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Guardia Nacional de Somoza entrando en una casa antes del triunfo de la Revolución Sandinista. ARCHIVO

Así han terminado los represores cuando caen las dictaduras

Una vez que las dictaduras caen, los ejércitos y policías que las sostuvieron son sometidas a juicios, reestructuradas y, con frecuencia, eliminadas. Muchos de sus miembros terminan en la cárcel y algunos han enfrentado juicios por crímenes de lesa humanidad y otros muertos frente a la sed de venganza de sus enemigos.

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Nicaragua 

La Guardia Nacional de los Somoza desapareció con la dinastía el 19 de julio de 1979, cuando los guerrilleros sandinistas tomaron el poder por las armas. Desde el primer momento, los sandinistas empezaron a matar y encarcelar a los guardias que quedaban, para posteriormente juzgarlos ante los Tribunales Populares Antisomocistas (TPA) que en lugar de impartir justicia, sirvieron más como forma de venganza por haber pertenecido a la Guardia o haber tenido relación con el régimen. 

Inicialmente, la Guardia Nacional no iba a desaparecer. Se iba a fusionar con guerrilleros sandinistas para formar un nuevo Ejército, pero las negociaciones finalmente no se concretaron. 

Guardias y sus familiares buscando cómo salir de Nicaragua el 17 de julio de 1979 en el aeropuerto internacional. LA PRENSA/ ARCHIVO/ CORTESÍA/ IHNCA

Con el nuevo gobierno sandinista se fundó el Ejército Popular Sandinista el 2 de agosto de 1979, y el 5 de septiembre del mismo año se fundó la Policía Sandinista la cual funcionó hasta poco después de la derrota electoral de Daniel Ortega, candidato del Frente Sandinista en 1990 conta Violeta Barrios de Chamorro. 

Entre 1990 y 1992, la Policía entró en un periodo de transición, cambió su uniforme de camisa crema y pantalón verde olivo por uno de camisa celeste y pantalón azul oscuro. La institución pasó a llamarse Policía Nacional. El Ejército también tuvo cambios en su nombre en 1995 y pasó a llamarse Ejército de Nicaragua. 

Actualmente, las dos instituciones están supeditadas al dictador Daniel Ortega y sus respectivos jefes, Francisco Díaz de la Policía y Julio César Avilés del Ejército, han expresado su lealtad al caudillo. 

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Cuba 

El primero de enero de 1959, las Fuerzas Armadas de Fulgencio Batista en Cuba, se vieron derrotadas por los guerrilleros del Movimiento 26 de julio que ese mismo día tomaron el poder y declararon la conformación de un gobierno revolucionario. 

Varios de los militares leales a Batista fueron ultimados por los guerrilleros y otros fueron detenidos para ser procesados en lo que se llamó “Juicios Revolucionarios”, y que también funcionaron para impartir venganza, y no justicia. 

Quien estuvo a cargo de estos juicios en un inicio fue Ernesto “che” Guevara, y él mismo aceptó ante Naciones Unidas que se estaban cometiendo ejecuciones extrajudiciales. “Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo. ¿Fusilamientos? Sí, hemos fusilado. Fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte. Nosotros sabemos cuál sería el resultado de una batalla perdida y también tienen que saber los gusanos cuál es el resultado de la batalla perdida hoy en Cuba”, dijo. 

Por su parte, Fulgencio Batista, quien había dado dos golpes de Estado en Cuba, uno en 1933 y otro en 1952, huyó de la isla apenas supo que los guerrilleros tenían rodeada La Habana. Salió hacia Santo Domingo, en República Dominicana, y posteriormente llegaría a España. Murió el 6 de agosto de 1973. 

El Ejército Constitucional de Cuba fue abolido por los guerrilleros que tomaron el poder y en su lugar se establecieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias, cuyo jefe fue Fidel Castro. 

En Cuba, el Ejercito del dictador Batista terminó despareciendo y las nuevas autoridades crearon cuerpos armados que también violentan los derechos humanos de los ciudadanos. ARCHIVO

Argentina 

El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas ejecutaron un golpe de Estado en contra de la presidenta constitucional María Estela Martínez Cartas de Perón y quien había asumido el poder tras la muerte del presidente Juan Domingo Perón. 

Los militares se oponían a que Martínez Cartas asumiera la presidencia, de manera que asaltaron el poder, arrestaron a la mujer e instauraron una Junta Militar que duró hasta 1983 porque las Fuerzas Armadas quedaron débiles al tratar de recuperar las islas Malvinas que estaban bajo dominio británico. 

La incursión en Malvinas terminó siendo un fracaso para el Ejército argentino y los militares se vieron obligados a facilitar elecciones democráticas y una vez que dejaron el poder, el nuevo presidente, Raúl Alfonsín, promovió que los militares fueran enjuiciados por los crímenes cometidos. 

Durante la dictadura militar en Argentina hubo asesinatos, violaciones, torturas, desapariciones forzadas y robos de bebés recién nacidos. En algunos casos, muchas de las personas detenidas eran arrojadas de aviones hacia el océano. 

Con el nuevo gobierno, los militares fueron juzgados en lo que se conoció popularmente como el Juicio a las Juntas. Este es el primer caso en la historia universal que una Junta Militar era sometida a un juicio civil. El teniente general Jorge Videla, que había sido el más connotado de los que dirigió la dictadura militar, fue encontrado culpable y condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, así como los demás miembros de la Junta también fueron sentenciados. 

El del centro es Jorge Videla, uno de los generales de la dictadura militar argentina. ARCHIVO

Tras varios años, y por presiones de los sectores militares, se les otorgó indultos a los culpables, pero posteriormente fueron procesados por otros delitos y algunos regresaron a prisión. Videla falleció encarcelado en 2013.  

Con la caída de la dictadura en 1983, las Fuerzas Armadas en Argentina se vieron sometidas a una restructuración que tardó hasta inicios de los noventa. En ese periodo de tiempo, grupos de militares intentaron hacer un nuevo golpe de Estado a los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, pero ninguna de las intentonas tuvo éxito. 

Actualmente, las Fuerzas Armadas en Argentina sobrevivieron como institución a la debacle que representó la formación de la dictadura militar, pero varios de los oficiales y soldados que se vieron involucrados en crímenes de lesa humanidad, siguen siendo juzgados hasta la fecha. 

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Chile 

El 11 de septiembre de 1973, el presidente socialista Salvador Allende sufrió un golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas y los Carabineros de Chile, y él se suicidó para evitar ser encarcelado. Desde entonces, Chile vivió bajo una dictadura militar hasta 1990 cuando el general Augusto Pinochet entregó el poder. 

A finales de los ochenta, la dictadura militar acuerda con la oposición que se celebrarán elecciones democráticas en diciembre de 1989, en las cuales Patricio Aylwin se convirtió en el nuevo presidente de Chile y el país empezaría en un periodo llamado Transición a la Democracia. Todavía existe un debate sobre si ese periodo de transición ya culminó o se sigue dando en la actualidad. 

Como parte de las negociaciones, Pinochet continuó siendo el general del Ejército chileno hasta 1998 e incluso tenía actividad política como opositor. En más de una ocasión, amenazó con un nuevo golpe de Estado que finalmente no se dio y también se descubrió a la Dirección de Inteligencia del Ejército interceptando llamadas del presidente y funcionarios importantes del gobierno democrático. 

Al salir del Ejército, Pinochet fue arrestado en Londres tras una orden emitida por un juez en España y luego de una batalla legal que duró 2 años, se le permitió regresar a Chile en el 2000 por motivos de salud.  

El general Pinochet saludando a los soldados del Ejercito de Chile durante los años de dictadura. ARCHIVO

En 2004, un juez chileno dictaminó que Pinochet estaba médicamente apto para enfrentar un juicio y lo envió a arresto domiciliar. Estaba enfrentando más de 300 cargos penales por violaciones a derechos humanos, pero falleció el 10 de diciembre de 2006. 

El Ejército chileno siempre negó institucionalmente las violaciones a los derechos humanos que se le achacaban, sin embargo, fue en 2004 cuando el general Juan Emilio Cheyre hizo público que las Fuerzas Armadas reconocían su responsabilidad en los crímenes.  

En Chile, las instituciones militares sobrevivieron tras leves procesos de reorganización. Hasta la fecha, centenares de oficiales, soldados y policías han sido juzgados por violaciones a derechos humanos durante la dictadura militar. 

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