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Taxistas de Managua se han visto afectados en los últimos 15 días por las nuevas restricciones emitidas por diversas autoridades de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes ahora les prohíben transportar a migrantes provenientes de Cuba, Haití, países africanos, entre otros, desde el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino hasta las fronteras de Nicaragua con Honduras.
Bajo anonimato por temor a represalias, taxistas dijeron a LA PRENSA que funcionarios del Ministerio de Infraestructura (MTI), de la Policía, del Instituto Regulador de Transporte del Municipio de Managua (Irtramma) y otros les han impedido realizar estos viajes por “órdenes superiores”.
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“Todo empezó porque supuestamente los taxis del aeropuerto se estaban quejando, pero no es así, ellos estaban haciendo su trabajo. La Policía nos está deteniendo y no nos está permitiendo que movamos a los migrantes. Es porque el MTI, el Gobierno o no sé qué funcionarios están buscando cómo apoderarse de esos ingresos, quieren meter buses, quieren adueñarse y por eso nos ponen tantos pretextos y restricciones a nosotros”, dijo uno de los denunciantes.
Otro taxista manifestó que “ahora la Policía manda a rondar patrullas, buscando cómo multarte, no podés hacer el viaje, no podés acercarte al aeropuerto, si te parquéas a dos kilómetros de distancia y querés entrar a pie no te dejan, te sacan. Te dicen que tenés que salir, que no hay permiso para eso y lo único que saben decir es que ‘son órdenes superiores’ y que ellos hacen su trabajo”.
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Según otra fuente que maneja el tema, la prohibición se da bajo el argumento de que “no quieren relajos” en el Aeropuerto Internacional. Uno de los conductores reconoció que algunos taxistas hacían “relajos” por conseguir clientes para los viajes y “eran muchos los que preferían llegar a esperar un viaje con migrantes que andar gastando gasolina para completar un turno”.
Sin embargo, afirmó que no era que se pelearan, sino que “cada quien hacía su mejor oferta y como éramos muchos pues se miraba relajo (…) ahora todos estamos perjudicados y viendo cómo resolver”, dijo el conductor.
Negocio con la migración
En los últimos meses Nicaragua ha visto la masiva llegada de migrantes provenientes sobre todo de Cuba, Haití y países africanos, quienes buscan emprender el viaje por tierra hasta la frontera entre México y Estados Unidos. Es decir que usan el Aeropuerto de Managua como trampolín para alcanzar el “sueño americano”, aprovechando que la dictadura de Daniel Ortega utiliza la migración como negocio que le deja millonarias ganancias por el pago de la tarjeta de turismo y el uso de la terminal, entre otros.
De Haití, uno de los países a los que la dictadura le quitó el requisito de visa para entrar a Nicaragua, llegaban al día hasta 10 vuelos chárter, contratados “por terceros”, de acuerdo con Sunrise Airways, la aerolínea que opera los vuelos. Sin embargo, la semana pasada el gobierno caribeño decidió suspender temporalmente este tipo de vuelos, mientras trabajan en un plan de “reordenamiento”.
En Managua, los migrantes tienen mapeada toda una ruta para llegar hasta las diferentes fronteras con Honduras. Parte importante de esa ruta son los taxistas que los transportan hasta la zona fronteriza. “Comúnmente se agarra para Ocotal, Las Manos y a veces al Guasaule”, subrayó uno de los taxistas.
Hasta ahora, afirmaron los denunciantes, han trabajado con normalidad, pero desde hace un par de semanas empezaron las restricciones. “Ya no podés andar cerca del aeropuerto porque te echan al Irtramma, ha pasado (semanas anteriores) que la Policía pone al Irtramma a detener a los taxistas y le bajan a los migrantes que llevan, eso es un abuso. El gremio taxista no ha querido hacer protesta porque hay temor, hay miedo porque te recetan la cárcel”.
Los denunciantes coincidieron en que a la semana normalmente cada conductor hacía de tres a cuatro viajes, pero ante las nuevas restricciones “nos están quitando el pan de cada día para nuestras familias, porque eso nos generaba dinero para nuestras familias, eso nos daña económicamente porque vivir en Nicaragua no es económico ni barato”.
Coimas en retenes policiales
Otro de los taxistas denunció también que cuando les salían los viajes a las fronteras tenían que preparar 100 córdobas por cada retén policial en la carretera al Guasaule.
“Te paran y no tenés que presentar tus documentos, sino que tenés que alistar tus 100 pesos por cada retén policial, imagínese si son seis retenes. Ellos no tienen por qué detenerte porque los migrantes entraron a Nicaragua por el aeropuerto legalmente, no estábamos haciendo ningún tipo de trata de personas, solo estamos brindando nuestro de servicio de transporte”, aseveró.
Los migrantes, sobre todo haitianos, africanos, cubanos y venezolanos, eran trasladados por los taxistas capitalinos hasta la frontera norte por un precio de 50 dólares por persona, aproximadamente.
Menos taxistas y más retenes
LA PRENSA comprobó que en la zona del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, sobre todo en las dos gasolineras aledañas donde los transportistas solían estacionarse, hay menos presencia de taxistas esperando clientes extranjeros.
Además, la Policía Nacional —a través de la Dirección de Seguridad de Tránsito Nacional— ubicó mayor control en la zona, colocando retenes policiales cercanos a las gasolineras donde los taxistas solían llegar a estacionarse a esperar clientes.
Los conductores explicaron que ahora, para seguir ofreciendo los viajes hasta la frontera, deben buscar lugares privados, sobre todo comercios de venta de comida, en los que estacionan las unidades, consumen algo mínimo para justificar el estacionamiento y luego, cuando pueden, se trasladan a pie al aeropuerto para conseguir clientes.