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Paredón, cárcel, exilio y soledad: así terminaron 13 dictadores latinos

Lo dice la historia: ninguno de los dictadores latinoamericanos que han azotado sus países ha sobrevivido en el tiempo como héroe. Todos sin excepción terminan despreciados, asesinados, presos o huyendo de la justicia y viviendo en aislamiento. Ninguno sobrevive a su legado de terror.

América Latina ha estado sumida, a lo largo de su historia en el siglo XX, por dictaduras de todo tipo: desde las derechistas conservadoras hasta las radicales de izquierda liberal. Al margen de los colores ideológicos, todas han sido trágicas y sus periodos oscuros han dejado estelas de sangre, corrupción, represión y exilio.

No ha habido, de acuerdo con la historia, una sola dictadura buena y sus líderes, sin excepción, han terminado mal: despreciados por sus pueblos; asesinados por los suyos o enemigos; presos y enfermos, viviendo en el exilio sin poder y huyendo o sobreviviendo en soledad, acechados por los fantasmas de sus víctimas.

Ninguno de aquellos que se creyó invencible, eterno y poderoso, sobrevivió al tiempo y a la historia.

Alfredo Stroessner, Paraguay (1912-2006): El general de Ejército gobernó con mano de hierro desde 1954 hasta 1989. Por 34 años y 174 días, su régimen, conocido por su participación macabra en la Operación Cóndor, terminó con un golpe de Estado. Stroessner vivió en exilio en Brasil hasta su muerte en 2006, asediado por la demanda de justicia por sus miles de víctimas.

Augusto Pinochet, Chile (1915-2006): Este general tomó el poder en 1973, derrocando y asesinando al presidente Salvador Allende. Su dictadura, marcada por violaciones masivas de derechos humanos, acabó en 1990. Su legado de desapariciones, torturas, asesinatos políticos y persecución, aun deja huellas en la sociedad chilena. Pinochet murió en 2006 por enfermedades de la vejez, perseguido y rodeado de pocas personas, enfrentando hasta el último día múltiples cargos judiciales por sus crímenes que se resumen en más de 40,000 muertes y más de 1,500 desapariciones forzadas.

Fidel Castro, el dictador cubano, en sus últimos días.

Fidel Castro, Cuba (1926-2016): Este barbado y hablador líder de la dictadura cubana, gobernó Cuba desde 1959 hasta 2008. Falleció en 2016, su figura deteriorada a nivel mundial, rodeado de corrupción de su familia y círculo de poder y de pobreza en general en la isla. Bajo su extendida dictadura fusiló a opositores, confiscó bienes privado, convirtió las necesidades básicas en un lujo, promovió el exilio de cientos de miles, atacó y reprimió la religión y dividió a su pueblo en una minoría violenta y armada contra una mayoría empobrecida y reprimida.

Jorge Rafael Videla, Argentina (1925-2013): Otro militar que lideró un golpe de Estado en 1976 para llegar al poder y dejarlo en 1981. Su régimen fue marcado por desapariciones forzosas (más de 30,000), ejecuciones sumarias, torturas hasta la muerte, abusos sexuales y secuestro de niños, violaciones masivas de derechos humanos, represión contra opositores y corrupción. Murió en prisión en 2013, enfermo, viejo y solo, sin pedir perdón por sus víctimas y repudiado hasta por parte de su familia.

Anastasio Somoza García, Nicaragua (1896-1956): Llegó al poder en 1936 mediante un golpe de Estado, conspiraciones militares y traiciones a granel, incluso contra su propia familia. Instauró un régimen familia basado en el terror militar y la corrupción. Plata para los amigos, plomo para los enemigos y palo para los indiferentes fue su filosofía de mando. Fue herido a disparos por Rigoberto López Perez en 1956 y aunque murió, dejó en el poder a sus hijos con la misma línea sangrienta y corrupta.

Anastasio Somoza Debayle, Nicaragua (1925-1980): Fue formado por su padre en la doctrina militar y se sostuvo como general y dictador hasta 1979, cuando las guerrillas sandinistas apoyadas por la dictadura cubana lo sacaron del poder. Fue asesinado en 1980, en su exilio en Paraguay, por un comando terrorista apoyado por el régimen sandinista. Somoza bombardeó ciudades, masacró a comunidades y grupos sociales, robó, obligó al destierro a miles y terminó despreciado por sus socios, gobiernos y amigos. 

Fulgencio Bastista, a la izquierda, de militar.

Fulgencio Batista, Cuba (1901-1973): Llegó al poder por las armas mediante un golpe de Estado. Fue presidente y jefe militar desde 1952 hasta 1959, cuando fue derrocado por la milicia cubana liderada por Fidel Castro, quien instauró otra dictadura igual de represiva y sangrienta, pero de izquierda. Batista terminó huyendo al exilio: primero a República Dominicana y luego a España, donde murió en 1973.

Manuel Antonio Noriega, Panamá (1934-2017): Este militar codicioso y corrupto, gobernó Panamá de 1983 a 1989, cuando fue derrocado por una invasión estadounidense. Era corrupto y doble agente, trabajaba para la CIA y para los narcotraficantes. Asesinó por dinero y dinero a políticos y empresarios, promovió el negocio de las drogas y las armas y traicionó a sus socios y compañeros de armas. Sus últimos días fueron de prisión y humillaciones. Estuvo detenido en Estados Unidos y Francia, su nombre se usó para crear personajes siniestros en videojuegos y finalmente fue extraditado a Panamá bajo régimen de cárcel. Falleció en 2017 en Panamá tras una larga prisión, despojado de poder y de dinero y despreciado por muchos países que antes le tendían la mano. 

Hugo Banzer, Bolivia (1926-2022): Otro militar que llega a dictador mediante un golpe de Estado. De 1971 a 1978, su régimen de ultra derecha estuvo marcado por la represión y el terror en contra de toda persona de ideas liberales, socialistas o comunistas. Anuló partidos, sindicatos y elecciones. Asesinó a más de 500 líderes opositores, incluyendo campesinos, estudiantes, empresarios y políticos. Hasta el final de su dictadura, no menos de 35.000 bolivianos fueron arrestados, torturados y exiliados. Fue bajado mediante golpe de Estado y pasó al exilio, pero una amnistía lo trajo de regreso a la política y volvió al poder en los años 90, gracias a los pactos políticos y la corrupción, pero un cáncer lo alejó del poder hasta su muerte en 2002.

Carlos Castillo Armas, Guatemala(1914-1957): Otro militar que llega a presidente tras un golpe en 1954, mediante el cual instauró una dictadura sangrienta. Apoyado por la CIA, su régimen marcó el inicio de una serie de gobiernos autoritarios en Guatemala y es visto como el preludio a un largo período de inestabilidad política y conflicto armado interno en el país, que duró hasta los Acuerdos de Paz de 1996, con un saldo de más de 80,000 muertos. Eliminó opositores políticos, masacró poblaciones enteras y arrasó comunidades indígenas, restringió las libertades civiles y gobernó con un fuerte enfoque anticomunista. Su brutalidad le generó enemigos entre sus mismas fuerzas armadas y uno de sus escoltas personales lo asesinó a disparos en julio de 1957.

Francois Duvalier, Haití (1907-1971): Conocido como “Papa Doc”, fue un líder brutal que gobernó desde 1957 hasta su muerte en 1971. Su régimen fue uno de los más represivos del Caribe, era cruel y sangriento. Creía en el vudú y la magia negra, con su corrupción, sometió a pobreza, dolor, muerte y penurias a su propio pueblo. Llegó desde la política a la presidencia en 1957 y se atornilló en el poder mediante pactos, acuerdos, cambios a la constitución y marrullerías. Instauró una milicia de orden fascista, los Tonton Macoutes, autora de miles de crímenes y asesinatos. Murió en 1971 de diabetes y puso a su hijo de 19 años como jefe de estado. Cuando cayó su hijo por un golpe de Estado, en 1986, la población salió a desenterrar los restos de Duvalier y destruirlos para anular el hechizo del vudú, sus estatuas fueron derribadas y su nombre fue borrado de calles, plazas y edificios junto a su imagen.

El vehículo en el que acribillaron al dictador dominicano, Rafael Leónidas Trujillo.

Rafael Leónidas Trujillo, República Dominicana (1891-1961): Fue un siniestro militar que instauró un régimen de terror desde 1930 hasta 1961, su régimen fue uno de los más brutales contra sus adversarios, con fusilamientos, torturas, asesinatos masivos y ejecucionessumarias. Era ávaro, vanidoso y depredador sexual que no respetaba niñas o mujeres de sus allegados. Se estiman en más de 60,000 sus víctimas directas y cientos de exiliados por su régimen de terror. Fue asesinado en 1961 en una conspiración donde le asestaron 70 disparos. Sus restos han sufrido el exilio: fue enterrado en República Dominicana, luego en Francia y después en España. Su país no ha admitido el retorno de sus restos durante décadas.

Gustavo Rojas Pinilla, Colombia (1900-1975): Este general de extrema derecha y conservador tomó el poder en 1953 mediante un golpe de Estado y gobernó sobre los hombros de los militares y la clase burgesa hasta 1957. Ofreció una amnistía a guerrillas liberales, pero los militares mataron a sus líderes. Bajo su régimen, se ejecutaron masacres contra estudiantes, políticos y sindicatos. Censuró a la prensa independiente y creo una red de medios afines y oficialistas, desarticuló los sindicatos y creó los propios, atacó a la Iglesia Católica e instauró un régimen de espionaje para ejecutar a adversarios políticos, con el apoyo de militares y empresarios. Cayó luego de protestas sociales, un paro laboral y huelgas, más presiones de los empresarios y familias de poder. Se fue al exilio y regresó en los 70 a querer retomar el poder, pero se lo impidieron los grupos de poder. Murió en 1975 sin haberlo logrado volver al poder y odiado por muchos sectores, incluyendo quienes lo usaron para el golpe de Estado. 

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