La construcción privada no consigue levantar cabeza. En el primer trimestre de este año, la actividad continuó acumulando caída en su desempeño, tras registrar una tasa negativa de 15.4 por ciento en términos interanuales, y de 13.9 por ciento en promedio anual.
Según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) el comportamiento observado en el trimestre fue el resultado de menor área efectivamente construida en las edificaciones residenciales (-15.3 por ciento), servicio (-3.8 por ciento), e industria (-40.1 por ciento), y aumentos en las obras de comercio (14.5 por ciento).
Por zona geográfica, el área efectivamente construida en Managua registró una disminución interanual de 3.0 por ciento (-28.2 por ciento en el trimestre anterior), debido principalmente a menores obras residenciales. En el resto de ciudades, el área efectivamente construida disminuyó 26.4 por ciento (-7.7 por ciento en el trimestre anterior), explicado por las disminuciones en los cuatro destinos de la construcción: residencial, comercio, servicio e industria.
La caída de la construcción en el sector privado coincide con la contracción en el Índice Mensual de la Actividad Económica del sector, que si bien en abril creció 1.2 por ciento, finalizó el primer cuatrimestre con una reducción de 0.6 por ciento y el promedio de los últimos 12 meses fue de menos 12.6 por ciento, frente al crecimiento de 23.5 por ciento en igual periodo del año pasado.
Solo en abril de este año se reportó un aumento en la producción de concreto premezclado, bloques, piedra triturada, adoquines, acero, cemento y asfalto, pero a un ritmo bastante bajo como para evitar que el promedio del primer cuatrimestre terminara en negativo.
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Y aunque el Gobierno en los últimos meses ha informado de proyectos de viviendas de interés social, según el Inide el área efectivamente construida de este tipo de viviendas fue de 59,173.7 metros cuadrados, siendo menor en 40.1 por ciento con respecto al mismo trimestre del año anterior (98,780.6m2) y de 28.2 por ciento en promedio anual.
En los primero tres meses de este año, solo se finalizaron 1,047 viviendas, menos que las 1,447 contabilizadas en igual periodo del año pasado, resultando una disminución interanual de 27.6 por ciento, y de -20 por ciento con respecto al trimestre anterior.
Del total finalizado en el periodo, 67.3 por ciento correspondió a viviendas de interés social. Del total de viviendas finalizadas, 54.5 por ciento se concentró en Managua, seguido de Chinandega (6.5 por ciento), RACCN (6.2 por ciento), León (5.2 por ciento) y RACCS (4.7 por ciento).
Por su parte, del total de viviendas de interés social finalizadas en Managua se concentró el 52.1 por ciento, seguido de la RACCN 8.2 por ciento y Chinandega 8.1 por ciento, informó el Inide en su reporte trimestral.
Por ahora no hay perspectivas de que la construcción de viviendas mejore, porque, según cifras oficiales, en el trimestre de referencia el número de construcciones iniciadas fue de 1,558 unidades (1,592 en el I trimestre de 2022), registrando una disminución interanual de 2.1 por ciento.
Lo anterior se debió a la reducción en las edificaciones residenciales y aumentos en las obras de comercio, servicio e industria. Por zona geográfica, del total de nuevas edificaciones iniciadas en el destino residencial, el 55.8 por ciento se concentró en Managua, 6.5 por ciento en la RACCN y 6 por ciento en Chinandega.
La caída de la construcción privada coincide con el deterioro de inversión en Nicaragua, debido al constante ataque el régimen de Daniel Ortega contra la empresa privada, situación agravada por la desaceleración de la economía.
A finales de abril, el régimen de Daniel Ortega metió tijera a su meta de crecimiento para este año, al tiempo que admitió que los elevados precios internos se prolongarán en lo que resta del año debido a factores externos, publicó el Banco Central de Nicaragua (BCN) en su balance del primer trimestre.
En una actualización el BCN estableció en entre 2.5 y 3.5 por ciento el nuevo rango de crecimiento económico, menos que lo esperado en enero, cuando pretendían una expansión de entre 3 y 4 por ciento.
También The Economist Intelligence Unit (EIU), de la prestigiosa editorial británica The Economist, informó en junio que este año la expansión del Producto Interno Bruto se enfriará, “debido a las tasas de interés más altas, un clima de inversión deficiente, el bajo crecimiento del crédito y la disminución de los salarios reales, aunque un aumento en las remesas de los trabajadores será el motor más importante del crecimiento”.
En su informe, mencionan que este año el PIB se expandirá 1.2 por ciento, el próximo año 2.2 por ciento, en el 2025 y 2026 crecerá 1.9 por ciento cada uno de esos años, y en el 2027 aumentará 2 por ciento.