Alto, flaco y con dos martillos en sus manos, Nilo Guerrero está empezando a hacer ruido en los Estados Unidos. El nicaragüense que es una de las jóvenes promesas del terruño se vio obligado a abandonar su tierra para buscar un mejor futuro y, ahora, se está forjando su propio camino en un nivel altamente competitivo. La noche de este jueves noqueó en el primer asalto a Dan Hernández, un mexicano que pretendía acabar con el récord invicto del pinolero (8-0, 7KOs), pero en tan solo un asalto terminó dormido en la lona tras recibir una izquierda paralizante.
“La dedicación es la clave”, dice Nilo, quien tenía un año y medio sin subir a un ring hasta que la promotora Toro Promotion le dio el chance que tanto anhelaba en enero de este año cuando debutó oficialmente en tierras norteamericanas. Y es que Guerrero, de 23 años, era una estrella del boxeo amateur en Nicaragua, pero cuando llegó a los Estados Unidos tuvo que olvidarse por meses del pugilismo. “Tenía que trabajar”, confiesa. Primero fue “chirroquero” (persona que se dedica a colocar sheetrock o tablaroca en las construcciones), luego empacaba pollos en una compañía, pero el gusanito por el boxeo siempre estaba presente.
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Cuando Nilo recibió la noticia que Toro Promotions estaba interesado en verlo, empezó a entrenarse, fueron dos meses de intenso trabajo que lo hizo bajar 20 libras. “Me sorprendió que me firmaron, me dieron 5,000 dólares por eso y además me dan mensualidades. Ahora me dedico plenamente al boxeo”, relata Guerrero, quien ya tiene fecha de su siguiente pelea: 15 de junio en Tacoma a seis asaltos.
Nilo acumula dos peleas y dos nocauts en los Estados Unidos y en total suma ocho triunfos con siete nocauts. Llama la atención por su físico y su pegada matadora. Aunque pelea en 130 libras, tiene planes de bajar a las 126. “La meta de la empresa es ranquearme al final del año y tratar de buscar una oportunidad de título mundial en 2025”, explica el pinolero, cargado de ilusión por convertir su sueño de niño en una realidad.