La invasión de colonos armados en las comunidades de los territorios indígenas en el Caribe de Nicaragua sigue dejando luto entre los comunitarios. El domingo 2 de julio, el guardabosques Sergio Julián, de 42 años, fue atacado por cuatro hombres armados que le propinaron tres disparos, y producto del ataque el guardabosques falleció en el hospital de Rosita, Caribe Norte.
La Fundación Prilaka Community compartió la información del fallecimiento del guardabosques. Se conoce que Julián fue interceptado en los alrededores de la comunidad indígena Betlehem, territorio mayangna Sauni As, Muskitia, cuando regresaba a su casa, tras una reunión.
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Tras el ataque fue trasladado de emergencia al hospital de Bonanza, sin embargo, por su “grave condición” lo trasladaron al hospital de Rosita, donde falleció la noche del martes 4 de julio a las 8:25 p.m.
Crece el temor entre los comunitarios
Un líder indígena de la zona, que solicitó no mencionar su nombre por temor a represalias, declaró a LA PRENSA que el asesinato del guardabosques deja en indefensión a los comunitarios y a su vez crece el temor entre los mismos indígenas.
“Los comunitarios pierden a un defensor comunitario, a un guardabosque que estaba siempre en la defensa a las comunidades, los comunitarios temen por lo que pueda pasar. El ataque representa la impunidad y también desmonta la narrativa del Gobierno que dice que ha restituido los derechos de los comunitarios, hay una disociación completa de la realidad y la narrativa”, precisó el líder.
En cuanto a como están las comunidades indígenas tras el ataque mencionó que “de luto, llenos de indignación, pero llenos de miedo y temor. En el territorio mayangna Sauni As hay una situación gravísima porque hay familias que no han podido regresar porque no hay garantías de seguridad, hay desplazamiento forzoso de familias que buscan cómo protegerse”.
Casi una decena de asesinatos
La Fundación Prilaka extendió su solidaridad con la familia doliente y asimismo indicó que “abrazamos a nuestro pueblo hermano por la pérdida de un hijo más, quien ha sido víctima del grave conflicto de propiedad que atraviesan las comunidades indígenas de la Muskitia de Nicaragua”.
Enseguida reprochó la “violencia extrema hacia los comunitarios, comunitarias, y comunidades, principalmente el territorio mayangna Sauni As”.
Un monitoreo realizado por el Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (Calpi) señala que en lo que va de 2023, más de siete indígenas del territorio Sauni As han sido asesinados violentamente por invasores o colonos.
El 2021 ha sido el más sangriento de los últimos cinco años, al registrar 18 asesinatos. En el 2020 fueron 13. Los demás años los reportes son menores a cinco.
El caso más reciente es el del indígena Bernabé Palacios Hernández, de 44 años, de la comunidad Alal, asesinado el pasado 24 de abril. La organización Prilaka Community señaló como los autores de este crimen a colonos armados que se encontraban en la parcela familiar.