La persecución del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica de Nicaragua no cesa. Este jueves, la Policía orteguista amenazó con detener al sacerdote Pedro Méndez, de la parroquia María Magdalena, en Monimbó, si este no se trasladaba de iglesia, confirmó una fuente eclesiástica a LA PRENSA.
El sacerdote tuvo que cambiarse de parroquia para evitar ser detenido, dijo la fuente, sin brindar mayores detalles por seguridad.
La abogada e investigadora Martha Patricia Molina también denunció en su cuenta de Twitter que los policías, bajo el mando del comisionado sandinista Juan Valle Valle, llegaron a tratar de secuestrar al sacardote.
Todo ocurrió porque el religioso dirigía una jornada de ayuno y oración por la salud del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión.
“La guardia sandinista bajo el mando del comisionado sandinista Juan Valle Valle se presentó ayer a la parroquia María Magdalena ubicada en Monimbó, Masaya, para secuestrar al sacerdote Pedro Méndez. Todo sucedió por una jornada de oración emprendida por el clérigo por la salud del obispo secuestrado Rolando Álvarez. Hoy la parroquia amaneció cerrada y sin su párroco”, escribió este viernes Molina.
La amenaza de detención del padre Méndez se da en medio del contexto en que el régimen Ortega Murillo suspendió las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Aunque desde el 2018, en el contexto de la represión armada contra las protestas civiles, los sacerdotes y obispos de la Iglesia católica han sido blanco de ataques verbales y agresiones físicas de parte de simpatizantes del régimen de Ortega. La mala relación de Ortega con los jerarcas católicos del país ha implicado incluso que sean judicializados y encarcelados.
Molina, autora del informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, denuncia que la Iglesia católica en Nicaragua ha sufrido 396 ataques en los últimos cuatro años.