Una pequeña reducción en las compras de prendas de vestir por parte de Estados Unidos ha ocasionado en Nicaragua una imparable ola de despidos en las maquilas, que comenzó en agosto del año pasado y que se ha extendido hasta febrero de este año, según cifras recién publicadas por el Banco Central (BCN).
Hasta abril de este año, las exportaciones de prendas de vestir —cuyo principal mercado es Estados Unidos— sumaron 542.7 millones de dólares, 0.4 por ciento menos con relación a igual periodo del año pasado, cuando la facturación sumó 544.7 millones de dólares, según cifras del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific).
En el contexto de caída de las exportaciones, en Nicaragua solo en los primeros dos meses las empresas de zona franca despidieron a 3,910 trabajadores, de los cuales 822 fueron sacados solo en febrero. Con ello, el sector cerró el primer bimestre con 129,194 trabajadores, menos que los 133,104 contabilizados a diciembre pasado.
Si la cifra se compara con julio del año pasado, cuando se alcanzó el máximo de 140,866 emplanillados, las empresas han dejado sin trabajo a 11,672 nicaragüenses en siete meses.
En volumen, los envíos de prendas de vestir totalizaron 50,089 toneladas métricas, menores que las 52,960 toneladas reportadas en abril del año pasado. Esto representa una caída de 5.4 por ciento en el periodo comparado.
Los números oficiales muestran que pese a hay otros bienes dentro de zona franca que están creciendo en sus exportaciones, estos no han podido absorber mayor mano de obra, que evitaría que en término global la planilla de zona franca esté sufriendo reducciones sostenidas.
Lea además: Despidos masivos en zona franca de Nicaragua
Por ejemplo, las exportaciones de arneses hasta abril sumaron 292.5 millones de dólares, superior a los 225.4 millones de dólares en igual periodo del año pasado. Eso representa un crecimiento de 29.8 por ciento y en volumen hubo un aumento de 26.7 por ciento. El principal destino de este producto es México.
Otros bienes ligados al sector textil son las exportaciones de hilados de algodón, que cerraron el primer cuatrimestre con un ingreso de 11.3 millones de dólares, lo que significó una reducción de 50.6 por ciento comparado con igual periodo del año pasado.
También hay reducción en las exportaciones de tejidos de algodón, cuyo ingreso de 1.8 millones de dólares es menor en 51.5 por ciento en el periodo similar del 2022.
Empeoran las perspectivas en EE. UU.
Pero ¿qué está ocurriendo en Estados Unidos que tienen en jaque las exportaciones de textiles de Nicaragua? Desde el año pasado hay fuerte temor de que la economía más grande del mundo caiga en recesión, situación que ha empeorado este año por la crisis de deuda que amenaza al país, lo que podría ocasionar un incumplimiento de pagos por parte de EE. UU.
Al caer en default, la situación no solo perjudicaría el empleo interno sino también a la economía mundial. De incumplir con el pago de sus deudas, al menos 8.3 millones de funcionarios públicos de EE. UU. podrían quedar sin salario, además las pensiones y los reembolsos de impuestos estarían contra la pared.
Los economistas advierten que también habría un efecto en cascada en el mercado bursátil, lo que tendría un efecto mundial en los mercados. Además 500 mil empleos quedarían al borde de la desaparición.
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, y los líderes republicanos del Congreso, cerraron sin acuerdo este martes una nueva reunión que buscaba un entendimiento para aumentar el límite de emisión de deuda y evitar un default que tendría graves efectos para la economía nacional y global, informó AFP.
Un default en Estados Unidos también “tendría muy graves repercusiones” en la economía global, afirmó la semana pasada la directora de comunicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, en rueda de prensa. Kozack advirtió que una moratoria provocaría tasas más elevadas y una mayor inestabilidad.
Toda esta situación agrava los temores de recesión en Estados Unidos, lo que obliga a las empresas que compran a países como Nicaragua, especialmente las tiendas, a reducir sus inventarios y por ende los pedidos en la región, situación que está golpeando también a Honduras y El Salvador.
En marzo pasado, Alden River, director de operaciones de la Asociación Hondureña de Maquiladores, dijo a medios de ese país que las perspectivas no son alentadoras. “El escenario que tenemos para el primer semestre de este año es que si las condiciones se mantienen tal y como se dieron en el último trimestre del 2022, probablemente estemos ante la amenaza de perder entre 15 mil y 20 mil empleos más, son adicionales a los 10 mil del año pasado”, anunció.
La directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, refirió ante medios salvadoreños que la caída en las contrataciones y las mismas exportaciones de textiles se debe a que los compradores en EE. UU. no aumentaron sus pedidos, porque hay un elevado inventario que estaba atrapado en bodega y se está enviando a los mercados.
“No están pidiendo más y eso nos hace perder. ¿Cuál es el tema? ¿Qué hacen las empresas? Disminuir su ciclo productivo y, por ende, también personas. Si no tenés pedidos, no podés tener a la gente sin hacer nada, hay una disminución de empleo en este rubro”, argumentó Cuéllar, citada por La Prensa Gráfica.
En declaraciones recientes a medios locales, Pedro Ortega, secretario de asuntos laborales de la Confederación Sindical de Trabajadores (CST) de Zonas Francas, confirmó la suspensión temporal de operaciones de dos empresas, una en Granada y otra en Managua. La primera habría despedido a 800 trabajadores y la segunda a 500. Según Ortega, estos 1,300 se habrían sumado a otros para completar unos 7,500 despedidos en el primer trimestre del año.
Es por esto que el dirigente sindical admitió que la recuperación del sector no se logrará en el segundo trimestre del año como se había previsto. Ahora la meta es para el segundo semestre del año.
Lea además: Ortega empeora las perspectivas en zona franca: acecha masivo despido de trabajadores
Caída generalizada
Más del 80 por ciento de los bienes producidos en zona franca de Nicaragua se dirigen a Estados Unidos. Al primer cuatrimestre, el Mific reporta un total de 1,103.6 millones de dólares, menos que los 1,107.8 millones de dólares en igual periodo del año pasado.
En volumen, el sector reporta una caída de 8.4 por ciento, al solo exportarse 155,820 toneladas, mientras que el año pasado en igual periodo se habían enviado 170,182 toneladas. Actualmente zona franca tiene a 187 empresas operando, en su mayoría textiles.
El mal momento de zona franca coincidió con la decisión del régimen de Daniel Ortega este año de ordenar el cierre de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y de Confección (Anitec), que fue creada en el 2005 mediante el decreto 3984, según se lee en la resolución de decapitación de las organizaciones empresariales.
Anitec aglutinaba, precisamente, a las maquilas, que son las que generan la mayor cantidad de empleos bajo el régimen de zona franca y además jugaba un papel clave de representación en las negociaciones multianuales del salario mínimo que se venían realizando desde años atrás.
El Gobierno ha puesto su esperanza en apoyar a la industria textil y confección exportando hacia China, con el nuevo acuerdo de cosecha temprana, sin embargo, el sector no es tan optimista tomando en cuenta que el gigante asiático es uno de los mayores proveedores de estos productos en el mercado mundial.