A nivel regional existe preocupación por el impacto que provocará, desde finales de 2024, la entrada en vigencia del reglamento de cero deforestación del Pacto Verde Europeo, en las exportaciones de café, cacao y ganado, hacia los países de la Unión Europea (UE). Sin embargo, en Nicaragua, pese a que envía a ese mercado parte del café y cacao que produce, aún no se aborda el tema. Al menos no de manera pública, ni con los pequeños productores, que en los próximos meses podrían ser los más afectados con la nueva normativa.
Según el Reglamento de deforestación de la Unión Europea (RDUE), desde finales de 2024, en el mercado de la UE para comercializar ganado (carne), cacao, café, palma africana, caucho, soya y madera, habrá que demostrar que estas materias primas están libres de deforestación y producidas legalmente. La nueva normativa establece que:
Libre de deforestación: serán las materias primas producidas en tierras que no hayan sido sometidas a deforestación después del 31 de diciembre.
Producidas legalmente: serán las que cumplan la legislación del país, en este caso Nicaragua, referida a la producción de cada una de esas materias primas.
Según el análisis: ¿Pueden los pequeños agricultores de Centroamérica exportar café a la Unión Europea?, publicado en el blog del Banco Mundial (BM), la nueva legislación de la UE tiene como objetivo evitar que las importaciones de productos básicos contribuyan a la deforestación; y advierte que uno de los más afectados será el café, producto clave en las exportaciones de la mayoría de los países centroamericanos.
Café y cacao entre exportaciones afectadas
En Nicaragua por siglos el café fue el producto estrella de la cesta exportadora, pero en la última década, la carne y el oro compitieron por ese puesto hasta que lograron desplazarlo al segundo lugar en unos años y al tercero en otros. Pese al desplazamiento, el café sigue siendo uno de los tres principales productos de las exportaciones del país; y el mercado de la UE es el destino para alrededor del 35 por ciento de cada cosecha, que en los últimos años ha rondado los 3 millones de quintales.
Según los reportes de la Ventanilla Única de Comercio Exterior de Nicaragua (Vucen), antes Cetrex, en la cosecha cafetalera 2022-2023, alrededor del 1.1 millones de quintales que equivalen al 36 por ciento del total de la cosecha, se vendieron en Bélgica, España, Italia, Alemania, Irlanda, Estonia, Suecia, Países Bajos y Grecia. En cambio con el cacao, aunque se produce en menor cantidad, su principal mercado es Alemania y otros países de la Unión Europea. En 2022 se exportaron unos 249,766 quintales.
El artículo publicado por el Banco Mundial (BM) explica que una vez que entre en vigencia en nuevo reglamento, los importadores (compradores) de estos productos “deberán presentar una declaración que incluya geolocalización y fecha del producto, identificación del proveedor e información verificable de que los productos están libres de deforestación y se han producido legalmente”. Y añade que “también se espera que los importadores evalúen el riesgo de incumplimiento y muestren pruebas de medidas de mitigación del riesgo”.
Pequeños productores con más dificultad
Aunque el análisis publicado en el blog del BM está enfocado en los obstáculos que enfrentará el café y el cacao producido en Guatemala y Honduras, para cumplir este nuevo requisito, un dirigente del sector exportador que por temor a represalias pide anonimato, considera que por la similitud del modelo de producción, el café y el cacao nicaragüenses enfrentarán la misma problemática.
Según el análisis “dados los complejos mecanismos detrás de la deforestación, no es sencillo evaluar hasta qué punto el cultivo de café es un impulsor de la deforestación”. Sin embargo, algunos análisis que se realizaron recientemente en los países vecinos, calculan que un porcentaje mínimo de las áreas establecidas de café y cacao podrían resultar afectadas por la nueva medida.
No obstante, el análisis advierte que “el desafío, sin embargo, radica en el proceso de debida diligencia sobre deforestación-cero solicitado por el RDUE, que se basaría en sistemas de trazabilidad y de información difíciles de obtener para una cadena de valor fragmentada”. Fragmentación que se replica en Nicaragua ya el 30 por ciento de las 180,219 manzanas de cafetales que reportó el IV Censo Nacional Agropecuario (Cenagro, 2011), estaba en menos de pequeños productores con menos de 20 manzanas.
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Sin organizaciones gremiales que apoyen
“A pesar de su noble objetivo, a la fecha el RDUE corre el riesgo de excluir del mercado de la UE a los agricultores pobres y mal equipados, que no tienen los medios para documentar su estatus libre de deforestación”, advierte el análisis publicado en el blog del BM.
Otro problema, según el dirigente exportador es que estas nuevas normativas se anunciaron en 2021 y a nueve meses de su entrada en vigencia, se conoce muy poco sobre ellas y al parecer las autoridades no están haciendo nada para orientar a los exportadores para que puedan cumplir con los nuevos requisitos.
Además, hay que recordar que ante la ausencia de las organizaciones empresariales, especialmente la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) y la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan), que acompañaban a sus socios en estos procesos, esto se vuelve más complicado.
Ambas organizaciones suspendieron operaciones en marzo de 2023, cuando el régimen Ortega-Murillo le canceló la personería jurídica al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y todas las cámaras que lo integraban, entre ellas APEN y Excan.
Costa Rica cumple requisito de exportaciones
Mientras en Nicaragua se está ignorando el tema, en Costa Rica avanzan para evitar obstáculos a sus exportaciones a partir del 2025. Hace dos semanas envió su primer embarque de café con la certificación de que fue producido sin causar deforestación.
“Se trata de un total de 275 sacos, cada uno con 69 kilos de café de CoopeTarrazú. Este café, resultado del trabajo de alrededor de 69 personas productoras del sur del país, garantiza que se ha cosechado en fincas costarricenses que luego de diciembre 2020 no han deforestado con el fin de extender su frontera agrícola… De esta forma, Costa Rica demuestra que podrá cumplir con la medida que Europa exigirá para entrar a sus mercados a partir de 2025”, dice una nota publicada en el sitio web, organización que ayudó a los cafetaleros a alcanzar esa meta.
Además, Gustavo Jiménez, director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE), explicó que “en ocho meses y gracias a la institucionalidad y al gran compromiso del sector cafetalero nacional, se lograron definir los parámetros de cumplimiento requeridos por la Unión Europea(UE) ante el Pacto Verde”.
¿Qué hacer para mantener exportaciones a la UE?
Según el análisis publicado en el blog del Banco Mundial, para cumplir este requisito los países deben realizar inversiones focalizadas, mientras que los sistemas “sectoriales públicos-privados podrían reducir la carga de generar evidencia para los actores individuales, y facilitar el acceso a información verificable sobre el uso de la tierra y la deforestación”.
Aconsejan desarrollar y gestionar sistemas nacionales de monitoreo forestal, seguimiento de áreas de cultivo de café, y registros de fincas que puedan proporcionar mapas confiables y evaluaciones en tiempo real de la escala de deforestación, el uso de la tierra y la ubicación de las parcelas de café. “Se pueden aprender lecciones de otras cadenas de valor que han desarrollado medidas para garantizar la trazabilidad”, dice el documento.
Además, advierte que será “fundamental aumentar la conectividad de los agricultores a través de herramientas digitales y comunicación desde las instituciones sectoriales. Las organizaciones y cooperativas de productores, los intermediarios formales, y las entidades del sector público pueden desempeñar un papel crucial en la centralización y distribución de conocimientos y servicios y en la prestación de asistencia técnica a los agricultores”.
El documento concluye asegurando que “la importancia del café para los medios de vida rurales y las oportunidades que presenta el mercado europeo, motivan una mirada más cercana a las posibles respuestas hacia el cumplimiento con el RDUE”. Por lo que “es necesario invertir estratégicamente, en innovación digital, capacidad y capital humano, para construir una cadena de valor del café sostenible, inclusiva e integrada en Centroamérica”.