La presa política Martha Candelaria Rivas continúa en el Sistema Penitenciario de Mujeres en el departamento de Granada, aunque el caso donde fue acusada de falso testimonio fue descalificado. La detención de esta ciudadana es de carácter político.
Rivas se negó a testificar contra el sacerdote Manuel Salvador García, luego que los medios de comunicación oficialistas aseguraron que ella había sufrido agresiones físicas y psicológicas por parte del religioso. Estos medios también insinuaron que sostenían una relación “íntima”.
Durante la audiencia de adelanto contra el sacerdote García, actualmente desterrado en el Vaticano, Rivas no accedió a firmar la denuncia contra este. Las autoridades además de no aceptar su testimonio, la detuvieron y acusaron de “falso testimonio en perjuicio de la administración de justicia del Estado de Nicaragua”.
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“El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua no ha agotado recursos para asegurar y defender la paz que tanto atesoramos las familias nicaragüenses, y este acuerdo logrado con la intercesión de altas autoridades de la Iglesia católica en Nicaragua y en el Vaticano, representa la voluntad y el compromiso permanentes de encontrar soluciones, en reconocimiento y aliento de tanta fe y esperanza que anima siempre a los creyentes nicaragüenses, que somos la mayoría”, indicó el comunicado del régimen de Ortega luego de desterrar a 12 sacerdotes.
Detenciones con violencia machista
El Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas ha documentado la detención de 17 mujeres, lo que representa el 20 por ciento de las personas privadas de libertad por razones políticas.
Excarceladas, organismos de derechos humanos y organizaciones opositoras han documentado detenciones con violencia machista y una reclusión diferenciada a los varones presos políticos. Además de la violencia psicológica a la que están expuestas.
La mayoría de las presas políticas se encuentran en el Sistema Penitenciario de Mujeres La Esperanza. Están en celdas con condiciones de máxima seguridad, en condición de aislamiento y con otras restricciones carcelarias.