La familia Green Casaya, conocida por su extenso y brillante historial deportivo apuntalado por el exbig leaguer David Green y la legendaria figura nacional, Eduardo Green Sinclair, amplió su galería de reconocimientos este sábado cuando tres más de sus integrantes fueron exaltadas al Salón de la Fama del Deporte Nacional.
A David y Eduardo, reconocidos por el beisbol y a Carlota, por el baloncesto, se les unieron las también basquetbolistas Isabel, Milena y Giovanna, quienes en diferentes etapas de sus vidas jugaron roles de gran protagonismo en sus equipos locales y en la Selección Nacional de tal modo que ahora son homenajeadas.
El primer Green en llegar al campo de los inmortales del deporte nicaragüense fue desde luego don Eduardo, quien ingresó en 1995, quince años después de fallecido. Eduardo fue un astro en el beisbol local con el Cinco Estrellas e implantó varios registros con la Selección en campeonatos mundiales de beisbol.
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David fue quien más alto se elevó al alcanzar las Grandes Ligas en 1981 y a pesar de que no se convirtió en la súper estrella que muchos expertos habían anticipado, tuvo una breve, pero productiva carrera en las Mayores, al extremo de ganarse un anillo de Serie Mundial, Serie del Caribe y campeonatos locales.
Carlota ingresó al Salón de la Fama en 2018. Fue una de las figuras más dominantes en el basquetbol pinolero en los años sesenta, época incluso en la que se capturó un título (1964) a nivel centroamericano. Es considerada la mejor jugadora en una familia en la que hubo varias figuras que se destacaron mucho.
A ellos ahora se les une Isabel, quien inició su trayectoria en 1963, llegando a la Selección en 1968 y permaneciendo ahí por más de una década, período en el cual se obtuvieron dos títulos centroamericanos. Además de su accionar agresivo, Isabel también destacó por su aporte defensivo en beneficios de sus equipos.
Milena fue miembro de la Selección Nacional desde 1975 hasta 1987, participando en varios Juegos Centroamericanos y Centroamericanos y del Caribe, desarrollando un papel crucial en los que equipos en los cuales participó. A nivel local destacó en los equipos UCA, Costeñas y Cisconco, para luego ser entrenadora.
Giovanna, conocida como Johanna, siguió los pasos de sus hermanas e integró su primera selección a sus 12 años en 1979, cuando viajó Colombia para un torneo de niños. También fue seleccionada juvenil y mayor con participación en los torneos Carlos Ulloa y Juegos Centroamericanos en 1986, mientras descollaba con la UCA.
De modo que los Green es la familia más numerosa en el Salón de la Fama del Deporte Nacional. Eduardo, David, Carlota, Milena, Isabel y Giovanna han dejado alta la vara para las generaciones del futuro. No podía ser de otra forma en una casa en la que el deporte fue la puerta al futuro para varios de sus integrantes.