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Gisela Sánchez Maroto, Executive President of the BCIE for the period 2023-2028.

Golpe a Ortega en el BCIE: No más créditos, ya superaron los límites de acceso al financiamiento

Gisela Sánchez, presidenta ejecutiva del BCIE, dijo que tanto Nicaragua como El Salvador habían superado los límites de los créditos que pueden recibir del banco.

Un posible frenazo en el acceso a los préstamos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) asoma contra el régimen de Daniel Ortega, que en los últimos años había convertido a la entidad en su principal financiador ante la imposibilidad de conseguir con más facilidad recursos en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Gisela Sánchez, presidenta ejecutiva del BCIE, en entrevista con un medio regional, dijo que tanto Nicaragua como El Salvador habían superado los límites de los créditos que pueden recibir del banco, por lo que se enfocará durante su gestión, que comenzó en diciembre del año pasado, en diversificar la cartera, lo que implicará frenar la ampliación de recursos hacia estos dos países centroamericanos.

En entrevista con Redacción Regional, Sánchez explicó que existe una alta concentración de la cartera en dos países. En El Salvador es de un poco más del 25 por ciento; seguido de Nicaragua (alrededor de un 22 por ciento); un tercer lugar Honduras (con un 17 por ciento); después Costa Rica (con un 10 por ciento) y Guatemala (con un 5 por ciento). “Son los datos al cierre de 2023. Y luego, en los países no centroamericanos, tenemos a Argentina con un 5.8, Dominicana (5.6); Panamá (4.6); Colombia (2.4) y luego Belice con un 0.1 por ciento”.

“Mi objetivo es proteger los límites de exposición por país, diversificar la cartera, hacer más eficientes los gastos del banco y poder trasladar por ende los beneficios a los países que servimos. Es un poco menos atractivo tener una agenda de reforma como la que la que traemos, pero es lo correcto. Es parte de mi responsabilidad, inclusive como mujer, para abrir más puertas a más mujeres, poder demostrar que actuaremos con absoluta rigurosidad técnica, dejando atrás todos aquellos cuestionamientos que se pudieron dar en el pasado”, dijo Sánchez en la entrevista.

Orteguismo está sabido de la decisión

Cuando Sánchez fue consultada sobre si para diversificar la cartera se requerirá frenar la inversión a El Salvador y Nicaragua, ella respondió: “Sin duda alguna. De hecho, tenemos una política de dos límites: un límite suave y un límite duro que no deben traspasarse. Tenemos un plan de acción para retomar esos límites y asegurarnos la diversificación de la cartera. Queremos seguir sirviendo a todos los países, pero queremos tener la responsabilidad de servirlos de una forma más balanceada de lo que se venía haciendo”.

“Es un hecho que tenemos en este momento un nivel mayor de concentración de la cartera, siendo El Salvador y Nicaragua los países que más reciben fondos. Mi objetivo es que tengamos una cartera más diversificada. Más allá de poder dar explicaciones, porque para eso creo que el expresidente del banco pudiera explicar las razones por las que se dio esta concentración de la cartera, sí tengo un compromiso de buscar una mayor diversificación”, dijo.

Dicha decisión ya ha sido notificada a los delegados de Nicaragua y El Salvador, según dejó entrever Sánchez, quien destacó el respaldo que ha recibido de los socios extrarregionales, donde Taiwán es socio principal, seguido de los países centroamericanos, luego Corea, España, Panamá, República Dominicana. “He encontrado esa tierra fértil en el directorio, y especialmente le diría en los países extrarregionales, para que llevemos al banco al nivel que le corresponde”, admitió. “Tenemos un gran apoyo” de los socios extrarregionales, resaltó.

Sánchez dijo que ante su apuesta de diversificar la cartera entre los otros países socios, su apuesta ha sido recibida con “muchísima receptividad” por parte de Nicaragua y El Salvador.

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“En el caso de Nicaragua, muchísima apertura para que podamos blindar y asegurarnos del mejor uso de los recursos. Ellos también entienden cuáles son sus límites. En el caso de El Salvador, lo mismo. Tenemos una claridad de cuáles son los límites actualmente, dónde están ubicados, y de que la única forma de abrir más espacio para financiar a estos países, que están en el tope de los límites, es que podamos hacer crecer al banco. Es la única forma. Si no, estaríamos deteriorando o concentrando más la cartera y ellos quieren también un banco a largo plazo”, expresó.

En diciembre del 2021, el régimen de Daniel Ortega rompió relaciones diplomáticas con Taiwán, para alinearse con China, a cuyo último país la dictadura le entregó los bienes de la embajada de Taipei a través de una confiscación de la sede diplomática. Y si bien El Salvador tampoco tiene relaciones diplomáticas con la isla, lo cierto es que la ruptura del orteguismo con la isla fue abrupta y mantiene un discurso hostil contra Taiwán, que en el pasado fue su principal donante.

Otro elemento que se desprende de la entrevista es que Sánchez viajó hace unos días a Estados Unidos, para reunirse con instituciones de gobierno, “en la línea de rendición de cuenta”, que empezó a desarrollar desde que llegó a la presidencia del BCIE, donde a pocas semanas de asumir la gestión impulsó una nueva política anticorrupción.

Durante su viaje a Estados Unidos, Sánchez dijo que se reunió con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), para exponer la visión del BCIE y su estrategia. Al respecto dijo que “ellos nos hacen solicitudes muy específicas en la relación que tenemos y nosotros cumplimos a cabalidad”.

Ahondando sobre su visita a Estados Unidos, Sánchez dio que tras la reunión con funcionarios de Estados Unidos, Brian Nichols, representante para el hemisferio del Departamento de Estado, publicó un post en sus redes donde dijo: “los Estados Unidos valoran el rol constructivo del Banco en promover o en construir creación de trabajos y desarrollo en Centroamérica mejorando la calidad de vida y atacando las causas raíz de la migración, que es una prioridad para Estados Unidos”.

“Nos dijeron que están claros del rol estratégico que tiene que jugar el banco y que están ahí para apoyarnos. Para mí fue también una gran señal del inicio de esta nueva etapa. Como usted decía, hay un parteaguas, hay un antes y un después y nosotros estamos construyendo una nueva historia para los próximos años”, resaltó Sánchez.

Cabe mencionar que en la lista negra de la OFAC hay una serie de funcionarios del régimen de Daniel Ortega que han sido sancionados por Estados Unidos por corrupción y violaciones de los derechos humanos. Además Nichols es uno fuerte crítico de la administración de Ortega, a quien demanda el retorno de la democracia en Nicaragua.

Investigan préstamos

En el marco de esa nueva política, Sánchez informó que han emprendido una investigación sobre el manejo de los recursos del BCIE en los últimos 10 años para garantizar el buen uso de estos recursos en los países de la región. “De hecho, ahora estamos iniciando análisis de proyectos y una de las acciones que podemos tomar es que un tercero acompañe al BCIE para asegurar el buen uso de esos fondos. En el caso de Nicaragua, vamos de la mano con la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos) para asegurar que nos ayude a hacer la validación del uso de los fondos”, indicó.

La investigación que Sánchez impulsa en conjunto con Transparencia Internacional, la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, se centrará en aquellas operaciones financieras que han sido salpicadas por casos de corrupción o sospecha de malos manejos, explicó Rennie Valladares Alcerro, jefe de la Oficina de Integridad y Cumplimiento, en la misma entrevista publicada por el medio regional.

Según Valladares la investigación incluirá “algunas operaciones particulares en las que hemos identificado que los diez años se quedan cortos. Parte de esta revisión lo que hará es generar un análisis completo sobre los controles y las decisiones que se tomaron sobre la base de esas operaciones para traer, a 2024, cuáles son las brechas dentro del marco normativo y poder tomar determinaciones. Esperamos cerrar en noviembre y claramente estaremos publicando, de una forma transparente, hacia dónde apuntará esta nueva hoja de ruta”.

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El creciente peso del BCIE

Desde el 2018, el anterior presidente del BCIE, Dante Mossi se había convertido en un aliado de Ortega, a quien no dudo en gestionarle fuertes flujos de recursos para hacer frente al impacto de la Nica Act, en Estados Unidos, que había endurecido el acceso a los créditos en el BID y el Banco Mundial por las violaciones de derechos humanos en Nicaragua.

Tal era la camaradería de Mossi con la dictadura en Nicaragua, que Rosario Murillo llegó a calificarlo como el “hermano Dante”, que llegaría en la segunda semana de marzo del 2022 para inaugurar un imponente edificio que el banco levantó en Managua, valorado en 16.5 millones de dólares.

Mossi ignoró las críticas de la oposición nicaragüense por su respaldo financiero a Ortega, que ha masacrado a más de 350 nicaragüenses para retener por la fuerza y la intimidación el poder.

Muestra de ese abrumador apoyo financiero es que según cifras del Banco Central de Nicaragua, en cuatro años de administración de Mossi, Ortega ha conseguido en préstamos del BCIE 1,408.7 millones de dólares (2019-2022), el monto es superior a los 800.4 millones de dólares que se aprobaron en los últimos cinco años bajo la administración del antecesor de Mossi, Nick Rischbieth.

Durante la administración de Rischbieth, que estuvo al frente del BCIE entre el 2008 y 2018, el régimen de Ortega consiguió 1,006.2 millones de dólares en préstamos (2009-2018), menos que los 1,408.7 millones que se le aprobaron durante los últimos 4 años en la administración de Mossi.

El respaldo de Mossi significó un promedio anual de 352 millones de dólares anuales, frente a los 100.6 millones que se entregaron en promedio por año bajo el mandato de Rischbieth en diez años.

Economía BCIE Daniel Ortega archivo

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