De cara al sol, pero irremediablemente en el piso, Nicaragua comenzó su aventura en la Serie del Caribe 2024, con una derrota 5-2 ante Puerto Rico, que vino desde atrás para llevarse una victoria revestida de drama y suspenso en su recta final, frente al entusiasmo de una pequeña pero vibrante fanaticada en el IoanDepot Park de Miami, Florida.
El marcador puede ser un poco engañoso porque se abrió justo en el cierre del octavo, cuando Puerto Rico anotó dos veces y le puso el seguro a su triunfo. Sin embargo, hasta el inicio de ese episodio, la pizarra mostraba un 3-2 favorable a los boricuas, quienes echaron mano de todo su bullpen para evitar un rebelión nica en el último instante.
Y aunque nada sustituye a la victoria, los nicas no desentonaron ni lucieron inferiores en un torneo y ante un rival que les superaba en todas las teorizaciones realizadas antes de iniciar la batalla. Hicieron un tremendo esfuerzo, exigiendo a Puerto Rico hasta la angustia, al extremo de haber utilizado siete tiradores para sujetar la ventaja final.
Nicaragua se fue al frente en el marcador 1-0 en el segundo episodio, cuando dobletes de Raudy Read y de Cheslor Cuthbert, agitaron a la pequeña, pero bulliciosa barra nica en el estadio de los Marlins. Eduardo Rivera, un veloz derecho dominicano que juega en Puerto Rico, fue agredido con ese par de misiles, pero evitó mayor daño a base de ponches.
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No obstante, Rivera, quien en su momento fue prospecto de los Yanquis, aunque solo llegó a lanzar en Clase A+, a pesar de sus disparos a 95-96 millas, explotó al arranque del cuarto, cuando Melvin Novoa le conectó un doble y luego dio base a Cheslor, forzando el ingreso del zurdo Christian Torres, quien propinó par de ponches para restablecer el orden.
Ramírez hizo un trabajo laborioso a pesar de que no se presentó ni con su comando usual ni con su velocidad acostumbrada, pero fue sereno y resolvió problemas en el primero, tercero y cuarto episodios, en los que admitió a al menos dos corredores en las bases, pero lució agresivo y calculador, mientras sujetaba la pequeña ventaja pinolera en el marcador.
Sin embargo, Puerto Rico empató 1-1 en el quinto episodio cuando después de hit de Bryan Torres y boleto a J. C. Escarra, Ramírez fue retirado de la colina y su relevo, Jesús Linarez, dio una base que fue clave porque hizo avanzar a Torres a tercera, desde donde anotó luego por elevado de sacrificio de Danny Ortiz para el 1-1 que despertó a la barra boricua.
Y una entrada más tarde, los boricuas se fueron al frente 3-1 en una situación en la que se conjugaron varios factores. Linarez fue retirado tras regalar otra base. Carlos Teller llegó en su ayudó y obligó una rola al shortstop propicia para doble play, pero Brando Leyton perdió balance y solo se logró un out, mientras el camarero Jesús López erraba tiro a primera.
Así que con un out y hombre en segunda (a donde avanzó Elliot Ramos por el error de López), Jack López disparó triple contra Teller y puso adelante a Puerto Rico 2-1. Y tras un out, conseguido sobre Jack López en home tras rola a segunda, Vimael Machín disparó hit y amplió la ventaja boricua a 3-1, que tuvo el peso de una lápida para los pinoleros.
Nicaragua, sin embargo, tenía algo más que decir en el inicio del octavo, cuando tras dos outs, sencillo de Elián Miranda, reemplazado por Saúl Orozco en la inicial como corredor, y doble de Melvin Novoa, apretó la pizarra a 3-2, obligando al mánager boricua Yadier Molina, a traer su sexto lanzador en el juego, Chavez Fernander, quien detuvo la amenaza.
Incluso, dos imparables nicas en el noveno de Norlando Valle y Jairus Richards, obligaron el ingreso de Lincoln Henzman para sellar la victoria de Puerto Rico, justo cuando Nicaragua abrigaba sus últimas esperanzas de una remontada final que nunca llegó. Ricardo Vélez fue el ganador del juego y Linarez cargó con la derrota por los nicas.