El padre John Jenkins, presidente de la Universidad de Notre Dame, manifestó que “los esfuerzos de Daniel Ortega para extinguir el catolicismo merecen una condena global de forma más grande y a mayor escala que la actual”, para contrarrestar los ataques del régimen orteguista contra Iglesia católica de Nicaragua.
Jenkins expresó este mensaje en el panel sobre la persecución religiosa en Nicaragua, un evento auspiciado por el Center for Strategic & International Studies (CSIS), realizado el viernes 1 de diciembre en Washington D.C. El padre Jenkins también dijo que el régimen de Ortega “debe ser aislado como un paria internacional por tratar de desaparecer las instituciones católicas, la libertad de culto y la libertad de expresión”.
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El arzobispo Timothy Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, otro de los participantes del panel, dijo que a pesar de la violencia contra sacerdotes y la censura a las actividades religiosas, la Iglesia católica sigue comprometida con el diálogo y la reconciliación, para lograr una resolución de la crisis política y social que se vive en Nicaragua.
“A pesar de todo el dolor que la Iglesia está sufriendo, del odio expresado en violentos ataques en contra de las parroquias y sacerdotes, confiscación de sus propiedades y exilio forzado, hasta la profanación del bendecido sacramento por pandilleros por motivos políticos, la Iglesia está comprometida con el diálogo y con encontrar una vía hacia la reconciliación para buen pueblo de Nicaragua”, manifestó el arzobispo Broglio.
Represión orteguista es un modelo importado de Rusia
El opositor y ex preso politico desterrado, Juan Sebastián Chamorro, único nicaragüense participante como panelista en el evento, dijo que lo que la represión y violaciones de derechos humanos que está viviendo en Nicaragua es parte de un modelo importado de otros países autoritarios y aseguró que es latente que estos eventos se repliquen en otros países de la región.
“Los dictadores tienen un club para ver y compartir lo que el otro está haciendo. Por eso Ortega está exportando el modelo que él mismo importó de Rusia. La leyes con las que nos apresaron son un copia exacta de las leyes que hicieron en Rusia antes”, expresó Chamorro.
Chamorro también señaló la importancia de crear una memoria histórica de los eventos que están ocurriendo en Nicaragua, porque si se olvidan “sería una tragedia” no solo para Nicaragua sino para otros países de la región, que estén en riesgo de caer en el mismo sistema autoritario.
“Este no es un asunto solo de Nicaragua. La persecución religiosa, las violaciones de derechos humanos deben ser denunciadas, pero también analizadas a través de investigaciones libros, artículos y eventos como este foro, para poder prevenir que este modelo se siga expandiendo a otros países”, valoró Chamorro, que estuvo preso casi dos años en Nicaragua por su oposición a la dictadura orteguista.
Ortega en guerra contra la Iglesia católica
En los últimos años, Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo, han radicalizado sus ataques contra la Iglesia católica, hostigando y encarcelando sacerdotes, y prohibiendo todas las actividades religiosas fuera de los templos.
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El caso más emblemático de persecución contra la Iglesia católica, es el encarcelamiento del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, sentenciado a 26 años de prisión por “traición a la patria” y otras acusaciones políticas.
Monseñor Álvarez es uno de los sacerdotes más críticos contra la dictadura, que había resistido a los ataques orteguistas dentro del país, hasta que fue encarcelado en agosto de 2022.
La guerra de la dictadura de Ortega contra la Iglesia católica lo llevó a suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano, tras una crítica del papa Francisco por la detención de sacerdotes en Nicaragua.