No hay otra manera para describir lo que está haciendo el costeño Cheslor Cuthbert en Venezuela que utilizando el verbo reventar. Es que es lo que realmente sucede. El costeño, que se marchó del Pomares con Caribe Sur tras 27 juegos, dos jonrones, 14 empujadas, 22 imparables, un doble y 17 anotadas con un promedio de bateo de .349, no tenía tan altas expectativas, sin embargo, quebró todo cálculo y ahora es la sensación en el país sudamericano con seis lideratos.
Tan solo marchan nueve juegos, pero Cuthbert ya implantó su huella: es líder en promedio con .563, manda en jonrones (4), imparables (18), empujadas (13), anotadas (13) y dobles (5). En toda la liga no hay nadie más explosivo y peligroso que el nicaragüense en estos momentos. Fichado por los Samanes de Aragua ha encontrado un hueco como tercera base y tercer bate, en el núcleo de la alineación. Los Samanes aun no despegan con cuatro triunfos y cinco reveses.
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Cuthbert (30 años) fue un cotizado prospecto de los Reales de Kansas City, desembolsando 1.3 millones de dólares por su firma. Jugó seis temporadas en Grandes Ligas en donde conectó 27 jonrones y empujó 119 carreras con promedio de .250. Estaba destinado a ser una estrella, sin embargo, nunca deslumbró y fue dejado en libertad en 2020 cuando ya había sido pasado a los Medias Blancas de Chicago. Han pasado tres años desde ese duro golpe para el costeño que no pierde las esperanzas por volver.