14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El terremoto político en España

Los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del domingo 28 de mayo en España han sido calificados por analistas españoles e iberoamericanos como un terremoto o un tsunami político.

Lo dicen así, por la catastrófica derrota electoral que sufrió el gobernante Partido Socialista Obrero de España (PSOE), arrastrando al ultraizquierdista  Unidas Podemos que es su principal socio menor de gobierno, el cual no alcanzó ni siquiera el 5 por ciento de los votos y desaparece del mapa político.

 Por el contrario, el Partido Popular (PP) de centro derecha ganó con una gran  mayoría de votos, mientras que Vox, más de derecha, también aumentó en gran medida su registro electoral y su representación en las comunidades autónomas y los municipios.

Los resultados electorales del domingo pasado motivaron al presidente socialista del gobierno español, Pedro Sánchez, a disolver el Parlamento y adelantar para el 23 de julio las elecciones generales que debían realizarse en diciembre, para que se elijan nuevos diputados y estos nombren a otro gobierno. O que reelijan al mismo Sánchez del PSOE, aunque esto parece bastante improbable. 

Pero si bien los resultados electorales del domingo anterior en España son un sismo o un tsunami político, para el mundo han sido una hermosa lección y una contundente demostración de la validez de una auténtica democracia, y de la eficacia de un sistema electoral nítido, rápido, confiable y ejemplar.

Ciertamente, el hecho de que gran parte de los ciudadanos que votaron en las elecciones anteriores por un gobierno, en otra votación le  quiten la confianza y le pasen la cuenta, es normal en la democracia. Pero no en las repúblicas bananeras africanas o hispanoamericanas.

Comentaristas de la política española advierten que a pesar de la gran derrota electoral sufrida por los socialistas españoles y sus aliados de extrema izquierda, la situación se podría revertir de aquí al 23 de julio y ellos podrían volver a ganar las elecciones generales y retener el poder.

Parten del supuesto de que para formar gobierno en algunas comunidades autónomas donde el PP ganó las votaciones, pero sin la mayoría absoluta indispensable para gobernar, tendrá que aliarse con la derecha radical de Vox y ahuyentará a muchos votantes moderados. A la gente que no quiere radicalismo de izquierda, pero tampoco de derecha.

Pero el centro derecha de España practica una política fina, inteligente,  nada de la chabacanería tercermundista ni de la rusticidad arrogante que ha practicado la izquierda española del PSOE y sus socios en el último período.

 El líder del Partido Popular y probable próximo presidente del gobierno de España, Alberto Núñez Feijóo, apenas conoció los resultados electorales del 28 de mayo y el adelanto de las elecciones generales, ratificó su compromiso con la centralidad, o sea la moderación que ha sido su bandera  política desde que asumió el liderazgo de ese partido el 2 de abril de 2022.

Y si la estrategia de la centralidad le ha dado tan buenos resultados, como es evidente, ¿para qué abandonarla y hacer una alianza formal con la derecha radical que desconcertaría y espantaría a muchos votantes moderados?

La política, cuando se practica como el arte y la ciencia que es, no deja lugar para aventuras ni experimentos innecesarios. Pero en todo caso, lo que ocurra políticamente en España ya se verá de aquí al 23 de julio próximo.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí