La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por los diputados del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), aprobó las reformas a la Constitución Política y a la Ley orgánica de la Policía, que cambian jurídicamente la naturaleza de esta institución y la convierten en un cuerpo armado al servicio del dictador Daniel Ortega, según la valoración de los expertos.
La reformas fueron aprobadas este miércoles 5 de julio con trámite de urgencia por los 91 diputados totales de la Asamblea Nacional, 70 diputados del FSLN y el resto son diputados aliados de partidos liberales. La iniciativa de reforma fue presentada por 79 diputados, según dijo el presidente de Legislativo y diputado sandinista Gustavo Porras.
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La reforma al artículo 97 de la Constitución Política entrará en vigencia a partir de su aprobación y publicación en segunda Legislatura, porque es una reforma constitucional, lo que significa que será ratificada el próximo año.
Cambia naturaleza civil de la Policía
La socióloga y experta en seguridad pública, Elvira Cuadra, aseguró que las reformas modifican significativamente la naturaleza civil de la Policía.
“(Las reformas) eliminan la naturaleza civil y lo deja solo como un cuerpo armado y eso de lo que habla es de una institución con un tipo de función y estructura completamente distinta. Por otro lado, le da prominencia a la subordinación directa a la figura de la presidencia y se hace a un lado el modelo preventivo, proactivo, comunitario que resaltaba la participación de los habitantes, la familia y la comunidad”, expresó la socióloga.
Otros cambios desplazan el papel profesional, apolítico, apartidista, obediente y no deliberante, que para la experta “eso hace que la Policía sea proclive a las disposiciones que emanan de la presidencia sin ningún tipo de principio ni doctrina que pueda frenar las disposiciones centralizadas desde el Ejecutivo”.
Cuadra explicó que estas reformas se dan en el contexto de la institucionalización del Estado policial que se ha venido denunciando los últimos cinco años, que implica cambios jurídicos para “legalizar” la política represiva y de vigilancia sobre la sociedad nicaragüense.
Policía al frente de la represión
Desde 2018 la Policía Nacional ha sido usada para reprimir las protestas civiles, en coordinación con civiles armados que Ortega ha reconocido como “policías voluntarios”. También desde 2018, la Policía está encabezada por el consuegro de Ortega, Francisco Díaz, quien tiene una hija casada con un hijo del dictador.
Cuadra confirmó que las adiciones a la Ley orgánica de la Policía son para castigar las deserciones, porque evidentemente hay fugas y descontento a lo interno de la institución.