En medio del auge de la migración irregular en la región de Centroamérica, en buena parte promovida por el régimen orteguista, las cifras oficiales de Nicaragua proporcionadas por la Dirección General de Migración y Extranjería, registran apenas una parte de lo que realmente transita por la región, según un recuento elaborado por LA PRENSA.
La Dirección de Migración y Extranjería de Nicaragua (DGME), que forma parte del Ministerio del Interior (Mint), registró 6,950 migrantes irregulares entre enero y junio de 2024, siendo enero el mes en el que más reportó, con 2,214.
Según los boletines semanales de Migración, esta cartera brinda “atención y asistencia” a los migrantes que ingresan de forma irregular a Nicaragua, aunque no especifica qué tipo de atención les brinda.
Los datos contrastan con las estadísticas de otros países de la región, como Honduras, que registra un incremento significativo en el flujo de migrantes irregulares desde que el régimen orteguista convirtió a Nicaragua en un trampolín migratorio. En el mismo periodo —de enero a junio de 2024— Honduras reportó 248,035 migrantes irregulares.

Un abogado y especialista en Derecho Internacional, que prefirió omitir su nombre por temor a represalias, expresó que no existe una explicación clara sobre los posibles motivos del régimen de registrar poca cantidad de migrantes irregulares que ingresan al territorio nacional. Sin embargo, considera que puede deberse a la misma estrategia del régimen orteguista de promover la migración irregular.
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“Es difícil saberlo con certeza. No obstante, puede tener relación con algunas de las actividades que vienen denunciando sobre el flujo desmedido de migrantes irregulares que pasan por Nicaragua rumbo a la frontera sur de Estados Unidos”, señaló.
Datos contrastan con alto flujo de migrantes irregulares en Honduras
Los datos que brinda semanalmente la DGME muestran una abismal diferencia con las cifras del Instituto Nacional de Migración de Honduras, que registran un significativo incremento año con año.
Por ejemplo, en febrero de 2024, Honduras registró 49,357 migrantes que ingresaron de forma irregular, en su mayoría, desde la frontera con Nicaragua. No obstante, Nicaragua solo reportó 1,652 en el mismo período.
“Es precisamente lo que llama la atención. Sería interesante ver si están disponibles datos de nacionalidad de los que pasan por Honduras, para saber si se trata de mayoría nicaragüense, lo que explicaría la incongruencia en los datos”, consideró el especialista consultado.
Sin embargo, en junio, Honduras registró 28,360 migrantes irregulares. Es decir, 17,567 menos que los 45,927 que reportó en mayo. Esto significa que en ese mes el flujo de migrantes disminuyó, según los registros oficiales de Honduras.
En ese mismo período, Nicaragua solo registró 442 migrantes irregulares.
Régimen oculta cifras oficiales
A partir de la semana del 4 de abril al 10 del mismo mes, el Mint comenzó a omitir las cifras oficiales de “detección” de migrantes irregulares. De esta forma, la cantidad de migrantes que ingresaron de forma irregular pasó de 1,692 que registró en marzo, a 405 en abril y 545 en mayo.
Sin embargo, retomó de forma intermitente en sus informes semanales la cantidad de migrantes irregulares que ingresan al territorio nacional y la última vez que brindó el dato fue el correspondiente a la semana del 22 al 28 de junio, período en el que registró 228 migrantes que ingresaron irregularmente.
Datos de Honduras demuestran auge de la migración irregular
Una recopilación de datos hecha por LA PRENSA con información pública del Instituto Nacional de Migración de Honduras (INMH), con corte al 12 de junio de 2024, refleja que entre 2021 y el 31 de mayo de este año, al menos 770,979 migrantes —principalmente desde Venezuela, Cuba, Haití, China e India— han cruzado por tierra hacia el vecino país.
Cabe aclarar que no todos los migrantes que cruzan hacia Honduras como parte del camino para llegar a la frontera entre México y Estados Unidos llegan directamente a Managua por medio de aerolíneas, ya que algunos —sobre todo los venezolanos y de otras naciones del sur del continente— empiezan su recorrido antes y por tierra.

Así se comprobó en San Carlos, Río San Juan, donde cientos de migrantes —en su mayoría venezolanos— han improvisado un campamento en una terminal de buses para descansar mientras continúan su travesía. Entran desde Costa Rica y de ahí se trasladan de forma exprés hacia el otro extremo del país.
La estrategia de Ortega de promover la migración está evidenciada en los informes oficiales del Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil (INAC). En 2021, esta cartera reportó que ingresaron 12,177 pasajeros a través de vuelos chárter. Pero en 2022, la cantidad de pasajeros que ingresaron por esta vía incrementó a 165,770. Sin embargo, la cartera no ha actualizado la información relacionada con el 2023 a través de los anuarios estadísticos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide).
Además, entre enero y abril de 2024, ingresaron a Nicaragua a través del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, 256,000 pasajeros, pero solo salieron 235,500. Es decir que, 20,500 pasajeros que ingresaron a través de vuelos no salieron por la misma vía, por lo que pudieron haber salido a través de puntos terrestres irregulares para seguir su rumbo hacia Estados Unidos.