Sé que el título suena duro y estoy preparado para escuchar los ataques de los románticos del beisbol cubano en Nicaragua. Pero los entiendo porque todo aficionado de la pelota en el país creció escuchando o tuvo la suerte de vivir el mítico juego del Mundial de 1972 cuando Julio Juárez comandó el triunfo de Nicaragua sobre Cuba o lo epopéyico que han sido cada uno de las cinco victorias a lo largo de la historia, las cuales son tan pocas que las sabemos de memoria: Jonathan Robinson (1940), El Toro Canales (1952), Julio Juárez (1972), Porfirio Altamirano (1976) y Epifanio Pérez (1991).
Pero ahora Cuba como selección dejó de ser potencia. El talento seguirá existiendo y los jugadores continuarán huyendo de las inhumanas condiciones de ese país, sin embargo, un triunfo sobre Cuba no tiene en lo absoluto el mismo significado que tenía antes. Y para soportar este argumento les comparto este detalle. Cuba era tan dominante a nivel amateur que ganó de 1971 a 2007 oro de forma consecutiva en Juegos Panamericanos, ganó 25 mundiales y su más cercano competidor era Estados Unidos con cuatro, de las seis veces que el beisbol ha estado en Juegos Olímpicos Cuba los había ganado en tres ocasiones y si hablamos de Juegos Centroamericanos y del Caribe tiene 15 medallas de oro y el segundo lugar que es República Dominicana apenas tiene tres.
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Ese Cuba de dominio absoluto, de jugadores brillantes que no necesitaban pasar por Ligas Menores para llegar a las Grandes Ligas, con pitcheo sobre 95 millas y bateadores de poder abrumador, ya no existe. La decadencia ha sido tal cual que se ha venido reflejando en la última década. En la extinta Copa Mundial en donde eran los reyes perdieron las tres últimas contra Estados Unidos y Holanda, la última vez que ganaron unos Juegos Olímpicos fue en 2004 y, en 2020, en Japón ni siquiera clasificaron. En Juegos Panamericanos la última vez que ganaron oro fue en 2007 en Brasil, en 2011 y en 2015 ni siquiera disputaron el oro y el hundimiento se concretó en Lima 2019 en donde quedaron fuera por completo del medallero, ahí Nicaragua logró bronce, Canadá plata y Puerto Rico oro. En los dos torneos llamado Premier 12 que se seleccionan los 12 mejores equipos del ranking y el ganador obtiene un millón de dólares, Cuba finalizó en 2015 de sexto y en 2019 de décimo, en la cola.
En el único torneo en el cual Cuba puede aspirar a ganarlo son los Juegos Centroamericanos y del Caribe porque los equipos no lo han tomado enserio para mandar conjuntos competitivos. No obstante, mi cuestionamiento surge porque en la actualidad hay equipos mejores que Cuba en la mayoría de torneos y es más complejo vencerlos, pero para algunos fanáticos sigue habiendo la mística del pasado que ganarle a Cuba significaba el éxito del evento.
Ahora todo ha cambiado, si bien es cierto que en términos de estadísticas un triunfo sobre la isla entrará en la historia, no tendrá mucho eco por lo insignificante que sería comparado a los triunfos del pasado. ¡Ahhh! por cierto, Nicaragua juega contra Cuba el 30 de junio en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
