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Tres lápidas sobresalen de unas tumbas que probablemente eran ciudadanos de origen norteamericano en el cementerio de Greytown, un lugar olvidado pero que ha sobrevivido silenciosamente al paso del tiempo. Foto por: Óscar Navarrete/ LA PRENSA.
Greytown, la ciudad colonial olvidada entre selva y lápidas
Por su posición geográfica, fue una de las ciudades coloniales más importantes de Nicaragua, pero con el paso del tiempo, el lugar ha quedado en el abandono.
Greytown fue una ciudad colonial de gran importancia en Nicaragua. Es la puerta principal de entrada al país por el Caribe Sur, por vía acuática. Fue una ciudad comercial muy próspera en los siglos XVIII y XIX, y de ese bullicioso comercio hoy solo quedan unas cuantas lápidas como testigos mudos del paso del tiempo en este selvático lugar.
Su posición geográfica llamó la atención del empresario estadounidense Cornelio Vanderbilt que en el año de 1850 tuvo la ambición de construir el primer canal transoceánico en el hemisferio llevando inclusive una draga que se instaló en la salida del río San Juan hacia el Mar Caribe y que después fue removida cuando Daniel Ortega delegó a Edén Pastora el dragado del río en 2013.
Greytown estuvo bajo el protectorado británico y era una ciudad movida por un fuerte ambiente comercial donde convivían ciudadanos de varios países del mundo. Los antepasados de muchas familias acaudaladas de Nicaragua pasaron y vivieron en esta ciudad donde dieron inicio a sus actividades económicas.
En 1848, motivados por la construcción de un canal interoceánico, los ingleses ocuparon militarmente el viejo San Juan y nació el nombre de Greytown. El Rey Mosco de aquel entonces escogió ese nombre en honor al gobernador de Jamaica Sir Charles Grey, convirtiéndose así en un puerto libre con su propio gobernador.
En el año de 1860 fue construido el cementerio de Greytown por sus pobladores que al día de hoy son un patrimonio histórico. La guerra de los años ochenta obligó a los pobladores que por siglos habían habitado esta zona selvática del caribe sur a migrar a otros lugares.
Las ruinas de este camposanto están diferenciadas en un cementerio inglés, un español, un mormón, un norteamericano y uno criollo. El cementerio de Greytown está ubicado a unos 10 minutos en lancha de lo que ahora es San Juan del Norte o San Juan de Nicaragua que fue refundado a inicios de 1990 por familias repatriadas y desmovilizados de guerra.
Llegar al cementerio de Greytown no es barato ni fácil. Hay que viajar por tierra a la ciudad de San Carlos luego tomar una lancha que dura un mínimo de 8 horas de navegación hacia San Juan del Norte y luego tomar un bote que en 10 minutos lo lleva al sitio histórico. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.En el campo santo histórico es normal encontrar lápidas o monumentos con dedicatorias a las personas que fueron sepultadas. Estas leyendas siempre llevan un mensaje de esperanza junto a la fecha de nacimiento y muerte de la persona. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Muchas tumbas aún conservan su enverjado original que han sobrevivido al tiempo y al olvido en medio de la maleza que rodea el lugar y el salitre del mar. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Greytown fue una ciudad próspera yven la guerra civil de los ochenta fue quemada por la Contras quedando solamente el cementerio como testigo. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.En el detalle de esta imagen se aprecia un candado elaborado a base de hierro forjado como custodio principal y centuria de las almas que descansan en este antiguo panteón. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.En esta lápida se aprecia una leyenda en español que posiblemente sea una de las últimas personas enterradas en este cementerio. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.El arte de hierro forjado se ve en esta antigua verja que custodia un mausoleo en las ruinas del cementerio de Greytown. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Esta lápida corresponde al cementerio ingles por la inscripción de su leyenda dedicada a Robert A. Craig originario de la ciudad de Aberdeen al noroeste de Escocia. Se lee también que murió a la edad de 46 años en 1864. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Esta lápida en el cementerio estadounidense de Greytown está dedicada a los miembros de la fragata USA Sabine que naufragó cerca de ahí el 23 de septiembre de 1859. En este panteón hay 10 miembros de esa embarcación sepultados. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Un monumento tallado en mármol y dedicado a un niño en el cementerio mormón, el más lujoso de todos en este campo santo que alberga unas 26 tumbas, todas con lápidas de mármol. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Emilia Green esposa de Michel Green nacida el 1 de agosto de 1821 y fallecida el 1 de agosto de 1881 reza la leyenda de esta lápida en el cementerio ingles de Greytown. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.Monumento a un presbítero en el cementerio español rodeado de un enverjado con hierro forjado, el monumento presenta orificios de bala que probablemente son cicatrices de la guerra de los años ochenta cuando la ciudad fue atacada y quemada por la Contra obligando a la población a huir del sitio histórico. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.
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Basado en la forma de las lápidas habían unos cuantos masones en Greytown. Emilia Green nació cuando Centroamérica todavía estaba bajo el dominio de España.
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