la revolución sandinista.
“Ahí están los malos, los pillos, los delincuentes, siempre hablando mal, siempre perdidos, porque lucen perdidos. Siempre perdedores, siempre fracasados, porque han fracasado en el intento de doblegar a este pueblo grande”, dijo Murillo.
En su alocución de mediodía de este martes, Murillo tildó a los desnacionalizados como “empleados, hijos de casa y serviles”.
“El que no se sienta orgulloso de lo que hemos hecho a lo largo de nuestra historia no tiene patria. Por eso hay algunos apátridas. Son lacayos, serviles, esclavos de mente, de conciencia. Son hijos de casa, ese término se usaba antes para distinguir a los hijos biológicos de empleados que se tenían en la casa. En este caso no son humildes, algunos tal vez, medio enredados”, dijo Murillo.
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Además se refirió a las víctimas de la “Operación Limpieza”, a como se denomina a la estrategia del régimen orteguista para desmontar las barricadas de manifestantes, principalmente en Carazo, en julio de 20218.
“Generaron sufrimientos intensos en nuestra Nicaragua. Ya no cuentan, porque ni nicaragüenses son, por gracia de Dios”, puntualizó.
En 2023, el régimen orteguita despojó de su nacionalidad a 316 nicaragüenses, 222 de estos al momento de expulsarlos de Nicaragua, donde permanecían como reos de conciencia, el 9 de febrero de 2023. Los otros 94 desnacionalizados, en su mayoría, se encontraban fuera del país y fueron privados de su nacionalidad el 15 del mismo mes, luego de un juicio en ausencia en que fueron declarados “traidores de la patria”.
Rosario Murillo atacó a líderes religiosos
En su alocución de este martes, Murillo dedicó más tiempo para atacar a desnacionalizados y líderes religiosos críticos al régimen, a quienes tildó de malvados.
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“El mal está, gracias a Dios, desterrado de esta patria. Incluso aquellos que se disfrazaban de religiosos, porque un religioso no puede ser malvado. Aquí hemos conocido verdaderos malvados disfrazados de religiosos, pero a nadie engañan. El odio es infame y por eso más infame cuando ese odio salía de bocas y lenguas que se decían representar a Cristo Jesús. ¡Qué atrevimiento!”, arremetió Murillo.
Reacciona a críticas a “superembajadores” del régimen
Luego de la perorata en la que arremetió contra opositores y religiosos, Murillo anunció que Luis Andino Paiz, embajador residente en Burkina Faso, presentó las cartas de estilo ante las autoridades como embajador concurrente de la dictadura en Ghana.
“Allá está el querido compañero Luis Andino Paiz. Y les molesta mucho que sean jóvenes los que representan a nuestra Nicaragua en tantos lugares del mundo. Es que la juventud es el presente y el futuro de la patria. Tenemos el orgullo de contar con una juventud consciente, que recoge las banderas revolucionarias de nuestro Sandino y de todos nuestros héroes”, refirió Murillo.
Mientras el régimen cierra consulados en Estados Unidos y la Embajada de Alemania, abrió al menos 11 embajadas, hasta junio de 2024, en países con los que ha tenido muy poca relación. Especialistas en temas diplomáticos consultados por LA PRENSA aseguran que el régimen podría tener intereses geopolíticos y migratorios.
Además, un recuento elaborado por LA PRENSA detalla que Ortega tiene distribuidas sus embajadas en Asia y África entre seis embajadores. Luis Andino está entre los representantes de Nicaragua en el servicio exterior, es quien tiene menor preparación, sin embargo, el régimen orteguista le ha asignado cuatro embajadas.
La primera representación fue en Burkina Faso, el 9 de noviembre de 2023. Al año siguiente, la dictadura le asignó la representación en Ghana, Togo y Níger.