14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El Día de la Madre no debe tener tinte político

El Día de la Madre que se celebra este martes 30 de mayo, que a partir de este año es asueto laboral obligatorio establecido en el Código del Trabajo, es una de las celebraciones nacionales que por su naturaleza y origen identifica más y mejor a todos los nicaragüenses. Y así  tiene que ser pues todas las personas son hijas de una madre que las gestó, las alumbró y se ocupó de su crianza.

Todas las personas tienen una madre viva a quien honrar y festejar, o una fallecida a la cual recuerdan con devoción y amor imperecedero. Por supuesto que en este día no se debe olvidar que hace cinco años, durante las manifestaciones pacíficas opositoras que se realizaron el Día de la Madre, 18 de ellas perdieron a sus hijos en Managua, Estelí, Masaya y Chinandega, por la represión de las fuerzas policiales y de partidarios armados del gobierno.

 Pero también las madres de los policías y otros partidarios del régimen que murieron durante la rebelión popular de 2018 sufrieron y siguen lamentando  la pérdida de sus hijos y merecen el respeto moral de toda la nación.

A las madres hay que honrarlas y rendirles homenaje por encima o al margen de la política, la cual divide a la gente, mientras que  la maternidad la une porque es una condición humana sagrada, universal e indivisible.

 En Nicaragua, como en todas partes del mundo, la celebración del Día de la Madre se instituyó por razones ajenas a la política. Al respecto, LA PRENSA publicó el pasado domingo 21 de mayo un artículo sobre el origen de la celebración del Día de la Madre en Nicaragua, en la fecha del 30 de mayo. La información aclaró que este día no fue escogido porque era el cumpleaños de la madre, la suegra o la esposa del dictador Anastasio Somoza García, como se creyó falsamente durante mucho tiempo.

     Sin embargo, es justo reconocer que ya en el año 2011 la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua había aclarado que el 30 de mayo no era la fecha de cumpleaños de ninguna de aquellas señoras; y que por lo tanto no fue por eso que se escogió para celebrar el Día de la Madre.

Ahora LA PRENSA ha precisado que la iniciativa partió de un personaje de la radiodifusión nacional, Rodolfo Arana Sándigo (“el tío Popo”), quien lo propuso en 1938 y fue apoyado por el comercio y los periódicos del país, incluyendo a LA PRENSA. En 1940 un comité femenino llevó la propuesta de institucionalizar el 30 de mayo como Día de la Madre en Nicaragua, al Congreso de la Republica, el que la aprobó mediante decreto-ley.

 Cabe agregar que en 1976, por iniciativa del dictador Anastasio Somoza Debayle el Congreso reformó el decreto  de 1940, para establecer que el Día de la Madre se celebraría el último domingo del mes de mayo. La justificación era que todas las personas pudieran festejar a las madres sin alterar sus jornadas de trabajo ni perjudicar el funcionamiento de la economía nacional.

Cuatro años después, el 28 de mayo de 1980, la Junta sandinista de Gobierno derogó el decreto de 1976 y restableció la fecha del 30 de mayo como Día de la Madre. No lo declaró asueto obligatorio, pero en cambio lo distorsionó políticamente al disponer que la celebración debía ser por “las madres revolucionarias” que murieron en la lucha contra el somocismo, las “ofrendaron a sus hijos” por la causa revolucionaria, y las que estaban incorporadas a “las tareas de la Revolución”.

Aquello era un despropósito. Madres eran también las de los somocistas y por esa condición merecían el mismo respeto y homenaje. Madres son todas las mujeres que han gestado y alumbrado a sus hijos, las que han cumplido y cumplen el rol de la maternidad.  

A nuestro juicio, para hacer un homenaje éticamente limpio a todas las madres, vivas o fallecidas, habría que descontaminar de política la celebración de su hermoso día, honrarlas por la simple pero excelsa condición de la maternidad.

La condición de madre está muy por encima de la política, que casi siempre ha dividido y enfrentado a las personas haciendo que muchos nicaragüenses sustituyan su identidad nacional con la militancia partidista.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí