La violencia armada por parte de colonos en las comunidades del territorio mayangna Sauni As en el Caribe Norte del país continúa arrebatando la vida de los comunitarios y líderes. Este 5 de julio, Serato Juwith Charly, de 23 años, fue asesinado por colonos armados en la zona de Atipak, cerca de Wilú, la comunidad que quemaron los colonos en marzo pasado.
Juwith Charly era un guardabosques originario de la comunidad Kauhmakwas y según denunció la Fundación Prilaka Community, el joven junto a otros comunitarios andaban de cacería de chancho de monte, cuando fue secuestrado y asesinado. En lo que va de la semana ya son dos guardabosques asesinados por los colonos.
Lea detalles: Guardabosques muerto tras ataques de colonos armados en el territorio mayangna Sauni As
“Este asesinato evidencia una vez más el alto grado de inseguridad a la integridad física en mayangna Sauni y otros territorios indígenas en la Moskitia de Nicaragua. Lo que evidencia también, junto al despojo de territorio, la inseguridad alimentaria, el asesinato de indígenas, la quema de comunidades, y el desplazamiento forzado de familias y comunidades enteras, de forma sistemática, crímenes de lesa humanidad y un proceso de etnocidio cultural en marcha”, denunció Prilaka.
Prilaka Community también reprochó que “ya no importa solo la destrucción de la Madre Tierra (bosques, ríos, biodiversidad) sino también la vulnerabilidad y la indefensión total de la población indígena en los territorios invadidos”.
El martes 4 de julio Sergio Julián, de 42 años, falleció en el hospital de Rosita, Caribe Norte, después de haber sido trasladado de emergencia a ese centro asistencial producto de un ataque que recibió por cuatro hombres armados que le propinaron tres disparos el domingo 2 de julio. Se conoce que Julián fue interceptado en los alrededores de la comunidad indígena Betlehem, territorio mayangna Sauni As, Moskitia, cuando regresaba a su casa, tras una reunión.
Desplazamientos forzosos progresivos
Los defensores y líderes de las comunidades indígenas por años han liderado una lucha incansable por el saneamiento de los territorios, sin embargo, han denunciado que el Estado de Nicaragua hace caso omiso y en su lugar impone autoridades a su favor que son quienes llevan y ayudan a estas personas armadas para que se tomen las propiedades.
La Fundación Prilaka aseguró que en todos los territorios indígenas por dicha vulnerabilidad hay un proceso de “desplazamiento forzoso progresivo, primero de las áreas de cacería y pesca, luego desde las zonas de cultivos, posteriormente desde las comunidades, hacia centros urbanos de la región y ciudades del Centro y el Pacífico del país y también hacia el extranjero”.
Le invitamos a leer: Pobladores de los territorios indígenas del Caribe temen por las inundaciones y pérdida de cultivos ante el incremento de las lluvias
Prilaka Community advirtió que en el rerritorio mayangna Sauni As hay una grave crisis humanitaria con decenas de familias que no han podido cultivar ni pueden vivir en sus comunidades. “Hay inseguridad alimentaria, falta de condiciones adecuadas de vestuario y de un techo para vivir y mucha preocupación con el futuro inmediato familiar ante tanta violencia, impunidad e incertidumbre”, denunció.
La Fundación exhortó a la sociedad nicaragüense, y la comunidad internacional a expresar su repudio permanente “ante estos crímenes mediante denuncia pública y también a no normalizar estos asesinatos ni la destrucción de la Madre Tierra”.
Oacnudh condena los asesinatos
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) condenó este viernes los asesinatos de los dos líderes indígenas en la comunidad mayangna Sauni As durante los últimos 4 días, uno de los cuales fue precedido de un secuestro.
“Las comunidades de este territorio han sido gravemente afectadas en 2023 por la violencia en esta zona”, dijo el organismo.
Enseguida llamó al Estado de Nicaragua, gobernado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a “investigar y dar con los responsables de estos ataques, establecer acciones para evitar que estos hechos se repitan, y garantizar los derechos de las víctimas y sus familias a quienes expresamos nuestra solidaridad”.
Siete asesinatos en 2023
Un monitoreo realizado por el Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (Calpi) señala que en lo que va de 2023, más de siete indígenas del territorio Sauni As han sido asesinados violentamente por invasores o colonos.
El 2021 ha sido el más sangriento de los últimos cinco años, al registrar 18 asesinatos. En el 2020 fueron 13. Los demás años los reportes son menores a cinco.
Los casos más reciente son del indígena Bernabé Palacios Hernández, de 44 años, de la comunidad Alal, asesinado el pasado 24 de abril. La organización Prilaka Community señaló como los autores de este crimen a colonos armados que se encontraban en la parcela familiar.
Así como el ataque al guardabosques Sergio Julián, de 42 años, quien el 2 de julio fue emboscado por cuatro hombres armados que le propinaron tres disparos, falleciendo posteriormente en el hospital de Rosita, Caribe Norte.