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Nicaragua

La Policía Orteguista desde el 2018 ha mantenido un hostigamiento brutal contra la Iglesia católica.

Sacerdotes católicos con miedo e incertidumbre sobre futuras acciones represivas del régimen

Crece la incertidumbre en el clero católico y la población sobre qué otras acciones represivas vienen en contra de la institución religiosa.

 Con el destierro de los 19 religiosos a los que la dictadura envió a Roma el pasado 13 enero, incluyendo a los dos sacerdotes que estaban a cargo de la Diócesis de Matagalpa, se ha dejado en total desprotección esa zona pastoral de la Iglesia católica, además crece la incertidumbre en el clero católico y la población sobre qué otras acciones represivas vienen en contra de la institución religiosa.

Aunque sucedió el destierro de los sacerdotes, obispos y seminaristas las prohibiciones para la salida de manifestaciones de fe y religiosidad popular se mantienen; el acoso a las parroquias, amenazas a los sacerdotes y laicos es permanente.

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Dos sacerdotes adjudicados a la Diócesis de Matagalpa, la cual era dirigida por el desterrado obispo Rolando Álvarez, conversaron con LA PRENSA y manifestaron que el “miedo” los invade y que no pueden confiarse de una “aparente normalidad” que quiere mantener el régimen con las conversaciones obtenidas con el papa Francisco.

“Lo que vive la Iglesia en nuestro país es pleno reflejo de un odio desmedido y con zana, no puedo negar que nos alegra que nuestros pastores estén en libertad, aunque no sea dentro de Nicaragua, lugar donde trabajaban en su ministerio. Pero cada vez somos menos aquí y eso limita mucho que la Iglesia llega a donde están los más necesitados”, reflexiona uno de los sacerdotes.

Además, dice que no se ha dejado de intimidar a la Iglesia con actos de persecución a los sacerdotes y vigilancia constante en las parroquias.

“A esta parroquia vienen agentes de la policía uniformados y vestidos de civil a tomar fotografías, en las misas ahí están, algunos sin distintivo policial, pero ya los conocemos. Eso causa angustia entre los feligreses y los sacerdotes, no podemos movernos a hacer nuestro trabajo con tranquilidad”, menciona.

Invitados a la prudencia

Otro religioso dijo que, aunque permanecen fuertes en oración para realizar un adecuado trabajo pastoral, “siempre hay limitantes, porque no es fácil no contar con un líder como monseñor Rolando Álvarez, un obispo muy querido por sus ovejas, a nosotros nos toca seguir el ejemplo de él desde el silencio”, resalta.

“El papa Francisco nos pide obediencia, y eso es lo que hacemos nosotros dentro de Nicaragua, obedecer y mantenernos firmes con nuestros parroquianos, hoy por hoy debemos apostar por permanecer en nuestras parroquias, acompañando a la gente y siendo muy prudentes”, reflexiona el sacerdote.

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo confirmó en una nota de prensa el 14 de enero que tras “acuerdos con la Santa Sede” garantizaron el “envío y recibimiento en el Vaticano de obispos, sacerdotes y seminaristas” nicaragüenses que estaban en prisión.

“Agradecemos profundamente al Santo Padre, Papa Francisco; a la Secretaría de Estado de la Santa Sede; a su titular, cardenal, su eminencia reverendísima, Pietro Parolin, y a su equipo de trabajo, por las muy respetuosas y discretas coordinaciones realizadas para hacer posible el viaje hacia el Vaticano de dos obispos, quince sacerdotes y dos seminaristas”, refirió el régimen Ortega Murillo.

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Además de los rostros ya conocidos como los obispos Rolando Álvarez e Isidoro del Carmen Mora Ortega se desterró a dos sacerdotes que con anterioridad fueron apresados y luego liberados como son Óscar José Escoto y Jader Danilo Guido Acosta.

El sacerdote nicaragüense Óscar José Escoto Salgado, era el vicario de la Diócesis de Matagalpa, en el norte de Nicaragua.

En menos de un mes la Iglesia católica inicia la Cuaresma con el tradicional Miércoles de Ceniza para dar paso a la Semana Santa. Feligreses esperan que en ese tiempo el régimen logre reflexionar y no limite más a la Iglesia y sus celebraciones de piedad popular.

“Somos un pueblo acostumbrado a salir a las procesiones, nos gusta acompañar a la Virgen en todas sus advocaciones y los santos para agradecer por favores recibidos. Ya llevamos buen tiempo de no hacerlo con tranquilidad, solo espero que esto cambie, aunque nunca se sabe con el gobierno que tenemos”, dijo “Fabiola”, una feligresa de una de las parroquias de Managua.

Agrega que espera que los sacerdotes desterrados se sientan tranquilos y que pronto regresen a su patria.

“Sentimos demasiado la ausencia de nuestros curas, pero espero que pronto vuelvan y también espero que nuestra Iglesia deje de ser perseguida, no le hacemos daño a nadie”, sentencia, mientras dice que es importante mantener “una fe viva en medio de la tempestad”.

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